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sábado, agosto 23, 2025

Sylvia Plath. Secuela


 Secuela

Impulsados por el imán de la calamidad

merodean y miran como si la casa 

quemada fuera de ellos, o como si pensaran

que en cualquier momento algún escándalo pudiera escurrirse

de un armario asfixiado por el humo;

ni muerte ni heridas prodigiosas

sacian a estos cazadores de vieja carnaza,

de rastro de sangre de tragedia austera.


Madre Medea con su túnica verde

se mueve humilde como cualquier ama de casa por

sus estancias en ruinas, haciendo el inventario

de zapatos calcinados, de tapicería empapada:

privada de la pira y la tortura,

la multitud le sorbe la última lágrima y le vuelve la espalda.


Silvia Plath, Boston, 1932- Londres, 1963

De The Colossus and other Poems, en Sylvia Plath, Mondadori, 1999

Traducción de Eli Tolaretxipi


Aftermath

Compelled by calamity's magnet
They loiter and stare as if the house
Burnt-out were theirs, or as if they thought
Some scandal might any minute ooze
From a smoke-choked closet into light;
No deaths, no prodigious injuries
Glut these hunters after an old meat,
Blood-spoor of the austere tragedies.

Mother Medea in a green smock
Moves humbly as any housewife through
Her ruined apartments, taking stock
Of charred shoes, the sodden upholstery:
Cheated of the pyre and the rack,
The crowd sucks her last tear and turns away.

miércoles, mayo 01, 2019

sylvia plath. paralítica




Resultado de imagen para sylvia plath


Paralítica

Ocurre. ¿Seguirá?
Mi mente una roca
sin dedos para agarrarse, sin lengua
mi dios, el pulmón de hierro

que me ama, bombea
mis dos
bolsas de mugre aspira y expira
no

dejará
que recaiga
mientras afuera el día se escurre como cinta teleimpresa
la noche trae violetas
tapices de ojos

luces
los indulgentes charlatanes
anónimos: ¿estás bien?
El pecho almidonado, inaccesible

huevo muerto. Descanso
entera
en un mundo entero que no puedo tocar
en la blanca, tensa

caja del sofa donde duermo
me visitan las fotografías-
mi esposa, muerta y chata, con pieles de 1920
la boca llena de perlas

dos niñas
tan chatas como ella, murmuran “Somos tus hijas.”
Las aguas quietas
cubren mis labios

ojos, nariz y oídos
y un celofán
transparente que no puedo romper
en mi espalda desnuda

Sonrío, un buda, toda
ganas, el deseo
cayendo de mí como anillos
abrazando sus brillos

la tenaza
de la magnolia
borracha por sus olores
no pide nada de la vida

1963

Sylvia Plath, Boston, 1932 – Londres, 1963
En Sylvia Plath, Collected Poems, Ted Hughes, Harper, 1981
Versión © Silvia Camerotto

Paralytic

It happens. Will it go on?
My mind a rock
No fingers to grip, no tongue
My god the iron lung

That loves me, pumps
My two
Dust bags in and out
Will not

Let
Me relapse
While the day outside glides by like ticker tape
The night brings violets
Tapestries of eyes

Lights
The soft anonymous
Talkers: 'You all right?'
The starched, inaccessible breast

Dead egg, I lie
Whole
On a whole world I cannot touch
At the white, tight

Drum of my sleeping couch
Photographs visit me-
My wife, dead and flat, in 1920 furs
Mouth full of pearls

Two girls
As flat as she, who whisper 'We're your daughters.'
The still waters
Wrap my lips

Eyes, nose and ears
A clear
Cellophane I cannot crack
On my bare back

I smile, a buddha, all
Wants, desire
Falling from me like rings
Hugging their lights

The claw
Of the magnolia
Drunk on its own scents
Asks nothing of life

1963

domingo, mayo 28, 2017

sylvia plath. la canción de amor de la chica loca

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La canción de amor de la chica loca

Cierro mis ojos y el mundo entero cae muerto:
abro mis párpados y todo nacer otra vez.
(Creo que te armé en mi mente.)

Las estrellas balsean en rojo y  azul,
una antojadiza negrura llega al galope:
cierro mis ojos y el mundo entero cae muerto.

