domingo, marzo 04, 2018

wallace stevens. un anocher cualquiera en new haven (V)







V

Romance inevitable, elección inevitable
De los sueños, desilusión como la última ilusión,
La realidad como una cosa vista por la mente,

No lo que es, sino lo que se capta,
Un espejo, un lago de reflejos en un cuarto,
Un océano cristalino que se extiende en la puerta,

Una gran ciudad colgando en una lámpara,
Una enorme nación feliz en su estilo,
Todo tan irreal como puede ser lo real

En los ojos burdos. ¿Por qué entonces preguntar
Quién ha dividido el mundo, qué empresario?
Ningún hombre. El ser, la crisálida de todos los hombres

Se dividió en el ocio del día azul y más,
En ramificaciones posteriores al día. Una parte
Se aferró tenazmente a la tierra común

Y otra buscó, desde la tierra central al cielo central
Y en las extensiones mentales iluminadas
Por la luna, la mayor majestad que pudo encontrar.


Wallace Stevens, Reading, 1879- Hartford, 1855
Selección de Un anochecer cualquiera en New Haven
Versión de Darío Rojo y Jorge Salvetti,
En 'Tupé', Número seis, Febrero 2016
imagen  

V

Inescapable romance, inescapable choice
Of dreams, disillusion as the last illusion,
Reality as a thing seen by the mind,

Not that which is but that which is apprehended,
A mirror, a lake of reflections in a room,
A glassy ocean lying at the door,

A great town hanging pendent in a shade,
An enormous nation happy in a style,
Everything as unreal as real can be,

In the inexquisite eye. Why, then, inquire
Who has divided the world, what entrepreneur?
No man, The self, the chrysalis of all men

Became divided in the leisure of blue day
And more, in branchings after day. One part
Held fast tenaciously in common earth

And one from central earth to central sky
And in moonlit extensions of them in the mind
Searched out such majesty as it could find.


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