viernes, diciembre 09, 2011

lejos de toda eternidad o estimulación


Tu mano

Con tu mano sobre mi cuerpo
te dormís profundamente
impidiéndome dormir
Su peso tan liviano
de a poco se vuelve plomo
La noches es muy larga
y tu postura no cambia
Esta mano debería simbolizar amor
pero tal vez tenga
otro significado más profundo
no me animo a sacarla
o a despertarte
En el momento en que me acostumbro
e incluso llega a gustarme de golpe
en sueños sacás tu mano
completamente inconsciente.

Escenario

Cuando termine este cigarrillo voy a salir para una cena
Sentado en un taxi voy a cruzar la ciudad al atardecer
hasta llegar a una mesa iluminada por lámparas
Los amigos, algo excitados, irán llegando uno tras otro,
y unas luces vívidas cruzarán sus caras
antes de reflejarse en los platos límpidos,
luego cada vez más sucios a medida que el sol
de todo un día se hunde en un vaso turbio de vino

Leí este escenario en el humo de un cigarrillo.

Regreso

Acabo de volver a casa, de Shenzhen hasta Nanjing
El día todavía no terminó
No pueden decir que no entiendo el tiempo
No pueden decir algo tan infantil
al ver que traje una camiseta de algodón
y la llevo puesta al regresar
La noche se acerca, y el sol del sur
en mi piel todavía persiste

Voy a golpear la puerta de mis amigos
a gritarles que salgan a la calle fría
Digo estúpidamente: apenas 0 grados,
en Shenzhen todo recién empieza!
Ninguno discute conmigo,
acostumbrados al silencio ellos
en la cama conyugal continúan la vida conyugal
espalda contra espalda buscando calor

(Durante el mes siguiente
lleno de deseos traicioneros
no dejo de gritar: "He cambiado!"
Pero es sólo el desorden del reloj biológico,
desfasaje horario o cambio en las horas de trabajo;
en mano misteriosa en la oscuridad
lentamente sincroniza todo de nuevo)

Como si cayera desde el cielo
me hundo en el pasado y continúo
penetrando en la tierra. El gran ejército del invierno
nos pone sitio y con el frío hasta el metal se encoge
Pero en el sur, lo más suave se abre ahora bellamente
como una flor, y los órganos genitales
lascivos dependen del mar y los vientos del comercio

He vuelto a Nanjing
a vivir entre la niebla y la helada
como esos sabios antiguos del oeste de Asia, los Pamirs
en la vecindad de los picos nevados y glaciares
Los trópicos no producen sabios. Estoy seguro
que Jesús no pudo haber sido negro.

He vuelto, he vuelto a Nanjing
continúo un tipo de vida mediana
entre el sol y la nieve, me encuentro
en la fría sombra de un cuarto
ocasionalmente voy hacia el living
esa cálida caverna
lejos de toda eternidad o estimulación
como toda vida mediocre y dolorosa
simplemente soy

Han Dong, Nanjing, 1961
en Cien poemas chinos contemporáneos, Selección y traducción de Miguel Ángel Petrecca, Ediciones Gog y Magog, Buenos Aires, 2011
imagen de © Ling Jian en Uno de los nuestros

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