miércoles, diciembre 05, 2018

jorge aulicino. un revolucionario ruso...

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Un revolucionario ruso exiliado en Estambul medita
sobre el inminente futuro
A Pedro Ignacio Vicuña

De ningún modo creo que de los Escila caeremos en un Caribdis, mas,
si no el caos, ¿qué otra cosa puede reemplazar esta
repetición de cosas? Mitos que nos forjan, cíclopes que se alzan
en forma de tiranos, revoluciones reducidas a cenizas...
Ah, pero lo que presiento acaso nos libere...
El preciso francotirador de Stalingrado, ciudad demolida a cañonazos,
cuyo nombre detesto, pero en la que se erige lo nuevo, el
fusil de la resistencia en alto.
En cuanto a mí... Acaso los sueños resuelvan
nuestro problema y nuestra angustia.
Nos liberaremos de las formas.
Y otro arte entreveo, de figuras superpuestas en un orden
aparente, enormes frisos sobre templos aztecas,
una creación, esto es, un caos de nacimiento,
como los confusos movimientos de una criatura recién parida.
Y desde allí, y desde allí... ¡nacerán de nuevo formas, universos!
¡Malditas, repetidas, incansables formas!

Jorge Aulicino, Buenos Aires, 1949
 de Un poeta griego huye de Londres

Inédito
Imagen de Richard Bowen, Order and Chaos

jueves, noviembre 08, 2018

rosario castellanos. apelación al solitario

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Apelación al solitario

Es necesario, a veces, encontrar compañía.

Amigo, no es posible ni nacer ni morir
sino con otro. Es bueno
que la amistad le quite
al trabajo esa cara de castigo
y a la alegría ese aire ilícito de robo.

¿Cómo podrás estar solo a la hora
completa, en que las cosas y tú hablan y hablan,
hasta el amanecer?

Rosario Castellanos, México, 1925- Tel Aviv, 1974

sábado, noviembre 03, 2018

biancamaria frabotta. la casa del estudiante





La casa del estudiante


Había apenas cerrado los ojos sobre el libro
-sentía aún su peso sobre el pecho-
en la leve brisa de la duermevela
se estremecían las hojitas del mirto
por el enjambre que subía de la tierra
pero él no le hacía caso. Demasiado
el pensamiento de la prueba inminente
lo embargaba y no temía otra cosa
su joven edad, que siente todo amigable.
Soñaba la patria artificial de la infancia.
Soñaba, con una piedra sobre el pecho,
la última palabra que había leído.


Con qué gentileza se asoma entre las vigas
la mano, blanca de polvo. Que alguno
me consuele. Con el brazo, con el agua,
con la luz, en su cuarto, por todas partes
buscando, hurgando, apartando las piedras.
Me verán finalmente en el vientre de la tierra.
Si miramos atentos, Haití está debajo de Haití,
cauto, para no quemar oxígeno.
De la luz del video, de su tedio,
nos deshilachamos hacia la laboriosa mañana,
en el escándalo del aire superfluo.



Un infierno nuclear sacude la estrella
que entibia nuestro pesebre.
La mitad del combustible se ha gastado.
Qué será de la Madonna de Pedro
ya próxima a parir, del dios
escondido en su vientre, a la izquierda
del que mira, más allá de las tiendas
alzadas con industriosa indiferencia, qué
será de los dos ángeles servidores.
Parecen todos tan jóvenes.
Custodios de una espera ya
sabiamente inatendible
cada uno testimonio de sí mismo.


Biancamaria Frabotta, Roma, 1946
De Por manos mortales, ‘II Los nuevos climas’ (Gog y Magog, aun inédito)
Traducción de Jorge Aulicino

martes, octubre 23, 2018

jorge aulicino. el conde vlad medita entre las ruinas de un bombardeo

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El conde Vlad medita entre las ruinas de un bombardeo

Un joven inglés, Harker, lanzó sobre mí
la infamia de que caminaba sobre las paredes
como una lagartija y era el amo de las ratas.
No tuve que ver con ratas y sólo moví lobos y tormentas
pero no contra el decrépito Imperio que agoniza,
severamente erguido entre sus ruinas.
Antes de que Londres se llenara de afganos y de indios
taladré esa madriguera con hambre de otra cosa.
Terminé confundido con los zombis grotescos
     que devoran cerebros.
Pues soy el que viví un solo amor
y construí en la eternidad la casa de mi verano.
He sido, lo saben, un exiliado
     de sótanos Industriales
y de vuestros bastones con mango de hueso.
Me odiaron porque amé el rojo crepúsculo
que circulaba por la venas de un cuerpo irrepetible.
Ustedes, que hicieron correr sangre como agua servida
desde el Báltico al Mediterráneo
en la peor guerra que la humanidad haya visto.
Que jamás amaron el líquido rubí, sus palpitaciones,
el pulso de un cuello suave,
el horizonte inflamado de cruces y de lanzas.
¿Cómo habrían de amar la miel de Cristo?
El bramido debajo de la capa.
La tormenta que llegará y limará las rocas,
     las casitas que delimitan
las playas grises de Whitby
y el alto cementerio sin héroes ni bandidos.

