jueves, diciembre 31, 2009

miércoles, diciembre 30, 2009

jacobo fijaman. reportaje por vicente zito lema


Reportaje a Jacobo Fijman

Por Vicente Zito Lema.

«Luego de más de un año de entrevistas, lo que más nos ha impresionado de Jacobo Fijman fue su humor; corrosivo. En el extricto sentido de humor surrelista. Su autencidad de poeta: que trasciende hasta en sus menores gestos. Que le ha determinado estas formas de vida. Estos castigos sobre su persona. Más allá de los que supieron de su situación y nada hicieron, la enorme bondad de J. Fijman, equilibrando tantas de nuestras maldades, perdonándonos».

Abordemos la poesía, ese «fenómeno del estupor frente a la vida». ¿Cuál sería el elemento que la identifica? ¿Cómo se genera una vivencia poética?
Todo se acentúa en el alma. Todo se encuentra en el alma.
Entonces el poeta a partir de la materia sensible, concretará el poema, que puede ser o no una total realización. Lo fundamental aquí es relativo y tengo miedo de profundizar en estos conceptos por las locuras que despierta.
Las mayores dificultades que nos presenta la materia poética derivan de la falta del hábito de la interpretación. Es entonces que la búsqueda del rostro de la poesía y de las vivencias en que descansa ese rostro se enmascaran en un misterio que algunas veces es beneficioso, pero que siempre daña.

Si admitimos que la poesía lleva al conocimiento, a la par de la razón, ¿podemos reconocerle atributos de la ciencia sin que por ello pierda la naturaleza sensible que la distingue?
La poesía es ciencia. Algunos intelectuales la consideran corrió una categoría del pensamiento inferior. Sin embargo, la fundamenta todas las ciencias. La química sin poesía se convierte en una burda y peligrosa nada, y el ejemplo se extiende a cualquier disciplina. La ciencia es de Dios, y se la cuenta como uno de los dones del Espíritu Santo: pero el Padre, el Hijo y el mismo Espíritu Santo son poetas.

Persiste en nuestras sociedades una grave e interesada confusión sobre la necesidad de la poesía y la función social del poeta. Este, día a día, ve cuestionada la dignidad que otras culturas se le reconocía como expresión de la eterna lucha de la vida contra lo inerte. Pese a ello, los poetas siguen creando y algunos, los más decididos en asumir la conciencia de la dignidad humana, enfrentan graves riesgos. ¿Qué debe entenderse hoy por ser poeta? ¿Acaso aceptarla marginación, desafiar la muerte?
Conforme la etimología de la palabra poeta: hacer o el que hace, el poeta es un hacedor de la más del cada materia. Debe ser entonces integrado en la categoría de lo Divino: el poeta es un Dios
Pero no confundamos a los poetas con los que escriben libros por vanidad o se doctoran en la carrera literaria: esos mismos que se prostituyen detrás de los premios o de las famas de cenáculos: esos pobres tontos que pretenden encerrar la poesía en un cofre, como si las palabras fueran simples joyas y no lo que son: la carnadura del alma.
Esa gente no puede ser considerada realizadores de obras, creadores como lo entendían los antiguos gramáticos por ejemplo Donatus. Se olvida muchas veces que el poema para concretarse necesita de la intuición poética y ella presupone un estado despojado y muy humano del espíritu. ¿Y dónde veremos lo humano más que en el dolor ajeno?
De todas formas ya no quiero hacer más cargos a esta sociedad. El Evangelio dice: "No juzgar". Además, ¿quién conoce a nuestra sociedad?, ¿o quién puede conocer otras manifestaciones que no sean las de su demencia y su congénita maldad?
Buscar la verdad siempre es doloroso y el que no se anime jamás será poeta. Lo he escrito estamos en el mundo, pero con los ojos en la noche.

La verdadera poesía nos lleva como a niños de la mano hasta la reflexión; la intuición nos convoca al misterio ya partir de la emoción se amplía nuestra conciencia. Así como usted lo anunció hace años, será posible sentir "la luz entera de la mañana". ¿Sigue percibiendo la poesía de igual manera? ¿Hasta qué punto es superable la incidencia de la reclusión en el espíritu de un artista?
Persisto en entender la poesía como un estado de ánimo antes de la reflexión. . . y en la reflexión mi alma crece, se hace ligera. . . En cuanto a lo demás, me remito a la obra poética de Aristóteles; allí continúa estando la clave. En estos momentos de crueldad en que vivimos, y que anuncian tiempos de mayor desgracia humana, deberíamos resguardar todo lo referente a la poesía como un gran secreto, un secreto de Estado. Hay que prepararse para salvar la poesía de sus enemigos.Yo he tenido una infancia poética. Recuerdo que desde niño me llamaban "el poeta". Mi cuerpo, muy temprano, se acostumbró a alimentarse del dolor. Por eso, vivir en el hospicio no puede cambiar ni limitar mis sentimientos sobre la poesía ni dañar mi espíritu más de lo que por destino le fue reservado. Pequeño sería el artista que se dejara ganar por el sufrimiento. Por el contrario, a partir de allí comienza el trabajo.

Hablemos de sus libros, escritos hace casi cuarenta años y que con dificultad hemos podido rastrear en algunas bibliotecas. Usted publicó Molino rojo, Estrella de la mañana y Hecho de estampas. ¿Qué le recuerdan cada uno de esos títulos?
Molino rojo me recuerda la demencia, el vértigo. Yo buscaba, precisamente, un título que significara esos estados de mi alma. y reparé de pronto en un molinito viejo que tenía en la cocina. Era de color rojo para moler pimienta, y vi en ese objeto todo lo que mi poesía quería expresar.
Estrella de la mañana, en cambio, se refiere a mis estados místicos. Había sido recientemente bautizado convirtiéndome a la religión católica, y quise expresar con ese título la encarnación del Verbo.
En cuanto a Hecho de estampas, yo trataba de volver a la filosofía escolástica y, fundamentalmente, a Aristóteles. Fue en esos días cuando hice una visita al Museo de Louvre y quedé muy impresionado por los maestros clásicos, especialmente por su pintura religiosa. Más tarde, cuando contemplé en Buenos Aires unas estampas muy finas de esos cuadros religiosos, los asocié a mis poemas había una misma intención final.

¿Cómo ubica su obra en relación al momento social en que fue escrita?
Molino rojo aparece en tiempos en que se estaba preparando la revolución para tumbar al presidente Yrigoyen. Culturalmente, no existía nada, sólo el movimiento Martín Fierro. Era una época de pobreza atroz. Yo vivía simplemente por casualidad, Recuerdo que mi casa estaba cerca cae la del cantor Carlos Gardel, quien me quiso sobornar para que hablara bien de él, sabiendo que trabajaba en un diario, pero no lo hice porque era un gran pecador.
Una vez me balearon desde la Escuela Militar. Pienso si mi internación en el hospicio no habrá sido una medida divina para que no me mataran. . . Yo por entonces amaba el ruido de las balas más que la Novena Sinfonía. Molino rojo tenía un título que atrapaba a los socialistas y anarquistas, ellos reaccionan instintivamente ante el color rojo.
Se notaba en la ciudad un estado de demencia genera, y en Molino rojo hay una intención que empieza por la demencia. Uno de los poemas dice: "Demencia, el camino más alto y más desierto. . . "
Cuando escribí Hecho de estampas estaba en París. Allí había estallado la guerra entre los monárquicos y los demás partidos. En el fondo, todos eran unos vagos y creo que por entonces en esa ciudad estaba prácticamente prohibido ser católico.
Estrella de la mañana corresponde a la época más oscura que he conocido en este país. La gente era perseguida de la manera prevista en el Apocalipsis.

Usted integró el movimiento martinfierrista que recogió en su seno distintas concepciones del vanguardismo de la época. ¿Identifica su obra con alguna corriente poética?
No. lo mío está afuera de cualquier escuela literaria. Nunca seguí a nadie, aunque espontáneamente me considero un surrealista. Eso sí, distinto. . . Los surrealistas son auténticos poetas. pero blasfeman y tienen una raíz satánica. Hablo de los franceses, claro, porque aquí los que se llaman surrealistas, salvo unos pocos, parecen nacidos para coronarse detrás de algún escritorio oficial o esconderse debajo de la mesa. Después quieren disimularlo haciendo jueguitos de palabras. . . Recuerdo que en París conocí a varios de los fundadores del movimiento, aunque ya sus caras se me han borrado. Una noche nos citamos para leer poemas, estaban Breton. Desnos, Éluard . . . venían a ofrecerme una recepción, pero alguien o algo hizo que se apagara la luz y no pudimos darnos ni las manos.
Con Artaud también nos conocimos en un café, en la Coupole. Estuvimos a punto de pelearnos. Yo me identificaba con Dios y Artaud, con el Diablo. Sin embargo, le tengo aprecio. Un poeta tiene que estar al servicio de Dios y si no es preferible que sirva al Demonio. Lo más denigrante es tener un patrón humano.

Siento al conversar con usted la presencia simultánea de la oscuridad y la luz. Lo mismo me pasa con sus poemas. De niño, ese par de opuestos que siguen fascinándome los encontraba en la Biblia, aunque tomando aquí las apariencias del bien y del mal, surgiendo con imágenes bellas, pero también aterradoras. ¿Puede leerse la Biblia como un texto poético?
La Biblia es un libro de Dios y no tiene fondo. Aunque tampoco podrá negarse que el Apocalipsis es realmente un poema terrible.
Roguemos que Dios no permita que cegados por la poesía transformemos nuestras palabras en blasfemias.

Usted no sólo escribe, también pinta. ¿Qué busca? ¿ Cuál es el fin de su arte?
Escribo para que mis actos se ordenen con Dios. Buscando la verdad y no la oscuridad. Es decir, escribo para Dios y mi perfección.
Dios, sencillamente lo aprueba. Y esto dicho en lengua baja, para que todos me entiendan.

