jueves, febrero 02, 2012

alejandro schmidt. veces


Veces

A veces me dejabas un chocolate en la almohada
a veces íbamos al cine
a veces cuando tenía 6, 12, 18 me tratabas como si tuviera 6, 12, 18
a veces me decías que era bueno
a veces sentía que había emergido de tu cuerpo
alimentado por sus partes blandas

vigoroso

a veces me sentaba a esperarte durante años
a veces creí durante media vida en vos
te perdonaba
te defendía a veces, muchas veces

a veces me pregunto qué pensará mi padre
allí en su muerte
-la muerte es lugar del pensamiento-
a veces siento que amé a mi padre
mucho más que a vos
porque 
pródigo es el fantasma en sentimientos.

¿Te ocurrió ser madre?
¿Sabías?
¿Preguntaste?

A veces creía que eras yo
y me volvía triste
tristísimo

a veces te cambié por la invención del héroe
la luz de los amparos
abre la ausencia un amplio pecho
a veces te hablo desde allí
desde esa maternidad

silencio
primera voz

y siempre tu malicia
tu sequedad
de eso te excusabas como de una inconveniencia
a veces

a veces era un niño, un joven, un hombre
un poco rengo, o manco
casi ciego
olvidado
mentido
exiliado de la terneza
el candor
el resultado
de vos
y podía flotar en toda la luz del mundo
más fuerte que tu no
tu acaso
tu desgarro

a veces

pocas veces.

Alejandro Schmidt, Villa María, Córdoba, 1955
de Mamá, Ediciones Recovecos, Córdoba, 2007
imagen de Sara Saudková©, Vis & Vis, 2003, en Uno de los nuestros

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