Soñé que me seducías hasta la cama
y me cantabas loco de amor me besabas muy loco.
(Creo que te armé en mi mente.)

Dios desnudo en el cielo, fuego infernal que desvanece:
huyen serafines y hombres de Satán:
cierro mis ojos y el mundo entero cae muerto.

Imaginé que regresarías tal como dijiste.
Pero envejezco y olvido tu nombre.
(Creo que te armé en mi mente)

Debí haber amado un pájaro de trueno en vez de a ti.
Al menos al llegar la primavera ellos vuelven con todo.
Cierro mis ojos y el mundo cae muerto.
(Creo que te armé en mi mente.)

Sylvia Plath, Boston, 1932 -Londres, 1963 
Versión ©Silvia Camerotto


Mad Girl's Love Song


I shut my eyes and all the world drops dead;
I lift my lids and all is born again.
(I think I made you up inside my head.)

The stars go waltzing out in blue and red,
And arbitrary blackness gallops in:
I shut my eyes and all the world drops dead.

I dreamed that you bewitched me into bed
And sung me moon-struck, kissed me quite insane.
(I think I made you up inside my head.)

God topples from the sky, hell's fires fade:
Exit seraphim and Satan's men:
I shut my eyes and all the world drops dead.

I fancied you'd return the way you said,
But I grow old and I forget your name.
(I think I made you up inside my head.)

I should have loved a thunderbird instead;
At least when spring comes they roar back again.
I shut my eyes and all the world drops dead.
(I think I made you up inside my head.)

lunes, octubre 19, 2015

sylvia plath. hombre de negro



Hombre de negro

Donde las tres rompeolas
magenta embisten
y chupan el mar gris,

a la izquierda, y la ola
se abre contra el terroso
promontorio alambrado de

la prisión de Deer Island
con sus chiqueros cuidados,
gallineros y pasturas,

a la derecha, y el hielo de marzo
aun cubre la roca,
acantilados de arena opacos se levantan

sobre una gran roca petrificada
que queda al descubierto con cada bajamar
y tu, del otro lado de esas piedras

blancas, paseabas con tu abrigo negro
de difunto, zapatos negros, y tu
cabello negro hasta que allí te detuviste

un remolino fijo en el lejano
extremo, piedras fascinantes, aire,
todo a la vez.

1959
Sylvia Plath, Boston, 1932 – Londres, 1963
En  The Colossus and other poems, c. 1962. Knopf, New York, 1967
Versión © Silvia Camerotto
imagen de Deer Island Prison s/d


Man In Black

Where the three magenta
Breakwaters take the shove
And suck of the grey sea

To the left, and the wave
Unfists against the dun
Barb-wired headland of

The Deer Island prison
With its trim piggeries,
Hen huts and cattle green

To the right, and March ice
Glazes the rock pools yet,
Snuff-colored sand cliffs rise

Over a great stone spit
Bared by each falling tide,
And you, across those white

Stones, strode out in you dead
Black coat, black shoes, and your
Black hair till there you stood,

Fixed vortex on the far
Tip, riveting stones, air,
All of it, together.


domingo, septiembre 27, 2015

sylvia plath. conversación entre las ruinas


Conversación entre las ruinas

A través del porche de mi casa elegante tu acechas,
con tus furias salvajes, perturbando las guirnaldas de frutas
y los laúdes fabulosos y los pavos reales, desgarrando el tejido
de cualquier decoro que detenga el torbellino.
Ahora, la lujosa estructura de las paredes se desmorona; los grajos graznan
en la aterradora ruina; bajo la luz sombría
de tu ojo tempestuoso, la magia huye
como una bruja cobarde, que abandona el castillo cuando la realidad amanece.

Los pilares fracturados enmarcando proyectos de roca;
mientras te paras heroico con saco y corbata, yo me siento
con túnica griega y rodete a lo Psique,
arraigada a tu mirada oscura, convierten la obra en tragedia.
Con semejante desgracia cayendo sobre nuestra casa en bancarrota
¿qué rito de palabras puede arreglar la destrucción?