¿Y en cuanto a su pintura?
Entre mi pintura y mi poesía hay una sola mano. Por ello, las mismas concepciones.
De niño me dijeron que sería un gran pintor, entonces quemé toda mi obra. Ahora, en el hospicio pinto para purificar mis sentidos, externos e interiores, únicamente así es válido pintar o escribir. Y hasta que aquellos que se dicen artistas no lo entiendan deberían dejar estas actividades, porque están mintiendo.
El arte tiene que volver a ser un acto de sinceridad.

En sus pinturas y dibujos, cualquiera fuera el tema y como moviéndose tras una gasa, me parece descubrir siempre su rostro. Es como si no hiciera más que obstinados autorretratos. También me provocan un desconcierto ante el tiempo, como si las obras trajeran una antigüedad que nos pertenece. Estas son algunas de mis sensaciones. Me gustaría que usted hablara de las suyas y de las asociaciones que les provocan los colores, en especial el blanco, y el rojo, los que más abundan en sus trabajos.
Sabemos que los colores centrales son el violeta y el verde, y que los periféricos son el rojo, amarillo, el anaranjado y el azul. Así se sitúan ante mis ojos.
Yo siento preferencia por el blanco y el negro. Me gustaba de joven ir vestido todo de negro y con guantes blancos. Son los dos primeros colores nombrados en el Génesis: "Separó Dios la luz de las tinieblas. . ”. Amo el blanco. En el palacio del castigo los reos iban vestidos de blanco. . . El negro es melancolía. Lo opuesto del blanco y de la dicha. Yo vestía de negro porque no tenía por quién enlutarme. En cuanto al rojo. ¡Ah! el accidente del aire fácilmente conjuga con el fuego. El secreto es saber cuál es el elemento.

¿Veremos siempre en el negro un símbolo de la muerte y lo maldito? ¿ No dejaremos de asociarlo con nuestra melancolía y la pena?
Dice San Agustín en la distinción que practica sobre el Génesis: “Y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo . . . . . . ”
Interpretaba así a los ángeles malditos, pero no siempre el negro será el rostro de la muerte y lo negado. podrá verse simplemente como color. La prueba está en las mismas Escrituras. Allí se lee: "negra soy pero hermosa". Los teólogos lo aplicaron a la Santísima Virgen, que también fue negra ¡y tan hermosa!
Además, aquel que pregunta ya sabe. ¿Para qué difundir lo que los dos conocemos?

Hace un instante, mientras citaba a San Agustín, tuve presente una imagen que se reitera con frecuencia en su poesía: "La noche de los corderos". ¿Cuál es su significado?
Hay tres noches. La primera corresponde a los sentidos externos; la segunda, a los sentidos internos, y la tercera noche es la del intelecto. Hay algo esencial para quien se presenta ante estas noches: la sinceridad. El pecador nunca dejará de serlo.
Yo soy un muerto, pero vivo en Cristo.
Los corderos significan la unidad divina. Cuando eran sacrificados en el Templo judío, debían tener siempre un año, para representar la unidad.
¿Quién te enseñó la física? Los egipcios. ¿Quién te enseñó la magia? Los caldeos. ¿Pero quién te enseñó el misterio de la unidad divina? El pueblo de Israel.

Mientras hablaba de su libro Estrella de la mañana usted citó su bautismo. ¿Qué motivo la conversión de judío a católico? ¿Hay en este hecho, sin duda trascendente, una pista para mejor entender el desarrollo de sus mecanismos creativos y el giro que da en su poesía?
¿Conocer la obra sin descender a lo más profundo del alma? Pero no se trata de una conversión de judío a católico. Es, simplemente, la aceptación de la religión católica, apostólica y romana. Porque lo de judío no se pierde.
Esta particular conversión es una concesión de gracia. Dios, estoy seguro, ha encontrado méritos para concederme ese conocimiento y esa fe.

Recuerdo que me contó que había sido violinista. ¿Cómo relaciona la música con su poesía ?
Especialmente en la medida. Mi poesía está totalmente medida y de una manera que la acerca a lo musical.
En Molino rojo hay gran influencia de la sonata de Corelli La locura. Esta sonata tiene dos formas de ejecución El loco y La loca, según sea hombre o mujer el ejecutante.
En Hecho de estampas hay influencia de los cantos gregorianos. Estrella de la mañana, a su vez, sigue la medición del latín clásico, que es toda música.

Hay en su obra, especialmente en sus primeros poemas publicados, una constante referencia a la locura. Incluso la invoca como si fuera el camino para cumplir su destino, "el camino más alto y más desierto ". ¿Porqué esa invocación? ¿De qué demencia se trata?
Me refiero a la demencia en el sentido más total, absoluto. Hay formas de la demencia que obedecen a los nervios centrales y otras a los nervios periféricos. Pero también puede ser un castigo. El que va a nacer elige ser bueno o malo. Eso se da hasta con las vacas.
También es cierto que la mayoría de los demonios tienen la médula desviada. Cualquier enfermedad, aun el cáncer, es estado de locura. Los médicos tendrían que seguir a fondo las enseñanzas de Hipócrates, que curaba hasta con el fuego. ¡Y pensar que incluso hay gente que se alegra de estar loca!
La demencia debe ser vista desde un punto de referencia moral. A esa pobre gente que está en el hospicio habiendo pasado por lo más horrible habría que darle buena comida (aquí la comida es pésima), y enseñarles a sentarse en la mesa, a no robar, a no blasfemar. . . Hay que cambiar, fundamentalmente, la higiene. Es que el hambre, el abandono, la suciedad, las humillaciones, contribuyen al deterioro sin tregua de la criatura humana, de su cuerpo y de su alma.
Es cierto, en mi poesía invocaba la locura. Aquí se conoce la locura.

La relación entre el arte y las crisis espirituales más profundas, esos estados que suelen calificarse de locura o demencia, continúa siendo un misterio de difícil revelación. En su criterio, ¿en qué medida la enfermedad mental puede influir en una obra artística?
Corelli escribió su sonata La locura después de estudiar durante años esas enfermedades. Y cuando terminaba de tocar la sonata en su casa salía a la calle a conocer a la gente, viendo con tristeza que la mayoría estaban locos.
Yo he investigado el alma, también la psiquiatría. Y sé que los ciegos y sordomudos son dementes. Que los muy ricos y los que llevan uniformes son dementes y peligrosos. Y que los que visten sotanas y se llaman hijos de Cristo son los más dementes, hipócritas y demoníacos de todos.
En cuanto a mi obra, los médicos dicen que no hay en ella signos de enfermedad. Y aunque no es gente de gran entendimiento, en esto no se equivocan, ya que no hay en mi poesía nada en contra de la gramática. Pero a la vez presiento que en la poesía y en la locura hay un mismo soplo. . .

¿El soplo de la inocencia ?
¡Y del espanto!

¿Qué piensa de la obra de Artaud, de Lautréamont, de Nerval?
En Artaud la enfermedad influyó en contra de su obra. Pero él no podía alejarse de la locura, era la locura de Satán.
Si Artaud hubiera estado sano habría estudiado la escolástica, ¡hay que estudiar!
El Conde de Lautréamont era un loco perverso. Yo leí su obra y supe de su vida viviendo en el Uruguay. ¡Que hombre pésimo! Se habla entregado a los vicios y hacía con ellos poesía. Era un monstruo. Sólo en él había locura, la del lobo que roe la frente.
Nerval en cambio era bueno. Pero se ahorcó de un farol. Le gustaban las manzanas.
Lautréamont y Artaud me angustian. Su psicología es la de los vagos Yo estaba atraído a ser como ellos, peto me salvé con la misa y los libros santos.

Lautréamont y Artaud también sufrieron. Pareciera que en sus vidas no hubo mucho más que dolor. Y ese dolor lo convirtieron con extraña belleza, quemándose en su propia conciencia, en poesía.
No debemos confundirnos. El sufrimiento de los viciosos no es noble, está muy alejado del de los mártires de Dios.

Me cuesta diferenciar en el sufrimiento y distinguir quienes son los verdaderos mártires, los de Dios o los de los hombres. Pero además, ¿no cree que esa exaltación angustiosa de lo siniestro que encontramos en Artaud y más marcadamente en Lautréamont, adquiere finalmente un sentimiento místico, si aún se quiere culturalmente religioso?
Lautréamont no tenía nada de religioso. Era un muerto, como diría un teólogo moralista.
Es cierto que no supo más que de penas, pero no pudo dar con la contrición, ese dolor perfecto ni con la contrición, ese dolor imperfecto al que se entregan los pecadores arrepentidos para que se les restituya a la primera gracia y continuar una vida penitencial, hasta arraigarse en un estado de paz y esperar la buena muerte.
Pero él no da señales de haber tenido ninguna instrucción religiosa: aunque nombre mucho a Dios, que lo pudiera llevar a la salud espiritual.

¿Usted no quema sus años en este hospicio por buscar su verdad absoluta, ese Dios que lo convierta en el mismo Dios?
Pienso que Lautréamont no hizo en su corta vida con su obra otra cosa que mostrar su desesperada necesidad de amar. Injuriaba a Dios porque lo llamaba en el amor. Exaltaba el mal porque no soportaba la hipocresía del bien.

Tiene pasión por Lautréamont, ¿no es así?
Los Cantos de Maldoror marcaron desde muy temprano mi espíritu. Diría más: mi creencia de que la poesía es la posibilidad del hombre para vencer el miedo a la locura y a la muerte surgieron tras la lectura de ese libro.
Voy a decirle algo que lo hará pensar. Es un secreto que he mantenido hasta hoy. Yo, a pesar de todo, quiero al conde de Lautréamont y lo voy a ayudar. Y él me conoce. Como juez he tenido que verlo. Me pidió que no lo olvidara, que intercediera por él ante Dios, que es mi amigo.
Hace un tiempo nos encontramos en otra región. Cuando lo vi estaba como despojándose del sueño, con agua y con algas, pero no con peces. Los peces se habían ido. Se mantenía muy quieto, acostado en el mar. Yo caminaba sobre las aguas y lo llamé: "Lautréamont, Lautréamont -le dije-, soy Fijman".
El se acercó y dijo que me quería, que seriamos muy amigos ahora en el mar, porque los dos habíamos sufrido sobre la tierra. Pero no lloramos, nos abrazamos y permanecimos una eternidad en silencio.

