Mostrando las entradas con la etiqueta edgar allan poe. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta edgar allan poe. Mostrar todas las entradas

domingo, abril 19, 2015

edgar allan poe. el valle intranquilo



El valle intranquilo

Hubo un tiempo en que el valle sonreía,
silencioso, aunque nadie allí vivía;
su gente había marchado hacia la guerra
confiando el cuidado de esa sierra,
por la noche, a la mirada fiel
de las estrellas desde su azul cuartel
y de día, a los rojos resplandores
del sol que dormitaba entre las flores.
Mas ahora para todo visitante
el valle triste es inquieto e inquietante.
Nada allí se detiene un solo instante...
nada salvo el aire que se cierne
sobre la soledad mágica y perenne.
¡Ah, ningún viento agita los ramajes
que palpitan como el glacial oleaje
en torno a las Hébridas salvajes!
¡Ah, ningún viento empuja el furtivo
manto de nubes que, sin respiro,
surcan durante el día el cielo esquivo
sobre las violetas allí esparcidas
como ojos humanos de mil medidas...!
sobre las ondeantes azucenas
que lloran junto a las tumbas ajenas!
Ondean: y en sus pétalos más tiernos
se juntan gotas de rocío sempiterno.
Lloran: y por sus tallos claudicantes
bajan perennes lágrimas como diamantes.



Edgar Allan Poe, Boston, 1809- Baltimore, 1849
versión de Andrés Ehrenhaus
imagen de Sylvia Chan, Desolace Veritum en Artslant



The Valley of Unrest


Once it smiled a silent dell
Where the people did not dwell;
They had gone unto the wars,
Trusting to the mild-eyed stars,
Nightly, from their azure towers,
To keep watch above the flowers,
In the midst of which all day
The red sunlight lazily lay.
Now each visitor shall confess
The sad valley's restlessness.
Nothing there is motionless-
Nothing save the airs that brood
Over the magic solitude.
Ah, by no wind are stirred those trees
That palpitate like the chill seas
Around the misty Hebrides!
Ah, by no wind those clouds are driven
That rustle through the unquiet Heaven
Uneasily, from morn till even,
Over the violets there that lie
In myriad types of the human eye-
Over the lilies there that wave
And weep above a nameless grave!
They wave:- from out their fragrant tops
Eternal dews come down in drops.
They weep:- from off their delicate stems
Perennial tears descend in gems. 

domingo, marzo 15, 2009

la soledad es mi religión*



Solo

Desde de mi niñez, no he sido
como el resto, no he visto
lo que los demás veían, no pude extraer
mis pasiones del mismo manantial.
Ni de la misma fuente obtuve
mi pena; no pude despertar
mi corazón a la alegría en igual tono;
y todo lo que amé, lo amé solo.
Entonces —en mi niñez— en el amanecer
de una tempestuosa vida, brotó
desde la profundidad misma del bien y del mal
el misterio que aún me ata:
desde el torrente o la fuente,
desde el rojo peñasco de la montaña,
desde el sol que giraba a mi alrededor
en su otoño dorado,
desde el rayo en el cielo
mientras pasaba volando a mi lado,
desde el trueno y la tormenta,
y la nube que tomó la forma
(cuando el resto del cielo era azul)
de un demonio ante mi mirada.

versión © silvia camerotto

Alone

From childhood's hour I have not been
As others were; I have not seen
As others saw; I could not bring
My passions from a common spring.
From the same source I have not taken
My sorrow; I could not awaken
My heart to joy at the same tone;
And all I loved, I loved alone.
Then— in my childhood, in the dawn
Of a most stormy life— was drawn
From every depth of good and ill
The mystery which binds me still:
From the torrent, or the fountain,
From the red cliff of the mountain,
From the sun that round me rolled
In its autumn tint of gold,
From the lightning in the sky
As it passed me flying by,
From the thunder and the storm,
And the cloud that took the form
(When the rest of Heaven was blue)
Of a demon in my view.

edgar allan poe, Boston, 1809- Baltimore, 1849.

grosse fuge




*ludwig van beethoven, Bonn, 1770- Viena, 1827.
** francis bacon, Dublin, 1909-Madrid, 1992.

viernes, agosto 22, 2008

método de composición 2

edgar allan poe

fragmentos

7. [...] la verdad requiere una precisión y la pasión una familiaridad radicalmente contrarias a aquella belleza, que no es sino la excitación o el embriagador arrobamiento del alma.[...] No debe deducirse que pasión y verdad no puedan ser introducidas en un poema. [...] El auténtico artista se esforzará siempre en reducirlas a un papel propicio al objeto que se pretenda, y además en rodearlas, tanto como pueda, de la nube de belleza que es atmósfera y esencia de la poesía.

8. [...] ¿Cuál es el tono para su manifestación más alta? Toda la experiencia humana coincide en que ese tono es el de tristeza. Así pues, la melancolía es el más idóneo de los tonos poéticos.

