lunes, noviembre 20, 2017

jorge aulicino. de ¿verdad bonturo?


***
Bonturo, desconfíe:
del blog que encabeza su columna a la derecha o izquierda con
el contador de visitas;
de las iniciales al principio o fin de cada entrada en el
Diccionario de la Real Academia;
de los pergaminos;
de la Real Academia;
del que cita a menudo a Foucault;
del mirlo;
de la bolsa de mijo;
del auto-castigo;
de las panteras;
del peluquero;
de la puerta de entrada;
del recto;
del agudo;
del grave;
de la mortadela argentina;
de la salchicha de Viena;
del que no se cambia los calzoncillos todos los días;
del que no cambia de caballo a mitad del río, que es cuando el
primer caballo se hunde;
de Freud;
de los grandes;
de los chicos;
de la izquierda;
de la milanesa de soja;
de que Engels sea el verdadero co-autor del Manifiesto
Comunista;
de toda religión que no incluya algún tipo de dolor;
de toda religión que pueda practicarse sin rito;
de toda versión de la historia (y no solo de una);
de la facilidad de las cosas;
del bicarbonato;
del haiku;
del horario de atención al público;
del agua de manantial;
de Martín Fierro;
de mí;
de aquel tapado de armiño.

"Máximas a diez pesos", Ediciones Apagame el Gas, ¿querés?, Avellaneda, 2009
Jorge Aulicino, Buenos Aires, 1949
de ¿Verdad Bonturo? de Cacho Velvedere, Ediciones del Dock, Buenos Aires, 2017

jueves, noviembre 09, 2017

ezra pound. de hugh selwyn mauberley (III)

III

La rosa bata rosa, etc.
suplanta la muselina de Cos,
la pianola ‘reemplaza’
el barbitón de Safo.

Cristo sigue a Dionisio,
fálico y celestial
dieron lugar a maceraciones;
Calibán expulsa a Ariel.

Todo fluye,
dice el sabio Heráclito;
pero la chabacana
reinará en nuestros días.

Incluso la belleza cristiana
deserta después de Samotracia;
Vemos το καλόν
decidida en el Mercado.

La carne de fauno no es para nosotros,
ni la visión del santo.
Tenemos el molde para la hostia;
la franquicia para la circuncisión.

Todos los hombres son iguales ante la ley.
Libres de Pisístrato,
elegimos al idiota o al eunuco
para que nos gobierne.

Oh luminoso Apolo,
τίν' άνδρα, τίν' ήρωα, τίνα θεον,
¡A qué dios, hombre o héroe
le pondré la corona de lata!


Ezra Pound, Hailey, Idaho, 1885 – Venecia, 1972
De Hugh Selwyn Mauberley, The Ovid Press, 1920
Versión ©Silvia Camerotto

III

The tea - rose tea - gown, etc.
Supplants the mousseline of Cos,
The pianola "replaces"
Sappho's barbitos.

Christ follows Dionysus,
Phallic and ambrosial
Made way for macerations;
Caliban casts out Ariel.

All things are a flowing,
Sage Heracleitus says;
But a tawdry cheapness
Shall reign throughout our days.

Even the Christian beauty Defects —
after Samothrace;
We see το καλόν
Decreed in the market place.

Faun's flesh is not to us,
Nor the saint's vision.
We have the press for wafer;
Franchise for circumcision.

All men, in law, are equals.
Free of Peisistratus,
We choose a knave or an eunuch
To rule over us.

O bright Apollo,
τίν' άνδρα, τίν' ήρωα, τίνα θεον,
What god, man, or hero

-->
Shall I place a tin wreath upon!

miércoles, noviembre 08, 2017

hugo padeletti. selección de guirnalda para un luto




Recorreré imprevistos laberintos

sin saber de la piedra 

que me encierra.
Así crecí, tramado


por la hiedra?
                       En la noche obturada

sólo un pájaro canta.

¿Hacia dónde lo imanta 

su ceguera? Hacia el corte 
de un lo repentino

que atraviesa la piedra, los caminos, l

as siembras y las sombras
de la noche.