Recuerda cómo era. Nadie pudo hablar de él con exactitud, y hasta se duda que haya vivido.
Tenía ojos celestes de gato. Alto, varios metros. La piel azul y las manos huesudas.
Yo soñé una vez que tenía colmillos y plumas hasta los tobillos.
Sí. fino elegante, pero con una dentadura tremenda, probablemente un vampiro. Debe estar ahora no en el Infierno sino en el Hades que es el reino de la muerte.

¿Cuál fue el peor de sus pecados?
La soberbia. Se negó a ser un niño. Es lo que deduzco de sus escritos. donde se hacen sentir su soledad y su desesperanza.

Duele estar solo, mientras el corazón se apaga.
Yo también lo estoy, aunque pienso que he encontrado a usted una buena amistad. Somos amigos -no es así?

Para mí usted es un maestro al que respeto porque se consume en su propio desierto, ¿me entiende? Y he llegado a quererlo mucho.
¿Puedo pedirle un favor?

.
Sé que dentro de muy poco me voy a morir. Ya soy viejo y he sufrido lo suficiente. Pero tengo miedo de lo que me espera. No de la muerte, porque ya estoy muerto en Cristo, sino de que me abran la cabeza como hacen con todos los internos. . . ¡No quiero presentarme ante Dios cuando resucite con el cerebro dañado y chorreando sangre! Mi vida ha sido el estudio, la poesía; quiero estar hermoso, digno. . . Además va a estar ella, la Virgen, la única que no se burló de mi amor ni me rechazó. . . ¿Se ocupará de mí cuando muera? Sáqueme a toda prisa de la morgue. No deje que me destrocen, ¿me lo promete?

Se lo prometo. . . ¿Recuerda que escribió "es muy larga la noche del corazón"?
Fue hace unos años. . . Nunca imaginé que duraría tanto esa noche: tampoco que serían mis días los de un poeta en el hospicio.


Este reportaje fue publicado en la revista Talismán en mayo de 1969, un año antes de la muerte del poeta, luego reproducido en la revista Crisis en 1970.

sitio web de referencia: cenicienta de ladrones y mendigos.
imagen: Francisco Hernández

martes, diciembre 29, 2009

abandonada a la indiferencia de las estrellas


Un sueño de muerte

Soñé que ella había muerto en un lugar extraño
lejos de manos conocidas;
y los campesinos de esa tierra,
clavaron las tablas encima de su cara,
y me preguntaba cómo la dejaron en semejante soledad,
y clavaron sobre su tumba,
una cruz hecha con dos pedazos de madera
y plantaron cipreses a su alrededor;
y la abandonaron a la indiferencia de las estrellas
hasta que tallé estas palabras:
Ella fue más bella que tu primer amor,
pero ahora yace debajo de las tablas.


William Butler Yeats, Dublin, 1865-Menton, 1939.
Versión © silvia camerotto
imagen: Jean Jacques Henner, Solitude

A dream of death

I dreamed that one had died in a strange place
Near no accustomed hand;
And they had nailed the boards above her face,
The peasants of that land,
And wondering to lay her in that solitude,
And raised above her mound
A cross they had made out of two bits of wood,
And planted cypress round;
And left her to the indifferent stars above
Until I carved these words:
She was more beautiful than thy first love,
But now lies under boards.

lunes, diciembre 28, 2009

con el consentimiento de gabino


Tantas y tantas

Cientos
y cientos
de personas...
tantas
y tantas...
En la esquina
un hombre
y un libro
hablan de un
único camino.
Yo
siento deseos
de dudar...
todo el tiempo,
y busco
entre
iguales
diferencias
vanas.

Correo argentino

Tramité una queja
en el correo argentino.
Dos días después
recibí
una respuesta
en mi domicilio
donde se decía:

Sr. Gabino Quiroga
Bahía Blanca
Buenos Aires

De nuestra mayor
consideración
nos dirigimos
a usted
en relación
a su presentación
de fecha 7/3/2009
registrada
en este centro
de atención
por los inconvenientes
que nos expresa
su exposición.
Queremos
comunicarle
que en el correo
consideramos
positivo crear
un fluido contacto
con nuestros clientes,
realimentando
permanentemente
esta relación.
Sin más,
lamentando
los inconvenientes
a los que se haya visto sujeto,
hacemos propicia
la oportunidad
para saludar
a usted
muy cordialmente.

Carla Valda
Centro de atención al cliente
Correo oficial de la república argentina.


Germán Arens, Bahía Blanca, 1967
de Versos de Gabino, El Suri porfiado Ediciones,Buenos Aires, 2009
imagen: s/d

jueves, diciembre 24, 2009

basil bunting. en la guarda de los cantos de Pound


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En la guarda de los cantos de Pound

Ahí están los Alpes. ¿Qué hay para decir de ellos?
No tienen sentido. Glaciares mortales, chiflados trepando los peñascos,
revoltijo de rocas y maleza, pastura y roca, pedregal,
et l’on entend, quizá, le refrain joyeux et leger.
¿Quién sabe qué habrá grabado el hielo sobre la roca que alisa?

Ahí están ellos, deberás dar un largo rodeo
si deseas evitarlos.
Hacen falta unos cuantos para acostumbrarse. Allí están los Alpes,
¡tontos! ¡Siéntense a esperar que se derrumben!

Basil Bunting, Northumberland, 1900- Cumbria, 1985
Versión © Silvia Camerotto
De Poem hunter
Imagen: Ezra Pound por Wyndham Lewis

On the Fly-Leaf of Pound's Cantos
There are the Alps. What is there to say about them?
They don't make sense. Fatal glaciers, crags cranks climb,
jumbled boulder and weed, pasture and boulder, scree,
et l'on entend, maybe, le refrain joyeux et leger.
Who knows what the ice will have scraped on the rock it is smoothing?

There they are, you will have to go a long way round
if you want to avoid them.
It takes some getting used to. There are the Alps,
fools! Sit down and wait for them to crumble!

lunes, diciembre 21, 2009

basil bunting. lo que el presidente le dijo a tom



Lo que el presidente le dijo a Tom

¿Poesía? Eso es un pasatiempo.
Yo juego con trenes de modelismo.
El señor Shaw cría palomas.

No es trabajo. No sudas.
Nadie paga por ello.
Podrías publicitar jabón.

La ópera es arte; o la compañía de repertorio—
'La canción del desierto'.
Nancy estaba en el coro.

Pero exigir doce libras semanales—
eres casado, ¿no es cierto?—
tienes agallas.

¿Cómo podría mirar a la cara
a un chofer de ómnibus
si te pagara doce libras?

¿Sea como fuere, quién dice que es poesía?
Mi hijo de diez años
puede hacerla y rimar.

Me pagan tres mil y gastos,
un coche, bonos,
pero soy contador.

En mi compañía
hacen lo que les digo,
¿Qué haces tú?

Palabras cortas y sucias, palabras largas y sucias,
es insalubre.
Deseo lavarme cuando me encuentro con un poeta.

Son Rojos, adictos,
todos delincuentes.
Lo que escribes está podrido.

El señor Hines lo asegura, y es un maestro de escuela,
él debe saber.
Ve y busca trabajo.

Basil Bunting, Northumberland, 1900- Cumbria, 1985
Versión © Silvia Camerotto
De Basil Bunting Poetry Centre
Imagen: Gregory Corso reading at Morden Tower. Basil Bunting, Lawrence Ferlinghetti, and Tom PicKard in the audience.

What The Chairman Told Tom
Poetry? It's a hobby.
I run model trains.
Mr Shaw there breeds pigeons.

It's not work. You dont sweat.
Nobody pays for it.
You could advertise soap.

Art, that's opera; or repertory -
The Desert Song.
Nancy was in the chorus.

But to ask for twelve pounds a week -
married, aren't you? -
you've got a nerve.

How could I look a bus conductor
in the face
if I paid you twelve pounds?

Who says it's poetry, anyhow?
My ten year old
can do it and rhyme.

I get three thousand and expenses,
a car, vouchers,
but I'm an accountant.

They do what I tell them,
my company.
What do you do?

Nasty little words, nasty long words,
it's unhealthy.
I want to wash when I meet a poet.

They're Reds, addicts,
all delinquents.
What you write is rot.

Mr Hines says so, and he's a schoolteacher,
he ought to know.
Go and find work.

jueves, diciembre 17, 2009

quiero mi cara


De Mujer que llora
(Dora Maar)
Pablo Picasso (1937)

2

Hasta mi sombrero se burla de mí
riéndose
en el interior de mi dolor—

Mi boca retorcida
y mis dientes rechinantes
mis dedos gordos y toscos
como si aún llevaran
esos guantes—
los que guardas, manchados de sangre.

¿Qué le ha ocurrido
a las pupilas
de mis ojos, Picasso?

¿Por qué merezco
semejante deformidad?

¿Qué soy ahora
si no una cruza entre
un payaso y un pedazo
de vajilla rota?

3
Pero soy famosa.
La gente me reconoce
a pesar de mis grietas/ facturas.

No soy la Mona Lisa
(cómo me gustaría borrar
la soberbia de su cara
que aún seduce.)

¿Acaso no sabe ella que el arte, el gran arte,
no necesita ser un óleo?

Yo soy un imán
que no carece de belleza.

Soy un ícono
del dolor del siglo veinte.

