sábado, marzo 30, 2019

eugenio montale. xenia II, 5




Xenia II, 5

Bajé, dándote el brazo, al menos un millón de escaleras,

y ahora, que no estás es un vacío cada escalón.
Aun así, fue breve nuestro largo viaje.
El mío dura aún, pero ya no preciso
los trasbordos, las reservas,
las trampas, los bochornos de quien cree
que la realidad es lo que se ve.

Bajé millones de escaleras dándote el brazo,

no porque con cuatro ojos quizá se ve mejor.
Contigo las bajé porque sabía que, de las nuestras,
las únicas pupilas verdaderas, si bien ofuscadas,
eran las tuyas.


Eugenio Montale, Génova, 1896- Milán, 1981

de Satura, 1971
en En el humo y otros poemas, Eugenio Montale, traducción Jorge Aulicino, Ediciones en Danza, Buenos Aires, 2019

sábado, marzo 23, 2019

irene gruss. dichosos

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Dichosos

Dichosos los que baten palmas
y hacen ruido con los pies,
y contestan a los títeres, al
actor que bromea y ríen,
dichosos
el sordo que canta y silba
y el ciego afinado que mueve su cuerpo
y apunta su cara al cielo.
Dichosos los que saludan
por la calle,
bailan, sueltos
de andar, de nada para perder,
más pudorosos que Dios,
sinvergüenzas, dichosos.
Dichosos los que copulan
dormidos, y al despertar
copulan despiertos,
los viejos que charlan con
sus atadillos, y se burlan de las palomas
y del frío.
Dichosos los que lloran
porque son tristes
y los que ríen cuando
la lluvia empapa lo puesto
a secar, dichosos
el rojo, el azul y el amarillo.

Irene Gruss, 1950-2018
De La Dicha, 2004
En La mitad de la verdad, Obra poética reunida, 1982-2007, Editorial BajoLaLuna, Buenos Aires, 2008

martes, marzo 12, 2019

ricardo molinari. el tabernáculo (selección)



VI

Quién me devolverá

el humo seco
del aire cuando quema sus espadas
sobre los árboles;
tu ancla fija
en un montón de plumas;
tu muerte
cruzada de alfileres;
tu estación
de agua estancada.

Nadie puede venir

ya hacia mí
porque estoy solo,
igual que un túnel;
igual que una medalla
de estaño en la basura.

Mañana cuando esté dormido

entre sombras y puertas,
y tu cansado destino
llegue a tus ojos:
esta flor
-rosa de la calle sin salida-
estará sobre una escalera oscura,
esperándote. Sombra
de tanta sombra,
de corazón, de triste nube
sin cielo.

Ricardo Molinari, Buenos Aires, 1898-1996

de El Tabernáculo, Poesía Pez Naúfrago, Ediciones del Dock, Buenos Aires, 2019