Noche densa, pesante, continente 

de cruento pico, acento,
fervor, sudor, forzado escalamiento,


traspié, 

           caída,
                     salto,

                               alumbramiento.


***


El veneno en la cola. Morderás

tu propio poso en la tristeza. Ilesas 

siemprevivas
han quedado en suspenso,


desasidas. La luna
sube lenta. La vida
baja lenta y angosta, empedernida,


por la cuerda mellada
que la lleva. La pez
se espesa y deposita en el envés


de todo evento. 

Manto, nervio, herida, 
espanto a la deriva

y esta espera...


Hugo Padeletti, Alcorta, 1928

de Guirnaldas para un luto, 1980-1983, Cuenco del Plata, Buenos Aires, 2014

domingo, octubre 29, 2017

juan arabia. selección de el enemigo de los thirties



***
Tres años

Tres años dejé las uvas crecer y secarse.
No importaba que llueva.
El verano era rápido
y durmiendo las hojas pasaban
de verde a amarillo
como una palabra.
Llegó el otoño de sombra
y nadie recogió la almendra.
Era un árbol muy alto,
de corteza hueca llena de aire.
En Septiembre el algodón era blanco y fresco.
Las clavelinas sonreían
de a cinco montañas,
pavos reales, colibríes y cebras de ojos.



***

Arte poética

«
He dejado las jaulas y el pasado
encerrados en mártires dolores.
Sin cerraduras viles, los albores
intactos y sus muecas
corrompen a los días venideros
en sombras de verdad; en arbolados
que sin luces persiguen los costados
de un muerto corazón.
Y contar hasta seis, y ver la pluma
volar dentro del hierro…
Que apaga lentamente los secretos
dejando a cada víctima
en paz, en el lugar frío del útero
que alguna vez fijó el mortal aullido
del roce sin espejos que creó.
»

Juan Arabia, Buenos Aires, 1983
de El Enemigo de los Thirties, Segunda Edición, RIL editores, Santiago de Chile, 2017

miércoles, octubre 18, 2017

michael speier. olvidamos todo



***
OLVIDAMOS TODO corren sin embargo
en el borde inferior del cielo nocturno las noticias
novedades en arribo que destellan
y tablas con presagios
a veces un lápiz de memoria lo quebra todo
sobre monjas tocando el trombón
propensas a éxtasis cromáticos 
decodificado el genoma de la trufa
escaneados los valles del yorkshire los castillos del loira
y la calle lohmeyer en charlottenburg
pero todavía se encuentran en las billeteras 
de viejos peluqueros esbozos hölderlinianos
apuntes de benn y peines tardíos de rudi carrell
algo con cuerpo algo con forma
arrastra arranca es desbancado, empujadas además
adentro las retumbantes maletas con ruedas
de los turistas en el spittelmarkt además la tormenta de fiesta
en la marienkirche, este correr y rugir
dividido por los conjuntos de julia de una tarde acalorada
el que acaba de pasar no se lo toma de forma personal
los demás deben seguir preocupándose
por el abismo entre yo y mis confesiones
hasta la muerte está borrada y rechazada
huele a viajar en suburbano hacia schöneweide
o nadar el domingo en la piscina cubierta de seelenbinder
(para dieter burdorf)

Michael Speier, Baden, 1950
Traducción de Emma Julieta Barreiro y Jean Portante
imagen de Sunyoung Hwang

WIR VERGESSEN ALLES es laufen aber
am untern nachthimmelrand die nachrichten
im anflug blinkende news
und tabellen mit vorzeichen
manchmal bricht ein memory stick das ganze herunter
auf posaunespielende nonnen
die zu chromatischen ekstasen neigen
das genom des trüffels entschlüsselt
gescannt die täler von yorkshire die schlösser der loire
und die lohmeyerstraße in charlottenburg
noch aber finden sich in den brieftaschen
älterer friseure hölderlinsche entwürfe
notizen von benn und späte kämme rudi carrells
irgendwas mit körper irgendwas mit form
treibt auf reißt ab wird ausgebootet, reingedrängt
dazu die tockernden rollenkoffer
der touristen am spittelmarkt dazu der feiersturm
in der marienkirche, dieses sausen und tosen
geteilt durch die julia-menge eines hitzigen nachmittags
wer neu vorbeikommt nimmts nicht persönlich
die anderen müssen weiter sorgen
für die kluft zwischen mir und meinen konfessionen
selbst tod ist weggewischt und abgetan
riecht wie s-bahnfahren nach schöneweide
oder sonntags schwimmen in der seelenbinder-halle
(für dieter burdorf)

