jueves, marzo 08, 2007

dedicatoria VIII


dejó de llover. el avión despega. vas con tu sombra.
quiero que guardes el silencio que nada dice de sí mismo.
buscaste tres veces por igual camino, lejos.
convertido tu día en una interminable proeza, lo demás, es un inútil cuento para niños.
pedís y te otorgan.
cuál es el rostro que vas a recordar.
mientras llega la noche, el cielo aún no tiene estrellas.
no creo que sea cierto. no sé cómo decirlo. porque esto, tampoco es cierto para mí.
siempre existe algo de pudor. el pánico interior nos paraliza.
volveremos a perder la brújula.
vas con tu sombra.
no puedo darte más que palabras

5 comentarios:

Javier Galarza dijo...

brindo por quien supo estar vivo y perdido. por esa emoción sin motivo por la que lloramos esa noche todos los que estabamos allì. porque un avión iba a partir para acabar con nuestro verano. porque te pierdas amigo, porque te pierdas mucho. porque vaguemos hasta encontrarnos.

Anónimo dijo...

Si paro de llover, ya saldrán las estrellas.. Paciencia.

Un abrazo grande!
te quiero

Diego... dijo...

Solo me encuentro. Caigo y vuelvo a volar sin haber aterrizado jamás. El viento en mi rostro es lo único que me hace sentir vivo. Vivo para volar y sentirlo. Nunca detenerse. El viento no tiene que dejar de soplar. Humedezco mis labios y sigo buscando. Crezco en los aires. Veo desde arriba. Tal vez, alguna vez baje, solo tal vez, algo me haga bajar.
Eso es lo que llamo impotencia...

Imagen + Texto = sensaciones.

Diego... dijo...

sibila: Correspondo a su opinión. Claro que prefiero el cielo...

Carito dijo...

El haber estado de rodillas hace que valore el estar de pie y que slaga de a poco y temerosa al vuelo.