domingo, octubre 27, 2013

irene gruss. sin fe



Sin fe

Ésta es una confesión muy personal:
He perdido casi absolutamente
la curiosidad por el mundo.
Si no escribo
la primera frase, la segunda 
se pudre por exceso
de efecto.
Sé cómo el mundo se va moviendo,
los brazos de las personas
al costado del cuerpo, impotentes, impacientes,
desesperados, laxos, levantados, sabios,
ignorantes como yo.
Según se hagan las cosas, se sabe
más o menos
cómo quedará terminado;
o no: la incertidumbre
es natural, cosa sabida.
Los chicos sorprenden;
conmueve, pero
es terrible: no es ninguna novedad
en este mundo.
Las cosas, los hechos
son -qué importa que ese árbol sea un gomero o
una encina-, y aun así casi todo remite
a la memoria personal: si es un gomero,
recuerdo el jardín; si una encina,
aquella canción; si un árbol desconocido,
hoy inauguro la memoria, el mito, o 
lo descarto.
Algo aparentemente curioso: un corrector de estilo
afirma que la palabra implementar no existe.
Significa instrumentar, poner en práctica,
pero en sí  esa palabra no existe.
         ¿Elegí quedarme con el nombre
y no con la cosa?
Quién, por miserable cultura e historia,
estará pensando que en este momento
la ropa revolotea desde ayer
en la terraza, enredada
sobre sí misma, debería sacarla... Terrible,
salvar la ropa del viento
que bate en la terraza, aquí mismo, la borrasca
en el nombre, la rosa (si digo la ropa
es fácil, un recurso que podría
seducir y no me conmueve 
en absoluto).
He perdido la curiosidad:
ha nacido un hijo deseado
(tiene nombre antes de nacer)
por obra de amor: conozco
la alegría, conozco la ansiedad
satisfecha,
escribo que el mundo
es incompleto, que no basta,
aunque aquí
esté todo lo que hay,
el contraste en la luz,
lo concreto, lo relativo y lo absurdo,
lo nuevo, lo acabado,
y  lo cubierto,
la curiosidad. 
Algo debió pasarme
para que haya perdido de esta forma.
No es suficiente una enumeración sostenida.
Crear no basta
-qué importa si se trata de un gomero
o de una araucaria, ropa en el viento, presiones
o alivios del cuerpo-. La Historia,
la intimidad, la implementación...
Es demasiado.

Irene Gruss, Buenos Aires, 1950
de Solo de Contralto, 1977
en Humo, Antología personal, Ruinas Circulares, Buenos Aires, 2013
imagen álbum personal

2 comentarios:

irene gruss dijo...

Gracias, Silvia; Irene

silvia camerotto dijo...

pero... de nada, ire