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miércoles, octubre 28, 2015

tom pow. amor en el zoologico



Amor en el zoológico (Bronx)

Recorremos los senderos cubiertos de hielo
pasando los estanques helados, los recintos con nieve,
donde los juncos como puercoespines amontonados
son chozas negras y todo lo que se ve.

En el tenue calor de un reptilario,
nos detenemos ante una pecera
con una tortuga color arena
de caparazón blando, grande
como mi mano abierta. De la larga cuchara
de su cabeza, sobresalen los agujeros de la nariz
como minúsculos binoculares. Ojos,
dos manchas plateadas. Cuando se yergue
sobre la hierba verde y oscura, sus patas,
como semillas de sicomoro, rozan la ventana
por la que miramos. Tan cerca está
y tan doblada, que vemos
el delgado círculo de su boca invertida;
casi imaginamos que va a hablar...

De vuelta en el Bronx, no sabemos
en qué callejón sin salida dar la vuelta;
nos equivocamos siempre finalmente. Damos vueltas-
moscas atrapadas en una mortal belladona- tratando
de encontrar la entrada a la autopista

más allá de los edificios quemados, basureros;
un brasero que les saca el frío
a unos borrachos.

Un Cadillac azul y maltrecho se sacude
hasta detenerse frente a nosotros. Los paneles oxidados
tiemblan; las luces traseras rojas brillan
en los alerones corroídos. Nos quedamos inmóviles
mientras las negras maldiciones del hombre negro flotan
en el aire invernal. Nos miramos mutuamente:
súbitos neófitos, que podrían -sin sueño, ni palabras, 
en la oscura jaula de la noche -mantener sus cuerpos blandos
cerca; miedo
por la supervivencia del amor.

Tom Pow, Edimburgo, 1950
de Recolectores de nueces, Cooperativa La Joplin, México, 2015
traducción de Jorge Fondebrider
imagen de Larry Rivers, en icollector

Love at the (Bronx) Zoo

We walk the icy paths
past frozen ponds, snowed-in enclosures,
where reeds like drifting porcupines
are black hutas are al that show.

In the dim warmth of an animal house,
we linger by a tank
with a sandy-coloured,
soft-shelled turtle, the size
of my spread hand. From the long spoon
of its head, nostrils stick out
like tiny binoculars. Eyes,
two silvery stains. When it rises
from the dark green weed, its fins,
like sycamore seeds, brush the window
we peer through. So close is it
and so angled, we see 
the thin loop of its down-turned mouth;
almost fancy it would speak...

Back in the Bronx, we don't know
which blind-eyed alley to turn down;
eventually are wrong anyway. We ride around-
a fly caught in deadly nightshade- trying
to reclaim the rim of the highway

past burned-out buildings, waste-ground;
a brazier licking the chill
off some winos.

A battered blue Cadillac jerks
to a stop in front of us. Rusted panels
shake; red tail lights glare
from corroded fins. We sit tight
as the black man's black curses plume
into the winter air. We turn to each other:
sudden neophytes, who might -sleepless, speechless,
in the dark cage of night -hold their soft bodies
close; fear
for love's survival.

viernes, junio 12, 2015

patrick mcguiness. caja negra



Caja negra

Cada matrimonio estrellado tiene su caja negra, la cuenta
detallada de lo que salió mal y de cómo,
el crescendo de errores que aumenta, queda por un instante
quieto en su cresta de trauma, y luego se hunde con nosotros

en una cascada de estática. Lo que sobrevive es la caja negra;
un destello de antracita entre los restos donde, preservadas con ira,
las voces que contiene repiten sus últimos momentos de vida
y hablan de cómo, hasta el final mismo, podrían haber sido

tan diferentes; y de cómo, desde el principio, sabían que nunca habrían podido.

Patrick McGuinness (Túnez, 1958) 
Traducción de Jorge Fondebrider
Poesía galesa
gentileza de Jorge Fondebrider


Black Box

Every crashed marriage has its black box, the blow-
by-blow account of what went wrong and how,
the crescendo of mistakes that peaks, is for an instant
quiet on its crest of trauma, then drowns itself and us

in a cascade of static. The black box is what survives;
anthracite gleaming in the wreckage where, preserved in anger,
the voices that it holds replay their lifetime of last moments
and speak of how, until the very end, it might all have been

so different; and how, right from the start, they knew it never would.

sábado, agosto 21, 2010

como si algo nos hubiese arrancado de la cama...



