jueves, agosto 07, 2025

Eduardo Aibineder. Nada es suave



 NADA ES SUAVE

para el que cae

ni el idílico poema

del principio

ni la arena, ni el agua

o la mullida piel del conejo.

Nada es suave:

El poema del principio puja

contra el poema del fin;

todos los días un duelo.

A su vez,

el mundo dividido

entre los que acompañan

al poema del fin

hasta sus últimas consecuencias

y los que no

(en esto, como en todo,

hay volátiles propósitos opuestos).

Quien interminablemente cae

día a día manipula

los resultados

en favor del poema del fin.

Nada es suave para el que cae:

el poema del fin

exige ser leído

con un desplome óptico.


Eduardo Aibinder, Buenos Aires, 1968

de Quién es quién, en 'La orden que vino de arriba', Bajo la Luna, Buenos Aires, 2025

 

1 comentario:

Alfredo Lemon dijo...

Me encantó. Saludo desde Córdoba