Jorge Aulicino, Buenos Aires, 1949
Inédito (de Un poeta griego huye a Londres?)

jueves, octubre 18, 2018

james merrill. manos karastefanes

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Manos Karastefanes

La muerte se llevó a mi padre.
El mismo año (yo tenía doce)
la madre de Thanási me enseñó
el cielo y el infierno.

Ninguno de mis amigos del ejército
me llamaba por mi nombre
yo era ‘Estilo’ o ‘A la moda’.
Tenía un amigo, mi cuerpo,

y tardes en el gimnasio.
luchando con mi oponente,
que usaba para aislarme
de él.

El doctor salvó mi rodilla.
Tu viniste a la clínica
trayendo Guerra y Paz,
mejor que cualquier película.

¿Por qué sonríes?
Luché limpio, luché bien,
sin lastimar a mi oponente,
para ganar este cinturón negro.

¿Por qué estás callado?
Te traje un queso blanco
de mi isla, y el sonido del mar
en una concha.

James Merril, New York, 1926- Tucson, 1995
Versión © Silvia Camerotto


Manos Karastefanes

Death took my father.
The same year (I was twelve)
Thanási's mother taught me
Heaven and hell.

None of my army buddies
Called me by name—
Just 'Styles' or 'Fashion Plate'.
One friend I had, my body,

And, evenings at the gym
Contending with another,
Used it to isolate
Myself from him.

The doctor saved my knee.
You came to the clinic
Bringing War and Peace,
Better than any movie.

Why are you smiling?
I fought fair, I fought well,
Not hurting my opponent,
To win this black belt.

Why are you silent?
I've brought you a white cheese 
From my island, and the sea's
Voice in a shell. 

domingo, octubre 14, 2018

sandro penna. la rima fácil, la vida difícil

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La rima fácil, la vida difícil

Mi vida se empaña, y después que llueve
bajo al túnel húmedo donde no llueve.
Entre gente común que el paso mueve
hacia cosas comunes también me muevo
en un mundo de objetos que no son nuevos.
Más común que los otros, no sé qué mueve
ni a dónde mi paso tardo y no deseo
verme aquí a mí mismo después que llueve.
Apuntar sabe al instante a mi deseo
una mirada rápida que aunque se aleja
lo despierta en el acto - y ahí lo deja.
En vano la busco en un mundo arcano,
universo antiguo que fue cercano.
Cuando ya no pensaba en esas cosas
retumbó bajo el túnel una dichosa
voz que se impuso a toda otra cosa.
Era un saludo póstumo y lejano,
póstumo en mi corazón, no lejano
en el túnel del breve trayecto humano.


Sandro Penna , Perugia, 1906-Roma, 1977
Versión de Jorge Aulicino

La rima facile, la vita difficile 

La mia vita si appanna, e poi che piove
scelgo il passaggio sotto il tunnel dove
tutto è molliccio, ma però non piove.
Qui tra la gente solita, che muove
il passo verso le solite cose
anch'io mi muovo tra cose non nuove.
Più comune degli altri, non so dove
muove il mio passo stanco, che non vuole
tale apparire a se stesso ed altrove.
Quando a un tratto uno sguardo che sa dove
del mio corpo dirigersi e non vuole
nú sveglia in un baleno - ed è già altrove.
Invano io lo ricerco entro un antico
universo che mi era un giorno amico.
Quando più non pensavo a questa cosa
rintronò sotto il tunnel una gioiosa
voce che sovrastava ogni altra cosa.
Era un saluto postumo e lontano
postumo nel mio cuore, non lontano
nel tunnel più di un breve tratto umano.

miércoles, septiembre 26, 2018

jonio gonzález. uno más y no pedimos más

Red and black and white roses


Lírico


también esa rosa
se convertirá en recuerdo
no en símbolo
o rosa enferma citada
hasta el hartazgo
por los poetas
sino en algo que envejecerá
con nuestros huesos
y tendrá la forma
de nuestros errores y aciertos

no hallaremos el modo
de describirla
porque cambiará con los años
pero dormirá a nuestro lado
como el agua más cercana

Jonio González, Buenos Aires, 1954
Inédito
imagen Wild Roses por jillian3134723