Hamlet

Hay una altura, antes de despertar, en que
sueño y realidad se confunden. A veces,
el sueño impide que se haga esa distinción;
otras veces, nos juzgamos metidos
en la vida sin saber que aún no salimos
del limbo nocturno. En todos los casos,
sentimientos y emociones sobresaltan
el cuerpo; nos movemos para un lado y para otro
con la angustia de la doble existencia; nada
dominamos de las acciones que, todavía,
sufrimos como si algo nos hubiese arrancado
de la cama. Durante el desayuno, pensando
en eso, ya poco queda de cualquier cosa
de la noche. Ni las personas, ni las palabras,
ni las imágenes nos atormentan con la intensidad
de hace un momento. No obstante, es como si nos faltara
algo de nosotros. Y, durante el día, repetimos
gestos que no sabemos a quien se dirigen;
oímos frases de las que no percibimos
el sentido. Y no sabemos, de hecho,
dónde encontrar una explicación para ese
deambular entre ser
y no ser.

Nuno Judice, Algarve, Portugal, 1949
Um Canto na Espessura do Tempo , 1992
traducción y gentileza de Jorge Fondebrider
imagen: s/d

Hamlet

Há uma altura, antes de acordar, em que
sonho e realidade se confundem. Por vezes,
o sono impede que se faça essa distinção;
de outras vezes, julgamo-nos metidos
na vida sem saber que ainda não saímos
do limbo nocturno. Em todos os casos,
sentimentos e emoções sobressaltam
o corpo; movemo-nos para um e outro lado
como a angústia da dupla existência; nada
dominamos das acções que, no entanto,
sofremos como se algo nos tivesse arrancado
da cama. Durante o pequeno-almoço, pensando
nisso, já pouco resta de qualquer coisa
da noite. Nem as pessoas, nem as palavras,
nem as imagens, nos atormentam com a intensidade
de há pouco. Porém, é como se nos faltasse
alguma coisa de nós. E, durante o dia, repetimos
gestos que não sabemos a quem se dirigem;
ouvimos frases de que não sabemos, de facto,
onde encontrar uma explicação para esse
deambular entre ser
e não ser
.

domingo, agosto 15, 2010

te conduces


La adolescente

Como un carro bien enganchado tienes las rodillas lisas, el talle fino; el busto hacia atrás como el cochero del cab.
Te transportas, te conduces; tu espíritu no está para nada separado de tu cuerpo.
¿Por qué te detuviste de repente?
Las dos ampollas de un reloj de arena poco a poco se comprenden.

Se goza en el escote de las mujeres de la redondez y de la firmeza de un fruto; más abajo, del sabor y de lo jugoso del mismo.

1925

Francis Ponge Montpellier, 1899 - Le Bar-sur-Loup, 1988
de Pièces (1961)
versión de Jorge Fondebrider
imagen: s/d

L'adolescente
Comme une voiture bien attelée, tu as les genoux polis, la taille fine; le buste en arrière comme le cocher du cab.
Tu te transportes, tu te diriges; ton esprit n'est pas du tout séparé de ton corps.
Porquoi soudain t'es-tu arrêtée?
—Les deux ampoules d'un sablier peu à peu se comprennent.

On jouit à la gorge des femmes de la rondeur et fermeté d'un fruit; plus bas, de la saveur et jutosité du même.



Cuando no sabe...

Cuando no sabe
Con qué agarrárselas

Grita

En voz alta
O en silencio.

Más vale rabiar
Con el torbellino.

Eugene Guillevic, Carnac, Morbihan, - Paris, 1997
de Creusement (1987)
versión de Jorge Fondebrider

Lorsqu'il ne sait pas
Lorsqu'il ne sait pas
A quoi s'en prendre,

Il crie

A haute voix
Ou en silence.