Sylvia Plath, Boston, Massachusetts, 1932, Londres, 1963
en Sylvia Plath, Collected Poems, Ted Hughes, Harper, 1981
Versión © Silvia Camerotto
imagen de Giorgio de Chirico, Conversation Among the Ruins, 1927

Conversation Among The Ruins
Through portico of my elegant house you stalk
With your wild furies, disturbing garlands of fruit
And the fabulous lutes and peacocks, rending the net
Of all decorum which holds the whirlwind back.
Now, rich order of walls is fallen; rooks croak
Above the appalling ruin; in bleak light
Of your stormy eye, magic takes flight
Like a daunted witch, quitting castle when real days break.

Fractured pillars frame prospects of rock;
While you stand heroic in coat and tie, I sit
Composed in Grecian tunic and psyche-knot,
Rooted to your black look, the play turned tragic:
Which such blight wrought on our bankrupt estate,

What ceremony of words can patch the havoc?


miércoles, mayo 21, 2014

sylvia plath. amabilidad


Amabilidad

Amabilidad anda por mi casa.
Señora Amabilidad ¡tan agradable es ella!
Las piedras azules y rojas de sus anillos asoman
a las ventanas, los espejos
se llenan de sonrisas.

¿Qué es más real que el llanto de un niño?
El grito de un conejo puede ser más salvaje
pero no tiene alma.
El azúcar cura cualquier cosa, dice Amabilidad:
el azúcar es un fluido necesario.

Sus cristales casi una cataplasma.
¡Oh, amabilidad, amabilidad
que dulcemente recoges los pedazos!
Mis sedas japonesas, mariposas desesperadas,
podría ser pinchada sin aviso, anestesiada.

Y acá llegas, con una taza de té
envuelta en vapor.
El chorro de sangre es poesía,
no hay modo de pararlo.
Tú me entregas dos niños, dos rosas.

Febrero 1963
Sylvia Plath, Boston, Massachusetts, 1932, Londres, 1963
en Sylvia Plath, Collected Poems, Ted Hughes, Harper, 1981
Versión © Silvia Camerotto
imagen de Chiara Fersini© en Uno de los nuestros

Kindness

Kindness glides about my house.
Dame Kindness, she is so nice!
The blue and red jewels of her rings smoke
In the windows, the mirrors
Are filling with smiles.

What is so real as the cry of a child?
A rabbit's cry may be wilder
But it has no soul.
Sugar can cure everything, so Kindness says.
Sugar is a necessary fluid,

Its crystals a little poultice.
O kindness, kindness
Sweetly picking up pieces!
My Japanese silks, desperate butterflies,
May be pinned any minute, anesthetized.

And here you come, with a cup of tea
Wreathed in steam.
The blood jet is poetry,
There is no stopping it.
You hand me two children, two roses.

February 1963

lunes, mayo 05, 2014

sylvia plath. últimas palabras



Últimas palabras

No quiero una caja simple, quiero un sarcófago
Con rayas atigradas, y una cara en él,
redonda como la luna, para contemplar.
Quiero estar mirándolos cuando vengan
Juntando los tontos minerales, las raíces.
Ya los veo -las caras pálidas, distantes como estrellas.
Ahora no son nada, no son ni siquiera bebés.
Los imagino sin padres ni madres, como los primeros dioses.
Se van a preguntar si fui importante.
¡Debería azucarar y conservar mis días como frutas!
Mi espejo se está nublando-
Unas pocas respiraciones, y no reflejará nada más.
Las flores y las caras se blanquean como una sábana.

No confío en el espíritu. Se escapa como vapor
En sueños, a través de la boca o del ojo. No puedo detenerlo.
Un día no volverá. Las cosas no son así.
Permanecen, sus pequeños brillos especiales
Tibios de tanto manoseo. Casi ronronean.
Cuando las plantas de mis pies se enfríen,
El ojo azul de mi turquesa me confortará.
Dejen que me lleve mis ollas de cobre, dejen que mis potes de rouge
Florezcan sobre mí como flores nocturnas, con buen aroma.
Me envolverán con vendas, guardarán mi corazón
Bajo mis pies en un prolijo paquete.
Difícilmente me reconoceré. Va a estar oscuro,
Y el brillo de estas pequeñas cosas, más dulce que la cara de Ishtar.

Sylvia Plath, Boston, 1932 – Londres, 1963
De The Collected Poems. HarperCollins. New York. 2008
Traducción de Griselda García
Imagen de