sábado, octubre 25, 2008

alfonsina storni. homenaje


1.
hombre pequeñito

Hombre pequeñito, hombre pequeñito,
suelta a tu canario que quiere volar...
Yo soy el canario, hombre pequeñito,
déjame saltar.

Estuve en tu jaula, hombre pequeñito,
hombre pequeñito que jaula me das,
digo pequeñito porque no me entiendes,
ni me entenderás.

Tampoco te entiendo, pero mientras tanto
ábreme la jaula que quiero escapar;
hombre pequeñito, te amé media hora,
no me pidas más.*

* de Irremediablemente, 1919.

2.
Aeroplano en un espejo

¿Hacia dónde rolaba, desasida,
por mal de ensueño? ¿Iba a buscar el nido
del viento, con sus grandes huevos grises
a punto de romper los cascarones?

Altas paredes negras me rodeaban
que derivaban lentas con mi lecho
y por algún costado de la tierra
caíamos sin peso y balanceantes.

Minúscula laguna era el espejo
que vertical se abría en el ceñido
bosque de sombras de mi cuarto huyente.

Y un aeroplano azul lo penetraba,
en la noche viniendo y en puntillas,
fosforescente y tímido asomado.**

**de Mascarilla y trébol, 1938.

3.
déjame

No pensaré otra vez del mismo modo;
déjame andar, déjame andar a curvas;
contradicción contradicción es todo.

No hay más verdad que remover la vida...
déjame andar con la esperanza suelta,
yo picaré toda verdad sabida.

Déjame corretear como los vientos;
del mismo pensamiento que me canse
yo sacaré los nuevos pensamientos.

Deja que viva y que el error me doble,
bello es errar y confesar el yerro;
virtud que no se prueba no es la noble.

Oh, no quiera trocarme en una estatua,
el alma anquilosada en una idea,
anquilosada en una idea fatua.

Déjame andar, correr, moverme libre:
llore, blasfeme, rece, cante, ría,
sucumba, implore, me desmaye o vibre.

Deja que a mi designio me someta,
oh tú, feliz, que por las calles pasas...
¡Ya habré de estarme para siempre quieta!***

***Poesía no publicada en libro.

De Alfonsina Storni, Tomo I, Poesía, ensayo, periodismo, teatro, Editorial Losada, Buenos Aires, 1999.

«Nuestro progreso material asombra a propios y extraños. Hemos construido urbes inmensas. Centenares de millones de cabezas de ganado pacen en la inmensurable planicie argentina, la más fecunda de la tierra; pero frecuentemente subordinamos los valores del espíritu a los valores utilitarios y no hemos conseguido, con toda nuestra riqueza, crear una atmósfera propicia donde puede prosperar esa planta delicada que es un poeta». Palabras de Alfredo Palacios, noviembre 1938.

Alfonsina Storni nació el 29 de mayo de 1892 en Sala Capriasca. Murió en la ciudad de Mar del Plata, el 23 de octubre de 1938.

sábado, octubre 18, 2008

juan carlos moisés. caja de pandora y otros poemas


1.
caja de pandora

Una poesía de propuestas
o una poesía de poesía,
una poesía de filiaciones
o una mirada destructiva sobre las lilas blancas,
un cielo sin ángeles
o un revólver frío como la noche,
una poesía sin palabras
o una poesía de dientes de ajo,
una poesía de respuestas
o una poesía de persona,
una nube pasajera bajo las constelaciones
o un viento del sur,
una escritura automática
o una lapicera clavada en el cuerpo de tu enemigo.

2.
palabras finales J.C.O. (1909-1994)

Cultivé el escepticismo
como una forma irritante
de las bellas artes.
Ahora sé que en el final de la vida
—este bar de mala muerte—
ya no se espera nada,
no se desea nada.
En la combinación de actos
y palabras inútiles
—porque siempre me pareció
estar hablando para nadie
en la oscuridad—,
sólo me fue posible lograr
cierta lucidez, cierta perfección
del escepticismo,
por el que no he pagado nada,
ni —con el perdón de ustedes— pagaré.

3.
la lista de las compras

"Mi amor, la alegría de oír abrazados,
en el amanecer todavía oscuro,
a los primeros teros
después del largo
y no muy amistoso invierno".

No te imaginás, dice mi mujer,
la cara que puso el chico del mercado
cuando descubrió por azar
las palabras escritas al dorso
de la lista de compras
que le alcancé sobre el exhibidor
de las carnes frescas del día;
y la mía, dice ella, mi cara de no saber
qué decir en medio de la ansiedad
de los clientes, cuando me devolvió
el papelito confesando sin pudor
que le gustaban los poemas de amor.

