martes, noviembre 02, 2010
de qué música desesperada...
Animales íntimos
Espíritus desalmados en el fondo de sargazos
y desechos de la habitación
Antaño otros amantes partieron aquí el pan de sus gracias con la noche
De estos flacos muebles
Que la memoria de los muertos gusta acariciar largamente
Sus dobles lascivos en el espejo carcomido la mitad irreal de sus encuentros frenéticos
A los que invoco para exorcizar con su imagen que exaltaba la voluntad del fuego en este lugar donde sus corazones latieron
Huésped recién llegado
Aún desconocido para los poderes de esta guarida
mercenaria que de pronto se puebla de animales perezosos
Bestias con ojos de ola y de vía férrea que se abren de par en par en lo profundo de la sombra
Con duras lenguas de cuchara en un comedor de otro país amortajado por las moscas
Animales de sopa
Cubiertos por un caparazón gris de insomnio de grito
De adiós en la lluvia piojos de áscua y de calendario
bestias de caderas viscosas y ambiguas enemigas de la certeza
Con rostros de hormiguero deshecho
Y un soplete oxhídrico en el sexo de la pavorosa llama azul que empuñan los soldadores de ataúdes
Bestias que esparcen el rumor de un sordo remate de objeto antiguos
y deteriorados erizos enormes con tocas
o tal vez cerdos que aúllan espantosamente
Al penetrarles en la garganta un largo cuchillo
Después del balance baldío de toda ausencia
las manos cruzadas sobre el pecho
De qué antro de mi ser de qué deforme ladera
De qué espléndida zarpa nocturna que deja al descubierto una orilla de caos
De qué música desesperada bajo la máscara de polvo de los años
Surge esta compañía
De minúsculas raíces arrancadas
Animales que roncan y jadean y estallan de pronto en la noche
Donde su aliento lúbrico y cálido
Elabora un veneno de cosas usadas un negro aceite de lo absurdo
Cruel como la impotencia y el recuerdo.
Enrique Molina, Buenos Aires, 1910-1997
en Las Bellas Furias, Losada, Buenos Aires, 1966
imagen: Gabriella Chidgey
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2 comentarios:
Mis saludos desde Santiago de Chile un agrado leer-mirar su espacio, un abrazo es bueno tenerle en el vecindario virtual,
Leo Lobos
gracias.
un abrazo,
silvia
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