siempre que te leo, al menos una de tus frases es una de mis frases. Y generan sentido. Esta vez me robo "tu contorno y mi contorno" "reconstruyo la cadena de enunciados" y yo agrego "genero un sentido que no tiene significante, una semiosis absurda que no deja mas que borrosas marcas"
El juego de este Yo reflejado rezuma cierta dosis de narcisismo colmado por la incredulidad interrogante sobre la capacidad masculina para el salto. "Todo se refiere a otra cosa", he ahí el encanto de la literatura que huye de lo pedagógico. No existe una dirección, existen muchas, y como gotas de agua que resbalan por este espejo todas tienen caminos distintos. Gracias
Tú sabes que ponerse a querer a alguien es una hazaña. Se necesita una energía, una generosidad, una ceguera... Hasta hay un momento, al principio mismo, en que es preciso saltar un precipicio; si uno reflexiona, no lo hace. Sé que nunca más saltaré.
9 comentarios:
La belleza física acabará enloqueciéndome.
siempre que te leo, al menos una de tus frases es una de mis frases. Y generan sentido. Esta vez me robo "tu contorno y mi contorno" "reconstruyo la cadena de enunciados" y yo agrego "genero un sentido que no tiene significante, una semiosis absurda que no deja mas que borrosas marcas"
No lo es, pero de que enseña, enseña. Y cómo lo hace.
El juego de este Yo reflejado rezuma cierta dosis de narcisismo colmado por la incredulidad interrogante sobre la capacidad masculina para el salto.
"Todo se refiere a otra cosa", he ahí el encanto de la literatura que huye de lo pedagógico. No existe una dirección, existen muchas, y como gotas de agua que resbalan por este espejo todas tienen caminos distintos.
Gracias
entre catálogos de naves y saltos,
desvelada
me quedo en ese " la literatura no es un hecho pedagógico"
vaya Sibila! está cada día mas loba
pero no quiebra con el rebaño
siento sus orejas vibrando al paso del ciervo
nada de quietudes
drum duels
tom -toms
Lilián
Qué salto puede dar un hombre?
Tú sabes que ponerse a querer a alguien es una hazaña. Se necesita una energía, una generosidad, una ceguera... Hasta hay un momento, al principio mismo, en que es preciso saltar un precipicio; si uno reflexiona, no lo hace. Sé que nunca más saltaré.
J.P.Sartre
Todo se refiere a otra cosa, hasta que nos damos cuenta que elegimos creer en Freud y las cosas pierden su encanto. Un nombre, todos los nombres, S.
NO! hoy no voy a creer en Freud. Ya lo decidí.
pobre sartre, pol. todo lo que se estaba perdiendo...
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