domingo, octubre 15, 2017

jonio gonzález. en la casa fortuita


En la casa fortuita

se reciben noticias desde los posos del té
se espera a que el hartazgo se duerma en la lengua
se es un sirviente con disfraz de invitado
se regala la comida

cuanto deseabas se esfuma:
es roma la hoja
indiferentes la viña y el conjuro
la tierra de riqueza
la compasión
te miran como a aquello
que se abandonará a las llamas

Jonio González, Buenos Aires, 1954
Inédito
Imagen de Shomei Tomatsu, Skin of the Nation

jueves, octubre 05, 2017

felicitas casillo. selección de el gran enero

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***
Adoración

La resolana envuelve el cementerio hacia el sur.
Seis velas cabrillean contra el muro de la basílica.
Una ventana de alabastro abierta a las bóvedas
conduce la mirada desde Jesucristo hasta los muertos.

Afuera, el estuario vacilará desde hace siglos.
Su movimiento no ha cambiado,
tampoco la sombra de los juncos sobre el agua,
ni la corrupción de los caracoles en el limo.
Pienso en la palabra:
esa prótesis del universo.

La llama ínfima persiste junto a la caja de bronce.
Un verbo sin traducción posible.
No hay miseria que espante a la divinidad
después del Pentateuco.

A mi espalda resuenan pasos en la losa.
Alguien termina con un beso el gesto antiguo de la cruz.
Espero una pregunta que al final no llega.
Todo asunto se desinflama hasta su forma.
La luz meridional comienza este deshielo.

***
Requiem
Allego ma non troppo

Algo es inminente.
Alguna cosa se resiste.
Podría el tiempo alejarse del mundo.
Soy una mosca en la superficie del agua.

La corriente me llevará a otras costas
pero no tengo barco, tengo alas,
vitrales ínfimos en mi espalda.
Jamás nadie nos puso nombre.
Somos 'las moscas sobre el río'.

Llueve, por fin,
desde una altura que tampoco tiene nombe.
Sujetas  a la corriente
con alfileres mis ventanas,
vibrarán la canción que brama el universo.

Felicitas Casillo, Bahía Blanca, 1986
en El gran enero, Ediciones del Dock, Colección la verdad se mueve, Buenos Aires, 2017






miércoles, octubre 04, 2017

maría laura decésare. selección de la hija menor

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***
Con sus manos

Papá hizo grandes cosas:
de la tierra levantó nuestra casa
y aunque no tuvo doctorados
fue un experto haciendo radios.
Las hacía de todos los tamaños.
Mamá cuenta que leía
folletos y manuales con entusiasmo
e incluso un día
la sorprendió haciendo un televisor.
Él sabía bien de oficios
y sus manos fueron el instrumento,
tenía el don de dar forma
a lo minúsculo
como esa radio que tengo frente a mí
y a la que observo con puro gozo
de haber visto
lo que un padre es capaz de hacer.


**
Madre

Aprendió de joven
a zurcir la vida.
Crecí viendo sobre la mesa
moldes y telas junto a la Singer
mientras ella tomaba medidas
para hacer vestidos de fiesta
o de uso casual.
Aprendí el oficio
pero me falla el pulso
a la hora de dar

con esa puntada justa.