Qué iba yo a pensar, cuando el barullo
de los teros nos despertó en la mañana
y con el apuro fui a escribir a ciegas
en el primer papelito que encontré
sobre la mesa, que el entusiasmo
de ese acto mínimo y fugaz
por la retirada del invierno
iba a tener tan rápido como canta el gallo
el consuelo involuntario de un lector
enarmorado.

Juan Carlos Moisés
De Animal teórico, Poesía Pez Naúfrago, Ediciones del Dock, Buenos Aires, 2004.

jueves, octubre 16, 2008

josé luis mangieri. 15 poemas y un títere. selección


















IV

El timbre del reloj siempre a la misma hora
hacer y deshacer el nudo de la corbata
ponerse la camisa
las medias
los zapatos
—nada hay más triste
que unos zapatos vacíos esperándonos—
y sumarse al desfile de máscaras que en la calle
sobrenadan entre bocinas
y gritos de vendedores.
Caminar
detenerse
ir al cinematógrafo
lleno de manos
y sueños de dactilógrafas
y una soledad de zaguanes mojados.

Los días se estiran aburridos
como la calvicie de ciertos empleados
a punto de jubilarse
también se aburren los matrimonios
al regresar los sábados por la noche
y las flores en la solapa
de los escribientes con domingo.

Y al término del día
arrancar un papelito al almanaque
y acostar esta alma desconsolada
como mis pantalones arrugados.

De 15 poemas y un títere, Ediciones Horizonte, Colección de Poesía La rosa blindada, Buenos Aires, 1962.

más mangieri: 1.11.08, 22.7.08, 22.06.08

martes, octubre 14, 2008

rafael bielsa. selección de espejo negro



XIII

Así como el que estuvo sobre su caballo, erguido
al pie de la planicie,
en vísperas del resultado de la batalla,
estás ahora —hacia las tres, las cuatro—
junto a un velador y un libro cerrado.
Recuerdas la palidez de las flores de papel, el pan
fragante,
un resplandor
de brasas en el cielo, el rozar de los dedos
entre los finos pañuelos.
Igual que al otro, te parece que todo
hubiera sucedido ayer.

(de Espejo Negro, 1988)

rafael bielsa
*Una antología de la poesía argentina (1970-2008), Selección,prólogo y notas: Jorge Fondebrider, editorial Lom, Santiago de Chile, 2008.

viernes, octubre 10, 2008

zen


Porque ese cielo azul que todos vemos
ni es cielo ni es azul. ¡Lástima grande
que no sea verdad tanta belleza!*

*lupercio leonardo de argensola, una mujer que se afeitaba y estaba hermosa.
data:
  • nació en Barbastro el 14 de diciembre de 1559 y murió en Nápoles en 1613.
  • poema tomado por homero expósito para la composición del tango maquillaje.

miércoles, octubre 08, 2008

cristina peri rossi. mis contemporáneos



Mis contemporáneos

He compartido mesa
congresos conferencias
con muchos escritores
Los he oído recitar
pontificar
exhibirse como machos en celo
apostrofar
sentenciar
juzgar
Los he visto firmar autógrafos
los he contemplado ligar
emborracharse
subir a la habitación
con la admiradora arrobada.

Todos ellos sabían algo
que las lectoras no saben:
la literatura no es de verdad.

cristina peri rossi
de Poesía Reunida, Editorial Lumen, Barcelona, 2005

lunes, octubre 06, 2008

jorge aulicino. berserkers





Berserkers

No contabas los muertos entre aquellos
cuyos perfiles de tormenta daban siempre el par.
Pero de esas batallas y de aquellos inmortales no quedan,
en esta luz de cobre de tardes argentinas,
más que polvorientos reflejos.
Ya ves: cuánta furia entonces, cuántas las torres
desmoronadas en procura de un jardín incomprensible.
No era de viento tu lengua, ni de nube:
era del pedernal que ellos entendían.
¿Qué ley, qué disposición secreta,
qué alquimia o signo hubiesen contemplado?
Es cierto que te desafiaban con un grito
en los valles nublados del Orco.
Cierto que tomaban el pan y la mujer, el rocío o la sangre,
con aquel gesto aprendido en tu mesa y al pie de tus murallas.
¡Oh, que no comprendieran lo que aún decías:
la palabra que tañía,
la piedra blanca que dejaste ver entre tus manos!
Y sin embargo—¿recuerdas?—
los habías lanzado por el filo del abismo y a las
comisuras del diablo,
al raleado monte o a las ciénagas
donde las aves zancudas y el relámpago
hablan de tu reino.
Iban ellos, conquistadores de tu Elam, ceñudos.
Pensaban que no era la muerte sino una posibilidad entre las cosas
que todavía giraban en el azar de tu nombre.

