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Antes de conocer a Ezra Pound es igual a A.C. y D.C. Ya había comenzado a escribir y anotaba mis pensamientos inmortales a diario. Pequeños poemas, poemas bastante malos. No los que le había mostrado al Sr. Bates. Eran más whitmanescos que los de Keats. Había leído Hojas de hierba y casi nada me gustó, pero quedé impresionado por las primeras líneas de 'Canto a mí mismo'. Mis espontáneos poemas, contrariamente a mis estudiados sonetos keatsianos, fueron escritos en gruesos cuadernos de tapa dura. Aún puedo verlos, encuadernados en papel marmolado. Eran dieciocho, llenos. Estaba profundamente emocionado con ellos, y los guardaba debajo de mi cama. Parecían serios e importantes. El hecho es que ahora sí tenía algo para mostrarle a Ezra Pound en nuestro encuentro.
Él no estaba emocionado. Estaba emocionado con su propia poesía; pero, yo también estaba emocionado con mi propia poesía, así que nos llevamos muy bien.
William Carlos Williams, Rutherfo
de I Wanted to Write a Poem, William Carlos Williams, Cape Editions, Londres, 1958
versión © Silvia Camerotto
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