María Laura Decésare, Rufino, 1969
De La hija menor, colección Pez Náufrago, Ediciones del Dock,  Buenos Aires, 2017
imagen de Katie M. Berggren

jueves, septiembre 21, 2017

yolanda pantin. divagación X y otro

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24 horas en la vida de una mujer

Se levanta
se peina
se lava
llena de agua un tarrito
se viste
se arregla
se calza

besa a quien quiere

sin fuego
sin vida
sin alma
se acuesta
se duerme

***
Divagación X

Antes de abrir esta boca es mía
decir que es esto lo que quiero
sufro dictando un número pierdo
el café la cucharilla la rodilla o Vallejo

Antes de amar
-que es tan solemne-
largo a sudar el quejo del estado
ya diviso los obstáculos el salto me impresiona
trastabilleo un caballo
todo me asalta un miedo formidable

Antes de besar
-que es tan humano-
resumo del peso alocución de esclavo
paño lagrimeo amor hasta el detalle

Antes de llegar ya me voy
y de nada me pierdo que no sea la muerte 

Yolanda Pantin, Caracas, 1954

En Antología histórica de la poesía venezolana del Siglo XX (1907-1996), Estudio y selección de José Miranda, Editorial de la Universidad de Puerto Rico
imagen de Haley Hasler

viernes, septiembre 15, 2017

laura wittner. otra ciudad

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Otra ciudad

Cuando levanto la vista veo nieve,
nieve refulgiendo desde el televisor.
Como siempre, titilan sobre el mapa
los lugares donde uno no está.
Seguro extrañaría el mercado de flores
y despertar en este piso octavo
que se abre desafiando al viento.
La verdad es que hubo un solo día de nieve
y que hay una posible segunda versión
para las cosas conocidas.
Las valijas están hechas desde siempre
y además están sobre el sofá
en posición de espera.
Ese momento dura, se sostiene,
es una manera de estar:
estar a punto de ser abandonado.
El pozo negro de las valijas hechas,
reverso del desembarco:
el deseo humano por lo incompleto
que se refleja, dicen,
en la predilección por lo pequeño,
lo breve, el fragmento.

Laura Wittner, Buenos Aires, 1967

jueves, septiembre 14, 2017

carolina dávila. postal de buenos aires


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Postal de Buenos Aires

Esta ciudad está viva
y es como la gorda mujer que canta mientras todo tiembla

Como esa mujer a la que no le importa que el mundo
vaya a pique
porque se levantó hermosa
o se maquilló demasiado
o usó zapatos altos, unos zapatos rojos, altísimos
que le alargaban las piernas

Y es también como esa mujer que soñó algo obsceno
muy sucio
y sonríe toda la jornada,
                          frente a la pantalla
                                                   en su oficina.

Sí, esta ciudad está viva
y es una mujer

O tal vez es un film italiano largo, muy largo
que en el minuto noventa y cinco se harta de sí mismo
y entonces canta, vibra
y decide ser un homenaje
algo menos real y más histriónico

Yo
(que sé de ciudades que también son mujeres)
lo noté de inmediato
en sus adoquines flojos
en sus balcones desvencijados
en su lluvia,
              más pasional que cualquier llanto,
que viene fuerte y se detiene
como una mujer que cede y luego se arrepiente
para al final ceder de nuevo.

Carolina Dávila, Bogotá, 1982

miércoles, septiembre 13, 2017

siomara españa. la casa vacía

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La casa vacía

No invites a nadie
a nuestra casa,
pues repararán en 
puertas, paredes, escaleras
y ventanas,
mirarán la polilla en
los rincones,
los cerrojos oxidados,
las lámparas ciegas, arruinadas.
No traigas a nadie a nuestra casa
pues no tendrán más 
que angustia de tu mesa,
de tu cama, tu mantel,
del mobiliario se reirán
de pena por las tazas, fingirán
nostalgia de mi nombre,
y reirán de nuestra hamaca.
No traigas más gente a nuestra casa
pues te escribirán canciones,
te entusiasmarán el alma,
te susurrarán traviesos,
sembrarán una flor en tu ventana.

Por eso no debes, te lo ruego,
traer más gente a nuestra cas
pues se pondrán rosados,
verdosos, rojizos o azulados,
al descubrir paredes rotas
las plantas marchitadas.
Querrán barre en los rincones
querrán abrir nuestras persianas 
y encontrarán seguro entre mis libros
las excusas perversas que buscaban.

No traigas más nadie a nuestra casa,
así descubrirán nuestros absurdos
te llevarán lejos a otras playas
te contarán historias de naufragios
te sacarán a rastras de esta casa.

Siomara España, Manabí, Ecuador, 1976