jorge aulicino
de Hostias, Ediciones del Dock, Poesía de Pez Naúfrago, 2004

sábado, octubre 04, 2008

diccionario y etimologías XII

costar, hasta 1140. Del latín CŎNSTǍRE, ‘adquirirse por cierto precio’, propiamente ‘estribar en, depender de’, ‘existir, mantenerse’.
Derivados. Costa ‘cantidad que se paga por algo’, ‘gasto’, 1220-50. Coste, 1601. Costo, 1495; costear ‘seguir la costa’, 1570, ‘pagar el gasto’; costoso, hasta 1495. Cuesta, ‘coste’.*

valer, 1097. Del latín, VALĔRE, íd., propiamente ‘ser fuerte, vigoroso, potente’, ‘estar sano’.
Derivados. Vale ‘adiós’, propiamente imperativo latino de valere ‘estar bueno’. Vale (documento), fin siglo XVII. Valedero, mediados siglo XIV. Valencia, siglo XX. Valeroso, 1444, probablemente disimilación de *valoroso, derivado de valor. Valetudinario, tomado del latín, valetudinarius, íd., derivado de valetudo ‘estado de salud’. Valía, hasta 1140; valioso. Valuar, principios siglo XVII; evaluar, siglo XIX, o avaluar, 1817, probablemente del francés évaluer, 1366; avaluación, siglo XVII, avalúo, siglo XVII. Válido, principios siglo XVII, latín valĭdus ‘fuerte, vigoroso’; validez; inválido, hasta 1600, invalidar, 1735; revalidar, fin siglo XVII; revalidación, 1737; reválida, siglo XIX. Valiente ‘que vale’, 984, ‘esforzado’, hasta 1140; valentía, 1251; valentón; envalentonarse. Valimiento. Valor, hasta 1140, latín tardío VALOR-ORIS; valoración; valorar, 1739; avalorar, hasta 1580, desvalorizar.*

*Breve diccionario etimológico de la lengua castellana, editorial Gredos, Madrid, 2000.

destrucción total

era un día helado.
enterramos al gato,
luego tomamos la caja
y la prendimos fuego
en el patio trasero.
esas pulgas que escaparon
de la tierra y del fuego
murieron por el frío.

william carlos williams, rutheford 1883-1964

jueves, octubre 02, 2008

aldo oliva. tenue andadura de la muerte y otros



1.

Tenue andadura de la muerte
Cuando te den a luz, no la verás.
el esplendor cósmico siempre
te postergará; pero no te desampara,
te abrirá la vida del juego de los
misteriosos objetos, en principio,
(y a veces, perennemente) lúdicos.
Mas eso, en un momento no previsible,
terminará. Tal vez hayas avanzado
de solaz sol y los conocimientos
de algún camino y en la equivocidad
del placer: lo creerás infinito.
Pero, solo en algún último instante,
sabrás, como en la emergencia primigenia.
Solo ese saber te dirá la verdad:
borrado el andar, borrado el sendero
del andar. Pleno el absoluto del vacío.

2.
Tornado
Cuando el tornado, al borde del camino,
derrumbe la temblorosa hilera de los eucaliptos,
reventando el vientre de alguna liebre inadvertida;
tajando, del ganado, reses mutiladas, no
diferentes a la chatarra de los rastrojeros
incrustados en los frentes de las viejas casas;
cuando el rayo de la tinta
hienda tu frente:
eleva un himno, entonces,
a la verdad de la existencia y ármate de
levantado fuego para trocar lo aparente-
mente real. No salpiques con complicidad
la apariencia de lo inevitable. Corrompe la
furia del acecho que nos improntó; irrumpe y
diluye en la densidad de lo que se finge ser.
Trama el hilaje de tu
nueva túnica. Desvístete de las añejas raigambres
que se ensañaron en tu piel.
Pide perdón de haber sido sólo hombre
y verás el canto de la forma que vendrá.