9. [...] Me dediqué a la búsqueda de alguna curiosidad artística e incitante, que pudiera actuar como clave en la construcción del poema: de algún eje sobre el que toda máquina hubiera de girar; empleando para ello el sistema de la introducción ordinaria. [...] Me propuse causar una serie continua de efectos nuevos con una serie de variadas aplicaciones del estribillo, dejando que éste fuese casi siempre parecido. [...]Era evidente que el estribillo en cuestión había de ser breve. Ello me condujo a adoptar como estribillo ideal una única palabra: nevermore.

10. [...] La palabra nevermore había de ser proferida por un ser humano: la dificultad consistía en conciliar la monotonía aludida con el ejercicio de la razón en la criatura llamada a repetir la palabra. Surgió entonces la posibilidad de una criatura no razonable: un cuervo.

11. [...] ¿Cuál es el tema más melancólico? La muerte. ¿Cuál es el más poético? Cuando la muerte se alía con la belleza. Luego, la muerte de una mujer hermosa es el tema más poético del mundo.

12. [...] Queda fuera de toda duda que la boca más apta para desarrollar el tema es precisamente la del amante privado de su tesoro.

13. [...] Decidí primero la pregunta final, la pregunta definitiva, para la que el nevermore sería la última respuesta, a su vez: la más desesperada, llena de dolor y horror que concebirse pueda.

14. (Sobre la versificación) [...] La originalidad no es cuestión de instinto o de intuición. Por lo general, para encontrarla hay que buscarla trabajosamente.

15. [...] Para el efecto de un suceso aislado es absolutamente necesario un espacio estrecho: le presta el vigor que un marco añade a la pintura. Decidí situar al amante en su habitación. La habitación se describiría como ricamente amueblada, con objeto de satisfacer la idea que ya expresé acerca de la belleza, en cuanto única tesis verdadera de la poesía.

16. [...] La narración, halla su conclusión precisamente en esa tendencia del corazón a la tortura, llevada hasta el último extremo. [...] Dos elementos se exigen eternamente: por una parte cierta suma de complejidad, dicho con mayor propiedad, de combinación, por otra cierta cantidad de espíritu sugestivo, algo así como una vena subterránea de pensamiento, invisible e indefinido.

17. [...] Es justamente el exceso en la expresión del sentido que solo debe quedar insinuado, la manía de convertir la corriente subterránea de una obra en la otra corriente, visible en la superficie.

18. [...] Quiero subrayar que la expresión 'de mi corazón' encierra la primera expresión poética. Estas palabras, con la correspondiente respuesta 'jamás', disponen el espíritu a buscar un sentido moral en toda narración que se ha desarrollado anteriormente. [...] Entonces el lector comienza a considerar el cuervo como un ser emblemático, pero solo en el último verso de la última estancia puede ver con nitidez la intención de hacer del cuervo el símbolo del recuerdo fúnebre y eterno.


domingo, agosto 10, 2008

método de composición 1


edgar allan poe


fragmentos

1. .[...]no se me podrá censurar que salte a las conveniencias si revelo aquí el modus operandi con que logré construir una de mis obras. Escojo para ello El cuervo debido a que es la más conocida de todas. Consiste mi propósito en demostrar que ningún punto de la composición puede atribuirse a la intuición ni al azar; y que aquélla avanzó hacia su terminación, paso a paso, con la misma exactitud y la lógica rigurosa propias de un problema matemático.
2. [...]La consideración primordial fue ésta: la dimensión.
3. [...]ningún poeta puede renunciar a todo lo que contribuye a servir su propósito, queda examinar si acaso hallaremos en la extensión alguna ventaja, cual fuere, que compense la pérdida de unidad.
4. [...]la extensión de un poema debe hallarse en relación matemática con el mérito del mismo, esto es, con la elevación o la excitación que comporta.
5. [...] yo considero la belleza como el ámbito de la poesía, porque es una regla evidente del arte que los efectos deben brotar necesariamente de causas directas, que los objetos deben ser alcanzados con los medios más apropiados para ello —ya que ningún hombre ha sido aún bastante necio para negar que la elevación singular de que estoy tratando se halle más fácilmente al alcance de la poesía. En cambio, el objeto verdad, o satisfacción del intelecto, y el objeto pasión, o excitación del corazón, son mucho más fáciles de alcanzar por medio de la prosa aunque, en cierta medida, queden también al alcance de la poesía.
6. [...] considerando lo bello como mi terreno propio, me pregunté entonces: ¿cuál es el tono para su manifestación más alta? Éste había de ser el tema de mi siguiente meditación. Ahora bien, toda la experiencia humana coincide en que ese tono es el de la tristeza. Cualquiera que sea su parentesco, la belleza, en su desarrollo supremo, induce a las lágrimas, inevitablemente, a las almas sensibles. Así, pues, la melancolía es el más idóneo de los tonos poéticos.