domingo, octubre 25, 2015

tiffany atkinson. correr de la noche



Correr de la noche

Tanto frío
que ni la luna puede digerirlo
ni el muelle en su maloliente oscuridad. Tú
equilibras tu respiración como un tazón de hielo
seco. Todo es un error, este cuerpo,
este trabajo, este amor. En algún lugar adentro
allí donde el corazón gira violentamente en su cuerda
hay un animal acechando. Escarba
a la noche, tal vez con un pico o un colmillo,
no es ni bueno ni malo, solo está inquieto.

Tanta lluvia
que ni la colina más profunda puede filtrarla
ni  el río con sus branquias abiertas. Tú
llevas tu corazón como un plato lleno de sangre.
Todo es una gran bendición, este cuerpo,
este trabajo, este amor. En algún lugar adentro
allí donde los pulmones expanden sus intrincadas alas
hay un animal acechando. Se retuerce
a  la noche y muestra su vientre o sus tiernas escamas,
no es ni bueno ni malo, solo está inquieto.

Tiffany Atkinson, Berlín, 1972
de Tiffany Atkinson, La Rabdomante, traducción de Inés Garland y Silvia Camerotto, Cooperativa La Joplin, México, 2015
versión © Silvia Camerotto


Nightrunning

So much cold
even the moon can’t swallow it
or the harbour in its fishy dark. You
balance your breath like a bowl of dry
ice. It’s all a mistake, this body,
this job, this love. Somewhere inside
where the heart spins hard on its string
is an animal watching. It scratches
at night, perhaps with a beak or a tusk,
is neither kind nor unkind, just restless.

So much rain
even the deepest hill can’t filter it
or the river with its open gills. You
carry your heart like a full dish of blood.
It’s all such a blessing, this body,
this job, this love. Somewhere inside
where the lungs stretch their intricate wings
is an animal watching. It wriggles
at night and shows its belly or its tender scales,
is neither kind nor unkind, just restless.



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