Hoy cené como si nadie
hubiera nacido jamás en palestina
como si todas las catedrales
los oratorios, las miserias y los
reinos de occidente
me fueran ajenos, y veinte siglos
de testamento y fuerza
no pudieran contra una sola persona
a mi pesar
un plato de carne, ninguna garrapiñada
Entre cohetes lejanos
la comida fue sombría, desolada
quizás una parábola de algo por venir
con más brutalidad
con más contundencia —
la hora en que las amarras
se sueltan del todo, para siempre
y uno se aleja del único puerto
vacío, solo
definitivamente.
Gerardo Gambolini, Buenos Aires, 1955
Inédito
Imagen: s/d
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