miércoles, julio 21, 2010

y ahora resulta que las musas aman...


Soneto a Violante

Yo no sé hacer sonetos más que amando.
Brotan en mí, me nacen sin licencia,
los hago o ellos me hacen. Inocencia,
de amor que se descubre. Tú, esperando,

tú, mi Violante, un sueño acariciando,
¿cómo quieres que yo no arda en vehemencia
y por catorce llamas de impaciencia
no exhale el alma que te está cantando?

Si yo he amado volcán, árbol y torre,
si te abraza y te abrasa y te recorre
hiedra envolvente y sangre surtidora,

si eres musa y mujer, pena y secreto,
te he de entregar celoso mi alfabeto
que de ti y de tus labios se enamora.


El nuevo ser

¿Y ahora resulta que las musas aman,
que las musas amáis, que sois mujeres,
que ya me estás queriendo, que me quieres,
que no quieres volver donde te llaman?

¿Que tus cinco sentidos se te inflaman
y tu piel está loca de alfileres?
Carne, celeste carne, ¿también eres
sensitiva a los dedos que te enraman?

Ven, que quiero obtener tu timbre puro
y liberar del éxtasis tu arpegio.
Ven que te arranque un son de sortilegio,

tu nunca oído son que te inauguro.
Ven ya que te bautice entre mujeres:
Violante, el nombre crea, mía eres.



Álamo cerrado

Cuando estoy a tu lado ¿por qué callas?
Tus labios apretados, di, ¿qué río
interior te represan, qué rocío
roban volando y brillan, y batallas

contra ti misma y tiemblas y avasallas
tu cauteloso amor y en desvarío
le haces estremecer de escalofrío,
amor amordazado en tus murallas?

Toda eres tú temblor de álamo verde,
temblando estás -mi brisa te remuerde-
raíz, tronco, ramas, hojas, flores, cielo.

Y se te asoman lágrimas de savia
y te rezuman éxtasis de labia
y te lastiman pájaros sin vuelo.

Gerardo Diego,Cendoya, Santander – Madrid, 1987
de Gerardo Diego, Poesía amorosa, 1918-1969, Plaza y Janés editores, Barcelona, 1970
imagen: Tiziano, Violante (La bella gata)

1 comentario:

Irene Gruss dijo...

¿Que tus cinco sentidos se te inflaman
y tu piel está loca de alfileres?
Carne, celeste carne, ¿también eres
sensitiva a los dedos que te enraman?

¡Qué bueno esto! Gracias, Irene