Un símbolo
de las posibilidades compositivas

Mis lágrimas son lágrimas de felicidad—
enormes diamantes ruedan.


14
Picasso, quiero mi cara de vuelta
su fotografía intacta

Una vez viví para ser acariciada
por los dedos de tus pinceles

Ahora veo que fui más una cómplice
de mi propio desarraigo

Viendo a los expertos contemplar
boquiabiertos tus obras maestras

Mientras yo reprimía, como una musa maltratada,
mi dolor íntimo hecho público.

15
Dora, Teodora, sé razonable, si no fuera por Picasso
nadie te recordaría.
Él te ha dado una vigencia increíble.
Sí, ¿pero quién recordará los frutos de mi propia vida?

No soy una polilla revoloteando alrededor de su pelo.
Él puede ser un genio pero también es un bastardo—
Medusa, Cleopatra, ayúndenme a encontrar mi puta interior,
¿no fui bautizada Henrieta Teodora Marcovich?

Picasso, quiero mi cara de vuelta
su geografía intacta.

Grace Nichols, Georgetown, Guyana, 1950. Actualmente vive en Inglaterra
Versión © Silvia Camerotto
de guardian.co.uk., poem of the week
Imagen: Weeping woman, Pablo Picasso

From Weeping Woman
(Dora Maar)
Pablo Picasso (1937)


2

Even my hat mocks me
laughing
on the inside of my grief –

My twisted mouth
and gnashing teeth,
my fingers fat and clumsy
as if they were still wearing
those gloves –
the bloodstained ones you keep.

What has happened
to the pupils
of my eyes, Picasso?

Why do I deserve
such deformity?

What am I now
if not a cross between
a clown and a broken
piece of crockery?


3

But I am famous.
People recognise me
despite my fractures.

I'm no Mona Lisa
(how I'd like to wipe
the smugness from her face
that still captivates.)

Doesn't she know that art, great art,
needn't be an oil-painting?

I am a magnet
not devoid of beauty.

I am an icon
of twentieth-century grief.

A symbol
of compositional possibilities

My tears are tears of happiness –
big rolling diamonds.


14

Picasso, I want my face back
the unbroken photography of it

Once I lived to be stroked
by the fingers of your brushes

Now I see I was more an accomplice
to my own unrooting

Watching the pundits gaze
open-mouthed at your masterpieces

While I hovered like a battered muse
my private grief made public.


15

Dora, Theodora, be reasonable, if it weren't for Picasso
you'd hardly be remembered at all.
He's given you an unbelievable shelf-life.
Yes, but who will remember the fruits of my own life?

I am no moth flitting around his wick.
He might be a genius but he's also a prick –
Medusa, Cleopatra, help me find my inner bitch,
wasn't I christened Henriette Theodora Markovitch?

Picasso, I want my face back
the unbroken geography of it.

sábado, diciembre 12, 2009

amy lowell. in excelsis




In Excelsis

Tú, tú
tu sombra es luz en una bandeja de plata;
tus pasos, el semillero de los lirios;
tus manos moviéndose, un tañido de campanas cruzando el aire calmo.

El movimiento de tus manos es el largo, dorado recorrido de la luz del sol naciente;
el aleteo de los pájaros en el sendero de un jardín.

Como perfume de narcisos, tú apareciste en la mañana.
Los potrillos no son más rápidos que tus pensamientos,
tus palabras son abejas alrededor de un peral,
tus fantasías son avispas doradas y negras zumbando entre manzanas rojas.
Bebo tus labios,
devoro la blancura de tus manos y pies.
Mi boca está abierta,
como una jarra nueva estoy vacía y abierta.
Como el agua blanca eres tú que llenas la copa de mi boca,
como un arroyo de agua lleno de lilas.

Estás inmóvil como las nubes,
lejano y dulce como las altas nubes.
Me atrevo a alcanzarte,
me atrevo a tocar el borde de tu brillo.
Me abalanzo más allá de los vientos,
yo exclamo y grito,
pues mi garganta corta como una espada
afilada con una piedra de marfil.
Mi garganta canta el regocijo de mis ojos,
la alegría impetuosa de mi amor.

¿Cómo cayó el arcoiris en mi corazón?
¿Cómo atrapé los mares para tenerlos entre mis dedos
y me atrapó el cielo para que sea un manto sobre mi cabeza? ¿Cómo es que llegaste a morar conmigo,
guiándome con los cuatro círculos de tu mística claridad,
para que yo diga ‘¡Gloria! ¡Gloria!’ y me incline ante ti
como frente a un altar?

¿Me engaño a mí misma con que la mañana es la mañana y un día después?
¿Creo que el aire es una condescendencia,
la tierra una gentileza,
el cielo una bendición a la que dar gracias?
Pues bien, tú —aire— tierra— cielo—
no te agradezco,
te tomo,
y vivo.
Y aquellas cosas que digo en consecuencia
son rubíes encastrados en una puerta de piedra.

Amy Lowell, Boston 1874-1925
De Poem Hunter (http://www.poemhunter.com/poem/in-excelsis/)
Versión © Silvia Camerotto
Imagen: John Jude Palencar

In Excelsis

You – you –
Your shadow is sunlight on a plate of silver;
Your footsteps, the seeding-place of lilies;
Your hands moving, a chime of bells across a windless air.

The movement of your hands is the long, golden running of light from a rising sun;
It is the hopping of birds upon a garden-path.

As the perfume of jonquils, you come forth in the morning.
Young horses are not more sudden than your thoughts,
Your words are bees about a pear-tree,
Your fancies are the gold-and-black striped wasps buzzing among red apples.
I drink your lips,
I eat the whiteness of your hands and feet.
My mouth is open,
As a new jar I am empty and open.
Like white water are you who fill the cup of my mouth,
Like a brook of water thronged with lilies.

You are frozen as the clouds,
You are far and sweet as the high clouds.
I dare to reach to you,
I dare to touch the rim of your brightness.
I leap beyond the winds,
I cry and shout,
For my throat is keen as is a sword
Sharpened on a hone of ivory.
My throat sings the joy of my eyes,
The rushing gladness of my love.

How has the rainbow fallen upon my heart?
How have I snared the seas to lie in my fingers
And caught the sky to be a cover for my head? How have you come to dwell with me,
Compassing me with the four circles of your mystic lightness,
So that I say "Glory! Glory!" and bow before you
As to a shrine?

Do I tease myself that morning is morning and a day after?
Do I think the air is a condescension,
The earth a politeness,
Heaven a boon deserving thanks?
So you – air – earth – heaven –
I do not thank you,
I take you,
I live.
And those things which I say in consequence
Are rubies mortised in a gate of stone.

lunes, diciembre 07, 2009

gustavo adolfo bécquer. rima VII y otras



7.
Voy contra mi interés al confesarlo;
no obstante, amada mía,
piensa, cual tú, que una oda sólo es buena
de un billete del banco al dorso escrita.
No faltará algún necio que al oírlo
se haga cruces y diga:
"Mujer, al fin, del siglo diecinueve,
material y prosaica". ¡Boberías!
¡Voces que hacen correr cuatro poetas
que en invierno se embozan con la lira!
¡Ladridos de los perros a la luna!
Tú sabes y yo sé que en esta vida,
con genio, es muy contado el quien la escribe:
y con oro, cualquiera hace poesía.

13.
Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.

¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!

-¡Ay! -pensé- ¡cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: "Levántate y anda!"

23.
¿Será verdad que, cuando toca el sueño
con sus dedos de rosa nuestros ojos,
de la cárcel que habita huye el espíritu
en vuelo presuroso?

¿Será verdad que, huésped de las nieblas,
de la brisa nocturna al tenue soplo
alado sube a la región vacía
a encontrarse con otros?

¿Allí, desnudo de la humana forma,
allí, los lazos terrenales rotos,
breves horas habita de la idea
el mundo silencioso?

¿Y ríe y llora, y aborrece y ama,
y guarda un rastro de dolor y el gozo,
semejante al que deja cuando cruza
el cielo un meteoro?

¡Yo no sé si ese mundo de visiones
vive fuera o va dentro de nosotros,
lo que sé es que conozco a muchas gentes
a quienes no conozco!

32.
Este armazón de huesos y pellejo,
de pasear una cabeza loca
cansado se halla al fin, y no lo extraño;
pues, aunque es la verdad que no soy viejo,
de la parte de vida que me toca
en la vida del mundo por mi daño
he hecho un uso tal, que juraría
que he condensado un siglo en cada día.

Así, aunque ahora muriera,
no podría decir que no he vivido;
que el sayo, al parecer nuevo por fuera,
conozco que por dentro ha envejecido.

Ha envejecido, sí: ¡pese a mi estrella!,
harto lo dice ya mi afán doliente:
que hay dolor que, al pasar, su horrible huella
graba en el corazón, si no en la frente.

Gustavo Adolfo Bécquer, Sevilla, 1836- Madrid, 1870.
de Rimas, Editorial Kapeluz, Buenos Aires, 1971
imagen: Leonardo Alenza, Sátira del suicidio de un pintor romántico, en Wikipedia

sábado, diciembre 05, 2009

words are images of thoughts refined


¡Oh soledad! Si contigo debo morar

¡Oh soledad! Si contigo debo morar,
que no sea entre el montón confuso
de edificios sucios: sube conmigo la cuesta,—
el observatorio de la naturaleza — desde donde el valle,
de laderas floridas, y la corriente cristalina de su río,
parecen unidos; permíteme cuidar tu vigilia
entre las ramas abovedadas, donde el salto ágil del venado
ahuyenta a la abeja en la campana de la dedalera.
pero aunque contemple gustoso estas escenas contigo,
aún así la dulce charla de una mente inocente,
cuyas palabras son imágenes de pensamientos delicados,
es el placer de mi alma; y seguramente,
cuando dos espíritus gemelos huyen a tu refugio,
debe ser la mayor dicha de la humanidad.


