viernes, abril 27, 2007

dedicatoria XII

rotas las coordenadas, hay lugares que dejan de pertenecernos. efectos del exterminio, dirías. el tren sin mece sin disposición de marcha
cuál fue el principio trascendente?
ayer todo nos dirigía hasta el lugar más cercano. el empedrado marcaba nuestros pasos.
fue tu cuento del buda haciendo mi lamento de pantera frente a un exilio que no me podía permitir.
oremos por los justos, antes de la despedida. que el mundo se haga trizas.
soy la que no puede decirte. estoy a un lado.
apenas si alcanzo a encontrarme en medio de esta bagatela.
no duraré para siempre.
la llama pura de violetas me lleva a leer mil veces lo que leímos juntos.
qué corregiste para mí, si el velo lleva el tono admonitorio del que no celebra.
cada palabra escrita estaba sola.
el poema y mi llanto.
el punto exacto de tu mirada al volver del hospital.
dejamos el tiempo en una cama diminuta, para albergar aquello que únicamente nosotros pudimos comprender.
no hay tiempo de cosecha.
el taxi está esperando a la salida pero no lo tomamos.

10 comentarios:

Carito dijo...

Cosechesé a si misma amiga. Si lo sé, yo también siento aveces que la próxima lágrima me va a hacer de piedra.
Saludos apedreados

silvia camerotto dijo...

lo grave, amiga, es que no nos convertimos en piedra. a quién heredaremos la cosecha?
lo pensaré este fin de semana.

Javier Galarza dijo...

taxi esperando? y si prueban que se siente al caminar? como decía emily dickinson "yo soy un nadie- vos también sos un nadie- ya hacemos dos".
de piedra se hizo la mujer curiosa por mirar hacia atrás según el best seller biblia.
que coseche tempestades sibila, de las buenas, de las de verdad, la "tempestad fertilizadora" que alude holderlin.
que esté usted perdida, que sepa lo que es perder.(que bello es en esa instancia que un par de brazos sostengan nuestros despojos diciendo tan solo que las cosas van a estar mejor, no hay mucho más que eso en la vida.)
mi deseo de tormentas sin heredad.

Juan Manuel Bruñol Silvani dijo...

En mi recorrida blogger del día, estoy hilando todo.
¿Tendré mi cosecha? No se, tengo la sensacion que no.

Abrazo de Blog.

silvia camerotto dijo...

y king lear y el reconocimiento y la caducidad de las seguridades y el cuerpo a la intemperie.
hagamos el poema, estimado j.g. solo hagamos el poema.

silvia camerotto dijo...

usted cosechará, mi estimado espina. no se quede en los efectos del extermino. vaya hasta el lugar más cercano: eso que nosotros, (todos), pudimos comprender.

un abrazo.

Carito dijo...

No sé a quién se herada Sib..hay que heredar?
La piedra, la soledad, el desvelo, el taxi en la puerta, ufff todo tan familiar..

silvia camerotto dijo...

diríamos: la misma mirada? cómo se cambia?
no hay respuestas. al menos hoy, solo hay taxis sin tomar.

meridiana dijo...

Sí Sibila, sin convertirnos en piedra quedamos extáticos, parados,
sin seña, mirando pasar los taxis.
A veces con frío, a veces tan cansados, en medio de la noche,
la luz roja de libre y nosotros...nada, sin extender la mano.
Efecto del exterminio...
Lilián

silvia camerotto dijo...

a veces tan cansados, lilián. tan poderosamente cansados...