Tuércele el cuello al cisne
Tuércele el cuello al cisne de engañoso plumaje
que da su nota blanca al azul de la fuente;
él pasea su gracia no más, pero no siente
el alma de las cosas ni la voz del paisaje.
que da su nota blanca al azul de la fuente;
él pasea su gracia no más, pero no siente
el alma de las cosas ni la voz del paisaje.
Huye de toda forma y de todo lenguaje
que no vayan acordes con el ritmo latente
de la vida profunda. . .y adora intensamente
la vida, y que la vida comprenda tu homenaje.
que no vayan acordes con el ritmo latente
de la vida profunda. . .y adora intensamente
la vida, y que la vida comprenda tu homenaje.
Mira al sapiente búho cómo tiende las alas
desde el Olimpo, deja el regazo de Palas
y posa en aquel árbol el vuelo taciturno…
desde el Olimpo, deja el regazo de Palas
y posa en aquel árbol el vuelo taciturno…
Él no tiene la gracia del cisne, mas su inquieta
pupila, que se clava en la sombra, interpreta
el misterioso libro del silencio nocturno.
pupila, que se clava en la sombra, interpreta
el misterioso libro del silencio nocturno.
Enrique González Martínez, Guadalajara, Jalisco, 1871- México D.F., 1952
de Los senderos ocultos, 1911
imagen s/d, obtenida de La masa al Sur
2 comentarios:
Ah, pero en este famoso poema, yo siempre me rebelaba y me rebelo contra el "Huye de toda forma y de todo lenguaje /
que no vayan acordes con el ritmo latente /
de la vida profunda. . .", pues creo que el autor no lo cumple, esto es, él se ciñe en este poema a alejandrinos perfectos y consonantes, hace literatura y no vida, a no ser que el ritmo latente de la vida profunda sea el alejandrino, idea a la que me opongo.
Abrazos cachicuernos.
Hasta pronto.
Hermosísimo...no siente el alma de las cosas...
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