sábado, agosto 20, 2016
sharon olds. después de 37 años mi madre
Después de 37 años mi madre me pide perdón por mi infancia
Cuando te inclinaste hacia mí, los brazos hacia adelante
como alguien que trata de atravesar un incendio,
cuando te balanceaste hacia mí, gritando que
sentías mucho lo que me habías hecho, tus
ojos llenos de líquido terrible como
gotas de mercurio de un termómetro roto
patinando por el piso, cuando gritaste suavemente
¿A quién más podía acudir? ¿A quién más tenía? La
porcelana rota de tus manos se mueve hacia mí, el
agua que mana de tus ojos como la humedad
que sale de las piedras bajo mucha presión, yo no podía
ver lo que haría con el resto de mi vida.
El cielo parecía astillarse como una ventana
que alguien atraviesa, tu
cara pequeña destellaba como con
cristales rotos, con verdadero arrepentimiento, el
arrepentimiento de tu cuerpo. No podía ver como iban a ser
mis días contigo arrepentida, contigo deseando
no haberlo hecho, el
cielo caía a mi alrededor, sus astillas
brillando en mis ojos, tu viejo cuerpo suave
caído contra el mío horrorizada
te tomé en mis brazos, dije Está bien,
no llores, está bien, el aire lleno de
vidrios, no sabía lo que decía o quién sería yo ahora que te había perdonado.
Sharon Olds, San Francisco, 1942
en La materia de este mundo, Gog & Magog, Buenos Aires, 2015
Traducción de Inés Garland e Ignacio Di Tullio
Imagen Sharon Olds y madre, 1965
After 37 Years my Mother Apologizes for my Childhoood
When you tilted toward me, arms out
like someone trying to walk through a fire,
when you swayed toward me, crying out you were
sorry for what you had done to me, your
eyes filling with terrible liquiid like
balls of mercury from a broken thermometer
skidding on the floor; when you quietly screamed
Where else could I turn? Who else did I have?, the
water cracjubg from your eyes, like moisture from
stones under heavy pressure, I could not
see what I would do with the rest of my life.
The sky seemed to be splintering, like a window
someone is bursting into or out of, your
tiny face glittered as if with
shattered crystal, with true regret, the
regret of your body. I could not see what my
days would be, with you sorry, with
you wishing you had not done it, the
sky falling around me, its shards
glistening in my eyes, your old, soft
body fallen against me in horror I
took you in my arms, I said It's all right,
don't cry, it's all right, the air filled with
flying glass, I hardly knew what I
said or who I would be now that I had forgiven you.
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