Los que se van temprano
a María Teresa Andruetto
Como quien deja la silla por un rato
abre la puerta que ya nadie cierra
y contemplamos allí
de su alma el apodo
así
los que se van temprano
nos ofenden en
no sabemos qué
como quien trajera
el olvido de nosotros
y regresara
de a ratos
para siempre.
El apretón
La decepción más honda
vivir en lo distante
prospera a la sombra de este sol
en nuestro enojo
las palabras
el tiempo ya están lejos
la victoria final, el cielo
se despiden
y siempre es pobreza
la alegría...
Un cuerpo es la distancia
es todo el mar
la estrella más alta y más inútil
aun estás allí
viniendo
y ese apretón en el hombro
fue la respuesta espontánea
-o nacida, criada ya en otros años-
la inmediata clausura
o el comienzo
en esta tarde
y este mundo
que siguió así
llevándonos.
Alejandro Schmidt, Villa María, Córdoba, 1955
en LLegado así, Ediciones Recovecos, Córdoba, 2005
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