John Keats, Londres, 1795- Roma, 1821
Versión © Silvia Camerotto- Gerardo Gambolini
De John Keats, Poems, 1917, Dodo Press, Gloucestershire, 2007
imagen Patty Levey,  en Uno de los nuestros

O Solitude! If I Must With Thee Dwell

O Solitude! if I must with thee dwell,
Let it not be among the jumbled heap
Of murky buildings: climb with me the steep,—
Nature's observatory—whence the dell,
In flowery slopes, its river's crystal swell,
May seem a span; let me thy vigils keep
'Mongst boughs pavilioned, where the deer's swift leap
Startles the wild bee from the foxglove bell.
But though I'll gladly trace these scenes with thee,
Yet the sweet converse of an innocent mind,
Whose words are images of thoughts refined,
Is my soul's pleasure; and it sure must be
Almost the highest bliss of human-kind,
When to thy haunts two kindred spirits flee

lunes, noviembre 23, 2009

demasiado joven, demasiado tonto



Ultima ratio regum*

Los cañones dicen la razón última del dinero
con letras de plomo en la colina primaveral.
Pero el muchacho que yace bajo los olivos
era demasiado joven y demasiado tonto
para que sus miradas importantes lo notasen.
Era un blanco más adecuado para un beso.

Mientras vivió, los altoparlantes de las fábricas jamás lo llamaron.
Ni tampoco las puertas giratorias de los restaurantes lo arrastraron al interior.
Su nombre nunca apareció en los diarios.
El mundo mantuvo su tradicional muro
alrededor de los muertos con su oro enterrado profundo como un pozo,
mientras que su vida, intangible como los rumores de la bolsa , transcurría.

¡Oh arrojó su gorra suavemente
un día cuando la brisa dejaba caer los pétalos de los árboles!
De la pared marchita brotaron cañones,
la ira de las ametralladoras sesgó los pastos de inmediato;
banderas y hojas cayeron de manos y ramas;
la gorra de tweed se pudrió entre las ortigas.

Consideren que su vida carecía de valor
en términos de empleo, libros contables de hotel, archivos periodísticos.
Consideren. Una de diez mil balas mata a un hombre.
Pregúntense. ¿Se justifica tanto gasto
en la muerte de alguien tan joven y tan tonto
debajo del olivo, oh mundo, oh muerte?


Stephen Spender, Londres 1909-1995
versión © silvia camerotto
De Inmortal Poems of the English Language, Washington Square Press, New York, 1952
imagen: Katy Horna
*'el argumento final de los reyes'

Ultima ratio regum*

The guns spell money's ultimate reason
In letters of lead on the spring hillside.
But the boy lying dead under the olive trees
Was too young and too silly
To have been notable to their important eye.
He was a better target for a kiss.

When he lived, tall factory hooters never summoned him.
Nor did restaurant plate-glass doors revolve to wave him in.
His name never appeared in the papers.
The world maintained its traditional wall
Round the dead with their gold sunk deep as a well,
Whilst his life, intangible as a Stock Exchange rumour, drifted outside.

O too lightly he threw down his cap
One day when the breeze threw petals from the trees.
The unflowering wall sprouted with guns,
Machine-gun anger quickly scythed the grasses;
Flags and leaves fell from hands and branches;
The tweed cap rotted in the nettles.

Consider his life which was valueless
In terms of employment, hotel ledgers, news files.
Consider. One bullet in ten thousand kills a man.
Ask. Was so much expenditure justified
On the death of one so young and so silly
Lying under the olive tree, O world, O death?

lunes, noviembre 16, 2009

sé que no tiene intenciones


Alabanza a mi hermana

Mi hermana no escribe poemas
y es improbable que de pronto comience a escribir poemas.
Le viene de su madre, que no escribía poemas,
y de su padre, que tampoco escribía poemas.
Bajo el techo de mi hermana me siento a salvo:
nada impulsaría al marido de mi hermana a escribir poemas.
Y aunque suene como un poema de Adam Macedonski,
ninguno de mis parientes se ocupa de escribir poemas.
En el escritorio de mi hermana no hay poemas viejos
ni nuevos en su bolso.
Y cuando mi hermana me invita a cenar,
sé que no tiene intenciones de leerme poemas.
Hace magníficas sopas sin esfuerzo,
y el café no se derrama sobre sus manuscritos.
En muchas familias nadie escribe poemas,
pero cuando lo hacen, rara vez es sólo una persona.
Algunas veces la poesía fluye en cascadas de generaciones
que ocasionan temibles corrientes en las relaciones familiares.
Mi hermana cultiva una prosa hablada decente,
pero toda su producción literaria está en tarjetas postales veraniegas
que prometen la misma cosa cada año:
que cuando vuelva me contará todo,
todo,
todo.

Wislawa Szymborska, Bnin, 1923
Wislawa Szymborska, Poesía no completa, Edición y Traducción: Gerardo Beltrán y Abel A Murcia, México, Fondo de Cultura Económica, 2008
imagen: Balthus

viernes, noviembre 13, 2009

con la cabeza del juglar



2
Me detengo un momento
en el país de los países
de las maravillas
la izquierda es la derecha
lo blanco es negro.

-Es éste el país
equívoco del equívoco
de los equívocos
pregunté.

-No obstante
trata de dar
los pasos necesarios
y salto
y entro
pero no sé
si estoy entrando
estoy saliendo

y hay que bajar
para subir
y si es que sube
baja

y salgo
y entro

y doy tres pasos
adelante
y estoy atrás
y atrás
se está adelante

y nunca
vuelvo al mismo lugar. Nunca
pero se vuelve
siempre
siempre
y salto y entro y salgo y entro

con la cabeza
del juglar
a la que el sol
golpea y
golpea

Al paso
al paso
-Generaciones y generaciones
jodidas por la estética
cometida
con premeditación
dijo el que estaba desde la barricada
haciéndola
detrás de.

jodidos y jodiendo
a los demás
por dorar demasiado
la píldora
por eso
a no 'poetizar'
ya más
lo podrido
está podrido
lo enfermo
está enfermo
no digo
no
quedar en la puteada
gritó
el que estaba desde la
pero sí
que hay que acabar
con el miedo
a pegar el cascotazo
dijo pegando el
lanzando un

habla
di tu palabra
y si eres poeta
'eso'
será poesía

que tu palabra
sea irrupción
de lo espontáneo
que lo que digas
diga tu existencia
antes
que 'tu poesía'

que tu ritmo
sea
pulso de la vida
antes que un elemento
de la música
gritó
arrojando otro
pegando
que tu verso
dé la vida
antes que su comentario

asoma
asoma
de entre tantas
sofisticadas
acumulaciones
dijo asomando el que estaba desde la barricada
asomando

libre de la complicidad
con 'lo poético'
asome
tu duro estallido
de palabras
golpeando
rompe el mito
de que has nacido antes que nada
para expresar 'lo bello'
para decirlo ante todo
'bellamente'

¡comienza abandonar esos prejuicios!

Leónidas Lamborghini, Buenos Aires 1927-2009
de El solicitante descolocado, Libros de Tierra Firme, Buenos Aires, 1989

Leónidas Lamborghini murió a los 82 años, en Buenos Aires, el 13 de noviembre de 2009.

lunes, noviembre 09, 2009

emily dickinson. algunos dicen que una palabra muere y otro


LXXXIX
Algunos dicen que
una palabra muere
cuando se dice.
Yo digo que cobra vida
justo ese día.


XC
Venerar los días simples
que guían las estaciones,
solo exige recordar
que a ti o a mí
pueden quitarnos
eso nimio llamado inmortalidad.

Investir la existencia
de un aire majestuoso
solo exige recordar
que para el cielo
esa bellota que está allí
es el óvulo de los bosques.


XCI
Es tan poca cosa llorar,
tan breve es suspirar;
y sin embargo, según los oficios,
hombres y mujeres morimos
conforme a esas medidas.

Emily Dickinson, 1830- 1886, Amherst, Massachusetts.
Versión © Silvia Camerotto
De The Collected Poems of Emily Dickinson, Barnes & Noble, New York, 1993
Imagen: Dorothea Tanning,Cumpleaños, 1942. En de plata y exacto.

LXXXIX A word is dead/ When it is said,/ Some say./ I say it just/ Begins to live / That day.

XC To venerate the simple days/ Which lead the seasons by,/ Needs but to remember
That from you or me / They may take the trifle / Termed mortality! // To invest existence with a stately air,/ Needs but to remember /That the acorn there/ Is the egg of forests/ For the upper air!

XCI It’s such a little thing to weep,/ So short a thing to sigh;/ And yet by trades the size of these/ We men and women die!

jueves, noviembre 05, 2009

hugo padeletti. poemas 1960-1980



creo

en
confiada desconfianza.
Intermitentes asesores, aprendí,
imponen grietas. El camino
convergente
negarán.

'El que sabe
                 no sabe'.

Es
mi certidumbre. Como el pez,
no sabría
trajinar. Necesita, comprendí,
aguas profundas.
                 'En el aire
se haría aire'.


Creo
como la planta.

                 Va

del roble a la bellota y
viceversa,
nunca igual, en
confiada desconfianza.


Al cumplirse la hora

se desprende un follaje,
se chamusca un miraje,
se seca el lodo. ¿A dónde
podría ir? Estaré en el espacio

transparente,
como todo.
Estaré en el azul, en los encajes
del hinojo,

en el rojo implacable
de la sangre,
en la mente,
en el ojo.

Al que medita,

este paseo de cipreses'.
Al que piensa en la muerte,
esta resonancia de lápidas.

Un ángel disidente,
quizás un querubín,
garantiza el atajo diferente,

la senda abrupta. ¿Hay privilegios
para el maná? Los cinco dedos
de la mano

son distintos:
el caballo cocea,
el mono agarra.

