domingo, mayo 20, 2007

el siglo


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el siglo

mi siglo, mi bestia, ¿hay alguien
que pueda escudriñar tus ojos
y con su propia sangre fundir
dos centurias
que justifiquen tu osamenta?
la sangre creadora mana desde la garganta terrenal,
y los parásitos tiemblan
en el umbral de los días por venir.

en tanto la criatura se mantenga con vida,
la médula debe darse a luz,
mientras la columna oculta
distrae el oleaje.
han restituido la cima de la vida
como el cordero ofrecido en sacrificio,
como el dócil cartílago de un niño—
el siglo de la infancia de la tierra.

para liberar la época de su confinamiento
para generar un nuevo mundo,
los desavenidos, los enmarañados días
deberían sonar al unísono como una afinada flauta.
es el siglo que mece las mareas
con la desesperación de la humanidad,
en la maleza el aliento de una serpiente
es la dorada medida del siglo.

aun los retoños se embravecerán
y los inmaduros pimpollos brotarán
pero ¡tu columna vertebral es aplastada,
mi fantástico y despreciable siglo!
en lunática beatitud
miras atrás, cruel y debilitado,
como la ágil bestia que fuiste,
las huellas dejadas por tus pies.

la sangre creadora mana
desde la garganta terrenal
el indiferente cartílago de los océanos
salpica con la desesperación del pez buscando la costa.
y la albanega del pájaro se despliega en las alturas
de las húmedas piedras azul cerúleo,
corrientes de agua inundan la inevitable apatía
de tu única herida mortal.

ósip mandelstam, varsovia 1891- vladivostok 1938

versión © silvia camerotto

2 comentarios:

j.g dijo...

gracias por esta versión, estimada, vaya si la traducción es escritura, no? el profesor que me recomendó este poema creo que se refería a la “falta en ser ” o a la “falta de la pregunta acerca del ser” como esa única herida mortal que desató la bestia del siglo.
digo junto a usted, junto a mandelstam:
mi fantástico y despreciable siglo!

j.g.

Leonel Delgado dijo...

Gracias por este blog, está fabuloso. Saludos.