de Aldo Oliva, Poesía Completa, Poemas 1998/2000, Editorial Municipal de Rosario, Rosario, 2003

domingo, septiembre 28, 2008

versión



To be, in a thousand shocks or not to be
devoutly under that patient merit of the unworthy takes.
The undiscover'd country, the heart-ache,
the pangs of despised love.
Give us pause!
Calamity puzzles the will
'Tis nobler in the mind to suffer?
The insolence of office and the spurns,
the thousand natural shocks
that flesh is heir to.
Whether the oppressor's wrong,
'tis a consummation,
the native hue of resolution,
the law's delay.
There's the rub:
thus conscience does make cowards of us all;
the whips and scorns of time,
a sea of troubles,
the dread of something after death.
What dreams may come against a weary life?
There's the respect:
the pale cast of thought
from whose bourn no traveller returns.
No more so long life.
The quietus make,
enterprises of great pith,
this mortal coil that makes us rather bear
those ills we have
and lose the name
the bare bodkin.
Thy orisons we know not of.
Others?
Who would my sins remember?

silvia camerotto, lomas de zamora, 1959
nota: dedicado a héctor camerotto (28.9.1931- 13.9.1992)


*original/Hamlet, acto III, escena IV
william shakespeare

To be, or not to be: that is the question: /Whether 'tis nobler in the mind to suffer /The slings and arrows of outrageous fortune, /Or to take arms against a sea of troubles, /And by opposing end them? To die: to sleep; /No more; and by a sleep to say we end /The heart-ache and the thousand natural shocks 7That flesh is heir to, 'tis a consummation /Devoutly to be wish'd. To die, to sleep; /To sleep: perchance to dream: ay, there's the rub; /For in that sleep of death what dreams may come /When we have shuffled off this mortal coil, /Must give us pause: there's the respect /That makes calamity of so long life; /For who would bear the whips and scorns of time, /The oppressor's wrong, the proud man's contumely, /The pangs of despised love, the law's delay, /The insolence of office and the spurns /That patient merit of the unworthy takes, /When he himself might his quietus make /With a bare bodkin? who would fardels bear, /To grunt and sweat under a weary life, /But that the dread of something after death, /The undiscover'd country from whose bourn /No traveller returns, puzzles the will /And makes us rather bear those ills we have /Than fly to others that we know not of? /Thus conscience does make cowards of us all; /And thus the native hue of resolution /Is sicklied o'er with the pale cast of thought, /And enterprises of great pith and moment /With this regard their currents turn awry, /And lose the name of action. - Soft you now! /The fair Ophelia! Nymph, in thy orisons /Be all my sins remember'd.

*traducción al castellano por Rafael Pombo, poeta colombiano (Bogotá, 7 noviembre 1833 - 5 mayo 1912)

¡Ser, o no ser, es la cuestión!—¿Qué debe /más dignamente optar el alma noble /entre sufrir de la fortuna impía /el porfiador rigor, o rebelarse /contra un mar de desdichas, y afrontándolo /desaparecer con ellas? /Morir, dormir, no despertar más nunca, /poder decir todo acabó; en un sueño /sepultar para siempre los dolores /del corazón, los mil y mil quebrantos /que heredó nuestra carne, ¡quién no ansiara /concluir así! Morir... quedar dormidos... /Dormir... tal vez soñar!—¡Ay! allí hay algo /que detiene al mejor. Cuando del mundo /no percibamos ni un rumor, ¡qué sueños /vendrán en ese sueño de la muerte! /Eso es, eso es lo que hace el infortunio /planta de larga vida. ¿Quién querría /sufrir del tiempo el implacable azote, /del fuerte la injusticia, del soberbio /el áspero desdén, las amarguras /del amor despreciado, las demoras /de la ley, del empleado la insolencia, /la hostilidad que los mezquinos juran /al mérito pacífico, pudiendo /de tanto mal librarse él mismo, alzando /una punta de acero? ¿quién querría /seguir cargando en la cansada vida /su fardo abrumador?... Pero hay espanto /¡allá del otro lado de la tumba! /La muerte, aquel país que todavía /está por descubrirse, /país de cuya lóbrega frontera /ningún viajero regresó, perturba /la voluntad, y a todos nos decide /a soportar los males que sabemos /más bien que ir a buscar lo que ignoramos. /Así, ¡oh conciencia!, de nosotros todos /haces unos cobardes, y la ardiente /resolución original decae /al pálido mirar del pensamiento. /Así también enérgicas empresas, /de trascendencia inmensa, a esa mirada /torcieron rumbo, y sin acción murieron.