Hugo Padeletti, Alcorta, 1928
de Hugo Padeletti, Poemas, 1960-1980, Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, 1989

miércoles, noviembre 04, 2009

martes, noviembre 03, 2009

en la desventaja de mis maduraciones




Una reza

Reza oir la reza de las apariciones ronca por la ronca de
las enterraciones y vuelve los ojos al paisaje metido
dentro de la carne y del fuego del movimiento
humano más real el de pasitos de hombres en el
espacio humillado por sus elegantes desnutriciones,
oh país límpido, intercambiado con tartamudos y
despanzurrados y afeitados por el llano y
asesinadores engendrados en las negras copulaciones
entre ramos y entre santos de ojeras casi naturales,
yo exclamo que duermo sobre la arena caída en la
desventaja de mis maduraciones que sollozan todo
el poder del fuego.
Yo, que tengo el alimento más moderno, estoy rastreando
el invierno y las pudriciones de estos llanos.

El canto impopular

Yo, el rastreador, que ha dormido en los atrasos de la
luna en los atajos peninsulares, y ahora siento el
canto del desahogo, a través del orgulloso coraje,
oh mis pequeños seres del desamparao, canto mi canto
con un lenguaje impopular, pero cercano a
vuestros vestidos miserables.
El vestido las telas livianas de las mejillas despintadas el
olor de los motines talados de la miseria siempre
en la flor del fuego del pensamiento destruido sin
nacimiento en las coloridas y espléndidas
organizaciones de las albas lujosas de todos los días
de todos los montones de días ligeros y azucarados
por las cañas dulces solares irredentas ininterrumpidas
feroces vivientes de la irrectitud siempre anárquica
del espacio siempre moderno y siempre solidario
con los cantos de las invisibles deidades y de los
otros personajes reales asombrados de la miseria de
los sucios paisanos que encienden el clavel del
esperma nocturno sifilizado y demente y excitado
por los cerdos.
Oh, en mi escenario, de rodillas. Cocinas conteniendo el
aliento del dormido rencor en la palidez del alba.
Oh, gente sin viajes, que no puede fumar en el
fuego del universo su tabaco de miel arrollada por
el invierno, su comida de humo bañando el
ligerísimo mosquitero de rabia del color el color que
no trajina por las camas y que sólo saluda a la
sombra con sombrero del Ave Marías en el altar de
los santos ensordecidos por los fétidos besos.
Oh, mí, el rastreador, que ha dormido tirado entre los
yuyos, entre la ferocidad joyal de las palmeras en
el borde del agua, y de una cocina sucia llena de
lechos sucios y de tarros con jazmines calentados
del ex-alba.

Francisco Madariaga, Corrientes, 1927- Buenos Aires, 2000.

de Francisco Madariaga, Tembladerales de oro, Colección Poesía, El búho encantado, Rosario, Plaqueta 25, Octubre de 1985.
imagen: S/D

lunes, noviembre 02, 2009

il miglior fabbro




Un significado multiplicado y a veces incluso, inaprensible, es de todas maneras, comunicado. Julia Kristeva, El sujeto en cuestión: el lenguaje poético.

Sobre la poesía y su operación al margen de la realidad mensurable

a Ismael

Según el Corominas, el arte es el conjunto de preceptos para hacer bien algo, hasta 1140. Del latín ARS, ARTIS, f. ‘habilidad’, ‘profesión, arte’. El objeto se despliega, provocando la condensación pura de la creación, percibiendo lo que el objeto es. En tanto el bien como concepto de valor, el valor será un término transitorio, personal y arbitrario.
El arte poético opera como impacto instantáneo, no discursivo. Históricamente, la escritura se relaciona de alguna forma con la posesión del objeto, a través de un ritual ‘mágico’, una acción directa sobre aquello que el signo representa. Si nos remontamos a la época protosumeria, los símbolos primitivos se convierten en letras de un alfabeto, representadas en las tablillas de barro de la Mesopotamia. Los griegos, bajo la influencia neoplatónica y el gnosticismo oriental, crean los technopaegnia o caligramas; los latinos, los carmina figurata. En la época alejandrina se pretendía reproducir con las palabras los efectos de las artes plásticas, reconstruyendo el objeto mediante el lenguaje y en la Edad Media la experimentación era básicamente formal. Después del Renacimiento, con el Manierismo, se revitalizan estos artificios que el Barroco desarrollará en forma laberíntica que, posteriormente, con la llegada de la revolución industrial y burguesa, pasará del realismo al simbolismo, hasta el caligrama moderno. En otras palabras, se busca: pintar con palabras mediante artificiosa selección y hábil combinación de vocablos.
Hasta aquí hemos hablado de la relación directa entre objeto y representación. Retomemos hacer bien. Cuando Harriet Monroe le pidió a Ezra Pound su colaboración para la revista Poetry, el bueno de Pound en una misiva, rechazando cualquier intervención, sostenía que la poesía era un medio vivo, en constante flujo.
Ahora, captar la belleza exige poseerla antes; para potenciar la palabra poética, esa lengua, aristotélicamente, debe tener un carácter extraño y sorprendente. Entonces, el arte es capaz de producir admiración y estupor. Esto equivale a un trabajo de artesanía, la competencia del hacer con arte: el artificio.

Artesano, hasta 1440, del italiano artigiano, derivado según el modelo de cortigiano ‘cortesano’; artesanía hasta 1490. Artista, 1495; artístico 1832. Compuestos. Artefacto, mediados del siglo XVIII, del latín arte factus ‘hecho con arte’. Artífice, hasta 1490, latín artĭfex,-fĭcis, íd. Formado con facĕre ‘hacer’, artificio, 2da.mitad Siglo X, latín artificium íd. artificial hasta 1250; artificioso, 1495; artificiero.

Dante llamó a Daniel Arnaut il miglior fabbro. Su arte era como el de un joyero: limaba y pulía sus poemas hasta la perfección. Pound, quien analiza algunos de ellos verso por verso, sostiene que la artesanía arnautiana camina al lado de los kennings del Beowulf.
Hacía bien.
No perdida la vinculación a la Cábala, los poetas cifrarán sus conocimientos —en sentido anti-cientificista, o mejor dicho, conocimiento no demostrable— en clave, violando los códigos del lenguaje para reconstruirlos luego, en un plano otro. Esta estructura latente, reducida a una sola palabra o en ausencia, fuerza al lector a percibir la oblicuidad y el desplazamiento a lo largo del texto. El significado de las palabras es la historia de las palabras y las asociaciones que de ellas se hagan, sin que la duración de las sílabas o las cualidades de las palabras sean descuidadas. Cargadas de sentido mediante imaginación, sonido e impacto verbal del lenguaje poético, la visión se teje: se escribe sobre lo que se tiene. Y se escribe hasta alcanzar la belleza por encima del pensamiento, sin que el lenguaje se independice de la idea, construyendo una estructura plena de armonía de elementos.
La disposición de las palabras, fieles al objeto o al hecho que procuran registrar, nos indican, fundamentalmente, dos cosas: los objetos merecen respeto, y violentar el lenguaje no es la única manera de escribir poesía.
Los mecanismos de representación, la correlación entre emoción, sonido y ritmo requieren de la sugestión. En tal caso, se realiza un proceso de estimulación en el lector, mediante una palabra o grupo de palabras cuyo acomodamiento abre un nuevo camino. La organización del verso y la interiorización producen tensiones que, a su vez, renuevan los códigos, mediante la comunicación de lo inaprehensible.
Este acto es imprevisible. Ya no son los artificios de repetición de fórmulas de La Ilíada o en La Odisea, sino una nueva dimensión. Porque el lenguaje poético es autotélico, y la palabra poética tiene un valor autónomo. Sin embargo, la imagen poética no está sometida a un impulso. En la experiencia tética y en la armonía estética, se genera la naturaleza única del artefacto, operando al margen de una realidad mensurable. Porque la lírica es fundamentalmente antidiscurso. Aún cuando alcance el principio de equivalencia, el artificio poético ha de ser lo suficientemente sólido para que no se desnaturalice el objeto.
No hablamos de excesos. La coerción y la repetición trabajados finamente no implican el ‘To be wild with nothing to be wild about’, que es lo que viene sucediendo en la actualidad. Decir sin tener nada que decir. Escribir por correspondencia o en conflicto, con una obsesión neurótica por la forma, donde prolifera la falta de evidencia del objeto. No es cuestión de redimir el pathos, porque la poesía tiene que justificarse a sí misma dramáticamente y no ser simplemente pura poesía ajustada a la forma dramática. No sentimentalismo. No decir la belleza, en rigor, hacerla. Recuperar el lirismo, caracterizado por la musicalidad interior, la capacidad del pathos, sin dramatismos rimbombantes. Recuperar el sentido y el pasado de las palabras. No ejercer una copia minimalista del pensamiento mediante ideogramas. No hablar de la experiencia directa sin tener una experiencia trascendente.
La lírica ha de ser un método de composición. Un artificio que incluya el efecto, en suma, los rodamientos y las cadenas, los artificios para los cambios de decoración, las escaleras y los escotillones, las plumas de gallo, el colorete, los lunares y todos los aceites que en el noventa y nueve por ciento de los casos son lo peculiar del histrión literario.
La fina artesanía que busca incansablemente el sentido.

©silvia camerotto, lomas de zamora, 1959
imagen: Arnaut Daniel, códice del siglo XII, Biblioteca Nacional de Francia

***
Menéndez y Pelayo, Marcelino, Orígenes de la novela , Madrid, 1905.
Corominas, Joan, Breve diccionario etimológico de la lengua castellana, Editorial Gredos, 2000.
T.S.Eliot, Poetry and dramma.
Poe, Edgar Alan, Method of Composition

domingo, octubre 18, 2009

la habitación de al lado



La muerte no es nada

La muerte no es nada,
Sólo me he deslizado
a la habitación de al lado.