Mieux vaut rager
Avec le tourbillon.

lunes, mayo 25, 2009

es demasiado larga la distancia



NOTA DE CABECERA

Al dejar en la última primavera la morada de mis ancestros, percibí en un campo las primeras ramas de los ciruelos en flor. Ese espectáculo me recordó el jardín donde mis hermanas y yo misma jugábamos en nuestra infancia. Hice detener el palanquín y rogué a una sirvienta que me recogiera un ramo que conservé conmigo por el resto del viaje. Buscando entre mis cosas un pincel de seda dura, hoy lo vuelvo a encontrar, apretado en un pañuelo blanco. De mis hermanas no tengo noticias y al esposo que me llevó, apenas lo entreveo. Es demasiada larga la distancia que nos separa de los que amamos —demasiado corto el descuido de nuestros años jóvenes. Trazando estas palabras sobre el papel, mi mano tiembla ligeramente. Tenemos razón en decir:

Mucho después
De que las flores del huerto
Hayan cubierto el suelo
La tristeza todavía oprime
El corazón del exilado.

Yves Di Manno, Rhône, 1954.
versión Jorge Fondebrider
imagen: Yves Tanguy, Día de lentitud, 1937

Aclaración: Gentileza de Jorge Fondebrider.


NOTE DE CHEVET
En quittant au printemps dernier la demeure de mes ancêtres, j'aperçus dans un champ les premières branches de pruniers en fleurs. Ce spectacle me rappela le jardin où mes sœurs et moi-même jouions dans notre enfance. Je fis arrêter le palanquin et priai une servante d'aller m'en cueillir un rameau, que je conservai près de moi le reste du voyage. Cherchant dans mes affaires un pinceau de soie dure, je le retrouve aujourd'hui, serré dans une écharpe blance. De mes sœeurs, je n'ai pas de nouvelles et l'époux qui m'a emmenée, je l'entrevois à peine. Elle est trop longue, la distance qui nous sépare de ceux que nous aimons —trop courte, l'insouciance de nos jeunes années. Traçant ces mots sur le papier, ma main tremble légèrement. On a raison de dire:// Bien après/ Que les fleurs du verger/ Aient jonché le sol/ La tristesse étreint encore/ Le cœur de l'exilé.

miércoles, diciembre 17, 2008

jacques réda. personajes en el suburbio

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personajes en el suburbio
Ustedes nunca terminan de agregar más cosas,
cajas, casas, palabras.
Sin ruido el amontonamiento aumenta en el centro de la vida
y los empuja a la periferia,
a los basureros, las autopistas, las ortigas;
ustedes solo existen como restos o humo.
Sin embargo, caminan,
dando la mano a sus hijos alucinados
bajo el cielo vasto, y no avanzan;
se estancan para siempre frente al muro de la extensión
donde las cajas, las palabras rotas, las casas se les reúnen,
los empujan un poco más lejos en esa luz
a la que cada vez le cuesta más soñarlos.
Antes de desaparecer,
ustedes se dan vuelta para sonreírle a su mujer rezagada
pero ella también está atrapada en un remolino de soledad,
y sus rasgos borrosos son los de una vieja foto.
Ella no responde, pesada y desconsolada con el peso del día sobre sus párpados,
con ese peso vivo que se mueve en su carne y la incomoda,
y el último billete del mes plegado en su blusa.

de Amen (1968)

personnages dans la banlieue
Vous n'en finissez pas d'aujouter encore des choses,
des boîtes,des maisons, des mots.
Sans bruit l'encombrement s'accroit au centre de la vie,
et vous êtes poussés vers la périphérie,
vers les dépotoirs, les autoroutes, les orties;
vous n'existez plus qu'à l'état de débris ou de fumée.
Cependant vous marchez
donnant la main à vos enfantas hallucinés
sous le ciel vaste, et vous n'avancez pas;
vous piétinez sans fin devant le mur de l'éntendue
où les boîtes, le mots cassés, les maisons vous rejoignent,
vous repoussent un peu plus loin dans cette lumière
qui a de plus en plus de peine à vous rêver.
Avant de disparaîtr,
vous vous retournez pour sourire à votre femme attardée,
mais elle est prise aussi dans un remous de solitude,
et ses traits flous sont ceux d'une vieille photographie.
Elle ne répond pas, lourde et navrante avec le poids du jour sur ses paupières,
avec ce poids vivant qui bouge dans sa chair et qui l'encombre,
et le dernier billet du mois plié dans son corsage.

jacques réda

fuente: Poesía francesa contemporánea (1940-1997), edición bilingüe. Selección, traducción, prólogo y notas, Jorge Fondebrider, Editorial Libros de Tierra Firme, Buenos Aires, 1997.