Explícame
Los
días de lluvia son mejores,
Hay
algo de permanencia en el ángulo
Que
las cosas dibujan con el suelo;
En
no irse después de las disculpas
El velocímetro en el ocaso.
Incluso
mientras hablaban el sol empezaba a desaparecer tras una nube.
Bien,
entonces es mejor tener contornos vagos
Pero
ceñidos, fuertemente, alrededor de nuestro humor
Parecido
a la felicidad vengativa. Y con la madera
También es lo mismo.
Creo
que me gustabas más cuando apenas te conocía.
Pero
los amantes son como ermitaños o gatos: Ellos
No
saben cuando aparecer, cuando dejar
De
cortar ramitas para la cena.
Te esperé en la pequeña estación
Y
lo seguiré haciendo con el interés
Que pongo en tus planes y el futuro
De
las estrellas me provoca sed
Solo para arrodillarme buscando
Felicidad en el aserrín.
Junio
y los niños apenas si mirarán hacia nosotros.
Y
ser valiente entonces es entonces
Esta
nube que nos imagina y todo lo que nuestra historia
Iba
a ser alguna vez, y nos ponemos al día
Con
nosotros, pero ellos son los yos de otros.
[…]
Y
con eso toda la ciudad comienza a vivir
Como
un lugar donde uno puede creer en moverse
Hacia
un nombre en particular y estar allí, y luego
Es
más acción retrocediendo actualizándose en la muerte.
Podemos sobrevivir las tormentas,
que nos cubren
Como
sombreros de arcoíris, temerosos de desandar los pasos
Hacia
el pasado que fue nuestro hasta hace poco,
Temerosos
de encontrar allí una fiesta.
¿O
algunas vez en tu vida fuiste objeto de burla
De este modo, y eso se convirtió en
tu mente?
Donde
aun algún paseo por la orilla mezclado
Entre
sombras ciruela y el sol cansado, resignados
A
las instalaciones de la orilla opuesta, mezclamos
Saludos
jadeantes y lágrimas y últimamente saboreamos
Las queridas reservas.
John
Ashbery, Rochester, 1927
De April Galleons, 1987
En Notes from the air, Selected later poems, Harper Collins, New York,
2007
Versión © Silvia Camerotto
imagen de Jack Vettriano© – Milan Tram Shoot, en Uno de los nuestros
Riddle me
Rainy days are best,
There is some permanence in the angle
That things make with the ground;
In not taking off after apologies
The speedometer’s at
sundown.
Even as they spoke the sun was beginning to disappear behind a cloud.
All right so it’s better to have vague outlines
But wrapped, tightly, around one’s mood
Of something like vengeful joy. And in the wood
It’s all the same too.
I think I liked you better when I seldom knew you.
But lovers are like hermits or cats: They
Don’t know when to come in, to
stop
Breaking off twigs for dinner.
In the little station I
waited for you
And shall with all the interest
I bear toward plans of yours and the future
Of stars it makes me thirsty
Just to go down on my knees looking
In the sawdust for joy.
June and the nippers will scarcely look our way.
And be bold then it’s then
This cloud imagines us and all that our story
Was ever going to be, and we catch up
To ourselves, but they
are the selves of others.
[…]
And with it all the city starts to live
As a place where one can believe in moving
To a particular name and be there, and then
It’s more action falling back refreshed into death.
We can survive the
storms, wearing us
Like rainbow hats, afraid to retrace steps
To the past that was only recently ours,
Afraid of finding a party there.
O in all your life were you ever teased
Like this, and it became
your mind?
Where still some saunter on the bank is mixed
Plum shade and weary sun, resigned
To the installations on the opposite bank, we mix
Breathless greetings and tears and lately taste
The precious supplies.
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