Yo soy yo,
y vos sos vos;
todo lo que éramos el uno para el otro,
eso, aún somos.

Me llaman por mi nombre,
me hablan con la misma sencillez
con que vos lo hacías,
sin cambiar tu tono,
sin usar un aire forzado
de solemnidad o dolor.

Reír como siempre reímos
con las bromas que compartíamos.
Deja que mi nombre sea
el nombre conocido que siempre fue.
Que sea pronunciado sin dramatismo,
sin la mínima sombra.

Vida significa todo
lo que siempre significó.
Es lo mismo que siempre fue.
Hay una continuidad ininterrumpida.

¿Por qué debo perder el juicio
porque no puedo ver?

Estoy esperando por vos,
por un intervalo,
en algún lugar muy cerca,
a la vuelta de la esquina.

Todo está bien.

Henry Scott Holland, Ledbury, 1847 – Oxford, 1918
Versión © Silvia Camerotto
Imagen: Simon Birch, At the brink of death

*El texto surge de la discusiones en torno al sermón El rey del terror, que Holland pronunciara, en mayo de 1910, con motivo de la muerte de Eduardo VII.

Death is nothing at all

Death is nothing at all,
I have only slipped away
into the next room.

I am I,
and you are you;
whatever we were to each other,
that, we still are.

Call me by my old familiar name,
speak to me in the easy way
which you always used,
put no difference in your tone,
wear no forced air
of solemnity or sorrow.

Laugh as we always laughed
at the little jokes we shared together.
Let my name ever be
the household word that it always was.
Let it be spoken without effect,
without the trace of a shadow on it.

Life means all
that it ever meant.
It is the same as it ever was.
There is unbroken continuity.

Why should I be out of mind
because I am out of sight?

I am waiting for you,
for an interval,
somewhere very near,
just around the corner.

All is well.

lunes, octubre 12, 2009

piadosa viene



Conoce la diligencia con que se acerca la muerte, y procura conocer también la conveniencia de su venida, y aprovecharse de ese conocimiento.

Soneto

Ya formidable y espantoso suena,
dentro del corazón, el postrer día;
y la última hora, negra y fría,
se acerca, de temor y sombras llena.

Si agradable descanso, paz serena
la muerte, en traje de dolor, envía,
las señas de su desdén de cortesía:
más tiene de caricia que de pena.

¿Qué pretende el temor desacordado
de la que a rescatar, piadosa,viene
espíritu en miserias anudado?

Llegue rogada, pues mi bien previene;
hálleme agradecido, no asustado;
mi vida acabe, y mi vivir ordene.

[Parnaso, 85, a]

Francisco de Quevedo, Madrid, 1580 — Villanueva de los Infantes, Ciudad Real, 1645
de Poesía Metafísica y amorosa, Francisco de Quevedo, Cupsa Editorial, Madrid, 1976

lunes, octubre 05, 2009

edna st. vincent millay. euclides a solas


Euclides, a solas

Euclides, a solas, ha contemplado la Belleza desnuda.
Callad a todos los que barbotean sobre la Belleza
Y déjadlos postrarse sobre la tierra y
Alabarse a sí mismos, en el instante en que
Miran la nada, enmarañados, en forma de cambiante linaje,
Yendo a ninguna parte; dejad que los gansos
Graznen y silben, porque los héroes buscan liberarse
De la sucia esclavitud hacia el aire luminoso.
¡Oh hora que ciegas, oh sagrado y terrible día,
Cuando el rayo, por primera vez, iluminó su visión
Con la luz de las formas! Euclides, a solas,
Ha contemplado la Belleza desnuda. Afortunados aquellos
Que, por una única vez, y aunque después se hayan alejado,
Escucharon su enorme sandalia atacando la piedra.

Edna St. Vincent Millay, 1892, Rockland, Maine – 1950, Austerlitz, New York
Versión © Silvia Camerotto
Imagen: Rafael, La escuela de Atenas, en Arquivolta

Euclid Alone


Euclid alone has looked on Beauty bare.
Let all who prate of Beauty hold their peace,
And lay them prone upon the earth and cease
To ponder on themselves, the while they stare
At nothing, intricately drawn nowhere
In shapes of shifting lineage; let geese
Gabble and hiss, but heroes seek release
From dusty bondage into luminous air.
O blinding hour, O holy, terrible day,
When first the shaft into his vision shone
Of light anatomized! Euclid alone
Has looked on Beauty bare. Fortunate they
Who, though once only and then but far away,
Have heard her massive sandal set on stone.

sábado, octubre 03, 2009

paraísos de fuego



encuentro con William Blake

Veré a William Blake
como la tormenta en sus paraísos de fuego

Me dirá que la manzana es más sabia
que las palabras
pero éstas hacen de la manzana
el sol que ilumina los verdes prados
Allí donde irás a perderte
en la grieta del canto del grillo
eterno condenado
a cantar el verde en el verde
como nosotros cantamos
el primer latido del universo

Veré a William Blake
brillando su escudo de amapolas

Buscando sus labios
me dirá que Dios
sintiendo la necesidad del silencio
dio comienzo al canto

Los Ángeles fueron notas musicales
en el paisaje
abriendo su partitura
como el pájaro descubre el alba

Desde entonces
la respiración líquida de la tierra
perfumó la flor
que ahora nos une en las visiones


© 2005, Juan Diego Tamayo, Medellín, 1968
de: Los elementos perdidos,Ediciones Fábula, Medellín, 2005
imagen: William Blake

lunes, septiembre 28, 2009

filiación



septiembre 28

a N.C.
In memoriam

¿Cuándo te bajaste del barco de los amotinados?
La ruta sitiada, en la mañana, de tu casa a la mía,
a cambio de café tibio y la excusa de no entendernos por un tiempo.
Miro las tazas a través de un vidrio sucio
y tus manos dibujan y hacen listas de visitas.
Era un intento por redimirnos.
No nos dimos cuenta de que las drogas no sanan.
Querías que yo hiciera un tiro corto a tres bandas,
pero se gastó la tiza.
Convocando a tu madre, repetías: Fuiste buena hija.
Ignorabas entonces que la bondad es una forma de resistencia.
Las faltas de Job,
los energúmenos subidos a la torre de Babel,
acariciaron el rostro de la filiación bien entendida.
Cuando un cuerpo de varón pesa menos de cuarenta kilos
lo envuelven en una sábana vieja.

silvia camerotto, lomas de zamora, 1959
inédito

imagen: Father, Blanka Lyszczarz Vautravers

miércoles, septiembre 23, 2009

eugene o'connel. trazando el interior


Trazando el interior

Imagina que tienes un repasador
Más grande que aquel en que las madres ponen el pan
Para demorar su enfriamiento, el que podrías extender
Sobre todo el piso de la cocina para esbozar su cara
Tan nítidamente como los rasgos del pastel.

Tendrías una imagen que podrías levantar
Hacia la luz y buscar las marcas individuales
De las personas que vinieron a trocar los hilos y sentarse
En sillas de paja que muerden el suelo desnudo, dejando
Firmas unicísimas sobre el concreto que se arrugó
Con el tiempo en un mapa que pudieras mirar e

Imaginar lo que esos cartógrafos aficionados
Estaban pensando cuando sus ojos cayeron, en el silencio
En medio de cuentos, que fue roto solo por
El sonido del fuego y cualquiera que fuera
Que llamaba en la noche desde afuera.

© Eugene O'Connell, Kiskeam, Cork, 1951

Versión © Silvia Camerotto
De: One Clear Call, Bradshaw Books, Cork, 2003
Imagen: Rob Gonsalvez, Flight plan

Mapping the interior

Imagine that you had a dishcloth
Bigger than the one mothers put on the bread
To slow its cooling, that you could spread
Over the whole kitchen floor to bring up its face
As clearly as the features on the cake.

You’d have a print you could lift up
To the light and examine for individual traces
Of people who came to swap yarns, and sit on
Sugan chairs that bit into the bare floor, leaving
Unique signatures on concrete that creased
Over time into a map you could look at and

Imagine what those amateur cartographers
Were thinking when their eyes fell, in the silence
Between the stories, that was broken only by
The sound of the fire and whatever it was that
Was calling in the night outside.

sábado, septiembre 19, 2009

y podemos recordar y construir



Poema en homenaje

No porque los arcos decrezcan esta noche su delirio
ni porque en todo el ámbito del hombre el propósito se haga más firme
la voz más numerosa la confianza más encendida
no porque en esta ciudad los amigos se reúnan para decirse su idéntica alegría
su combate sin fronteras y el calor seguro del comienzo
ni tampoco porque lejos del fervor en la caravana interna del desprecio
los enemigos invoquen sus orillas para acuciar el aire naciente
no porque aquí o allá se yerga el vuelo y la línea y el nuevo arrojo corresponda al antiguo
ni tampoco porque de todos los riesgos posibles elijamos el camino de la libertad y la consecuencia
o elevando el alba hemos llegado a comprender
si el gesto ondea esta noche su comienzo
si la calle anuda su tensión
si los hombre viniendo de su aparte fortifican su empeño cotidiano y amanecen en los puertos ascendentes
en mitad de las estaciones junto al río y las rutinas en tránsito
en medio de la ropa ondulante de las manos dedicadas a condenar o persuadir
es porque el pueblo seguro de su avance ampara hoy la intrepidez y el sueño de las ciudades de la tierra
es porque la mañana se extiende hasta la torre más alta de la infancia
y podemos recordar y construir los deseos futuros
es porque las manos semejantes y la fábula alimentan el amor en los bares y en los puentes
y es porque después de viajes innumerables y palabras de lentas esperanzas y trabajos
del ritmo antiguo y del esfuerzo de los cambios y la permanencia
nos hemos encontrado en el mismo desafío y en la misma batalla.

