De un parpadeo
surge el incendio azul
la dorada levitación
el suave-sol-torre volante
cuya profunda ley es la guitarra,
donde vivo probando para siempre
la ventana que surca los cielos
el oro-té que ve lo que veré
y la almohada en su rama
del árbol de la vida.
De un parpadeo desaparece.
Otro mundo
lo negro
que sospecho el fondo de nadie
el revés
la esfera que también es el cubo
me rodea.
Parpadeo.
Pero la trampa sigue,
Parpadeo cada vez con más fe.
Hasta que aprendo que lo negro dura.
Entonces
mis ojos
quebrando sus goznes
se vuelven hacia mí
tantean con tiniebla mi tiniebla
me palpan sin memoria
me aferran fijos
me destrozan ajenos
aúllan
buscan en mis restos
comen
luz.
Amelia Biagioni, Gálvez, 1916- Buenos Aires, 2000
'De un parpadeo' en Amelia Biagioni, Poesía Completa, Adriana Hidalgo Editora, Buenos Aires, 2009
1 comentario:
Sin conocerla persobalmente una tardecita me acerqué a su departamento en el barrio de la chacarita y le toque el portero eléctrico, cuando Amelia atendió, la saludé y elogié sus poemas. "Que ángel me habla con tan dulces palabras?", me dijo. Le di mi nombre y lleno de pudor y alegría, me fui.
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