Edgar Bayley, Buenos Aires, 1919-1990.
de El Movimiento Poesía Buenos Aires (1950-1960), Selección, prólogo y notas de Raúl Gustavo Aguirre, Editorial Fraterna, Buenos Aires, 1979
imagen: Sulayez "Cambio y permanencia" en Criticarte.com

pero la casa emerge


donde quiera que estés

Tengo mi casa allá lejos donde nacen los lobos
Excelente para dormir a la intemperie para hacer fuego en el desierto.
El lecho es esa tierra dorada donde germinan las plantas ardientes del amor
Con sus raíces flotando entre las espumas de la memoria
Cada día ruedan sobre el techo las enormes piedras desprendidas del cielo
Con un ruido atronador que es sólo el murmullo imperceptible de los besos
La casa se hunde lentamente en viejas razas desaparecidas
En músicas monótonas de tambores
En espejismos salvajes con mujeres que cantan en la noche
Bruscamente sus ojos cambian de color y crean con una sonrisa la mecánica de lo imprevisto
Bruscamente sus vestidos se abren y muestran esos paisajes arrebatadores de borde de abismo
O se cierran de golpe formando la erosión de las lágrimas en las llanuras melancólicas donde viven los muertos
Pero la casa emerge de nuevo a flor de tierra
Enroscándose su larga cabellera a la garganta con una dulzura cada vez más feroz
A riesgo de estrangularme
Los salones reocrridos por la línea del horizonte abren sus espejos inmensos
cubiertos de dársenas y filtros de tormenta los muros son una montaña
el mugido lejano de un buey el océano dormido en jirones
Las escaleras se precipitan como fieras detrás de mis pasos
Se hunden en la eternidad y se prolongan hacia lo alto
A veces los trenes silban en las habitaciones y corren esos sirvientes
misteriosos que pululan por los corredores conduciendo antorchas y haces de leña
Detrás de las cortinas las viejas momias de plata labradas por las costumbres errantes
Destellan con una claridad lunar
Las tapicerías transparentes de las caricias
Las nostalgias desesperadas la violencia de las despedidas
El fulgor de los países perdidos y de las cabezas a la deriva flotando en otros años
Yo te espero eternamente en mi casa junto al mar
Para siempre bajo el presagio de las más bellas aventuras.

[XIII/XIV,12.]

Enrique Molina, Buenos Aires, 1910-1997
De El Movimiento Poesía Buenos Aires (1950-1960), Selección, prólogo y notas de Raúl Gustavo Aguirre, Editorial Fraterna, Buenos Aires, 1979
Imagen: Valentine Hugo, 1890-1968

sábado, septiembre 12, 2009

las cosas tienen precio


III

Esperé un dios en mis días
Para crear mi vida a su imagen,
Mas el amor, como un agua,
Arrastra afanes al paso.

Me he olvidado a mí mismo en sus ondas;
Vacío el cuerpo, doy contra las luces;
Vivo y no vivo, muerto y no muerto;
Ni tierra ni cielo, ni cuerpo ni espíritu.

Soy eco de algo;
Lo estrechan mis brazos siendo aire,
Lo miran mis ojos siendo sombra,
Lo besan mis labios siendo sueño.

He amado, ya no amo más;
He reído, tampoco río.

de Donde habite el olvido, 1932-1933

Ser de sansueña

Acaso allí estará, cuatro costados
Bañados en los mares, al centro la meseta
Ardiente y andrajosa. Es ella, la madrastra
Original de tanto, como tú, dolidos
De ella y por ella dolientes.

Es la tierra imposible, que a su imagen te hizo
Para de sí arrojarte. En ella el hombre
Que otra cosa no pudo, por error naciendo,
Sucumbe de verdad, y como en pago
Ocasional de otros errores inmortales.

Inalterable, en violento claroscuro,
Mírala, piénsala. Árida tierra, cielo fértil,
Con nieves y resoles, riadas y sequías;
Almendros y chumberas, espartos y naranjos
Crecen en ella, ya desierto, ya oasis.

Junto a la iglesia está la casa llana,
Al lado del palacio está la timba,
El alarido ronco junto a la voz serena,
El amor junto al odio, y la caricia junto
A la puñalada. Allí es extremo todo.

La nobleza plebeya, el populacho noble,
La pueblan; dando terratenientes y toreros,
Curas y cabalistas, vagos y visionarios,
Guapos y guerrilleros. Tú compatriota,
Bien que ello te repugne, de su fauna.

Las cosas tienen precio. Lo es del poderío
La corrupción, del amor la no correspondencia;
Y ser de aquella tierra lo pagas con no serlo
De ninguna: deambular, vacuo y nulo,
Por el mundo, que a Sansueña y sus hijos desconoce.

Si en otro tiempo hubiera sido nuestra,
Cuando gentes extrañas la temían y odiaban,
Y mucho era ser de ella; cuando toda
Su sinrazón congénita, ya locura hoy,
Como admirable paradoja se imponía.

Vivieron muerte, sí, pero con gloria
Monstruosa. Hoy la vida morimos
En ajeno rincón. Y mientras tanto
Los gusanos, de ella y su ruina irreparable,
Crecen, prosperan.

Vivir para ver esto.
Vivir para ser esto.

de Vivir sin estar viviendo, 1944-1949

Unos cuerpos son como flores

Unos cuerpos son como flores,
Otros como puñales,
Otros como cintas de agua;
Pero todos, temprano o tarde,
Serán quemaduras que en otro cuerpo se agranden,
Convirtiendo por virtud del fuego a una piedra en un hombre.

Pero el hombre se agita en todas direcciones,
Sueña con libertades, compite con el viento,
Hasta que un día la quemadura se borra,
Volviendo a ser piedra en el camino de nadie.

Yo, que no soy piedra, sino camino
Que cruzan al pasar los pies desnudos,
Muero de amor por todos ellos;
Les doy mi cuerpo para que lo pisen,
Aunque les lleve a una ambición o a una nube,
Sin que ninguno comprenda
Que ambiciones o nubes
No valen un amor que se entrega.

de Los placeres prohibidos, 1931

Luis Cernuda, Sevilla, 1902- México D.F., 1963
Fuente: Luis Cernuda, Poesía completa, Biblioteca Crítica, Barral Editores, Barcelona, 1977
Imagen:Dibujo anónimo de Cernuda. Archivo residencia de estudiantes.

lunes, septiembre 07, 2009

se arqueó la cadera del mundo


Navegante solitario II

Después aparecieron los arrecifes: un ojo de vidrio,
una esmeralda en medio del océano. Y la luz
cayó de golpe sobre mí como aceite hirviendo, como un arpón.
Hasta entonces no habíamos conocido la luz.
Lo que llamábamos luz era sólo un reflejo.
Aquello que se posaba sobre el alféizar de la ventana era un simulacro.
La luz era esto: correas ciñiendo los músculos.
La luz era esto: grasa en los ojos, en la boca.
Hasta entonces no habíamos conocido la luz.
Esa noche, bajo las grandes hojas del verano,
pagamos el diezmo de nardo y vainilla.
Y se arqueó la cadera del mundo. Al amanecer,
salimos nuevamente al mar azul,
cantando al ritmo de los remos la antigua canción:
Hacia el horizonte que siempre se aleja,
hacia el horizonte que arroja su red,
hacia el horizonte que nos hace temblar,
hacia el horizonte que esconde al gran pez,
hacia el horizonte del poder desconocido,
hacia el horizonte, siempre hacia el primogénito,
para recibir el alma real, para servir a un amo mejor.

Horacio Castillo, Ensenada, |934.
de Alaska, Colección de Poesía Todos Bailan, Libros de Tierra Firme, Buenos Aires, 1993
Imagen: Gustave Dore, Ancient Mariner

jueves, septiembre 03, 2009

alfonsina storni. y la cabeza comenzó a arder


Y la cabeza comenzó a arder

Sobre la pared
negra
se abría
un cuadrado
que daba
al más allá.

Y rodó la luna
hasta la ventana;
se paró
y me dijo:
‘De aquí no me muevo;
te miro.
No quiero crecer
ni adelgazarme.
Soy la flor
infinita
que se abre
en el agujero
de tu casa.

No quiero ya
rodar
detrás de
las tierras
que no conoces,
mariposa,
libadora
de sombras.

Ni alzar fantasmas
sobre las cúpulas
lejanas
que me beben.
Me fijo.
Te miro’.
Y yo no contestaba.
Una cabeza
dormía bajo
mis manos.
Blanca
como tú,
luna.

Los pozos de sus ojos
fluían un agua
parda
estriada
de víboras luminosas.

Y de pronto
la cabeza
comenzó arder
como las estrellas
en el crespúsculo.

Y mis manos
se tiñieron
de una substancia
fosforescente.
E incendió
con ella
las casas
de los hombres,
los bosques
de las bestias.

(de Mundo de siete pozos, 1935)

Agrio está el mundo

Agrio está el mundo,
inmaduro,
detenido;
sus bosques
florecen puntas de acero;
suben las viejas tumbas
a la superficie;
el agua de los mares
acuna
casas de espanto.

Agrio está el sol
sobre el mundo,
ahogados en los vahos
que de él ascienden,
inmaduro,
detenido.

Agria está la luna
sobre el mundo;
verde,
desteñida;
caza fantasmas
con sus patines
húmedos.

Agrio está el viento
sobre el mundo;
alza nubes de insectos muertos,
se ata, roto,
a las torres,
se anuda crespones
de llanto;
pesa sobre los techos.

Agrio está el hombre
sobre el mundo,
balanceándose
sobre sus piernas...

A sus espaldas,
todo,
desierto de piedras;
a su frente,
todo, desierto de soles,
ciego...

(de Mundo de siete pozos, 1935)

Alfonsina Storni, Sala Capriasca, Suiza, 1892- Mar del Plata, 1938
De Alfonsina Storni, Tomo I, Poesía, ensayo, periodismo, teatro, Editorial Losada, Buenos Aires, 1999.
Imagen: Remedios Varo