Cada día
Cada
día cuando voy a buscar mi auto
atravieso
el jardín
y
a menudo deseo que Aristóteles
se
hubiera
explayado
sobre el poema
ditirámbico—
o que sus notas hubieran sobrevivido
El
yuyo arruina el delicado césped
mientras
miro de derecha a izquierda
tic
tac—
Y
de derecha a izquierda las hojas
del
joven duraznero crecen por
el
delgado tallo
Ninguna
rosa es segura. Cada una es una rosa
y
esta, como cualquier otra,
se
abre plana, casi como un plato sin
taza. Pero es una rosa, rosa
rosada.
Uno percibe como se enrosca lentamente
en
su tallo de espinas
William Carlos Williams, Rutherford,
1883, Columbia, 1963
Versión © Silvia Camerotto
En William Carlos Williams, Selected Poems, New Directions
Publishing Corp, New York, 1985
de The Wedge, 1944
Every Day
Every day that I go out to my car
I walk through a garden
and wish often that Aristotle
had gone on
to a consideration of the dithyrambic
poem— or that his notes had survived
Coarse grass mars the fine lawn
as I look about right and left
tic toc—
And right and left the leaves
upon the yearling peach grow along
the slender stem
No rose is sure. Each is one rose
and this, unlike another,
opens flat, almost as a saucer without
a cup. But it is a rose, rose
pink. One can feel it turning slowly
upon its thorny stem
No hay comentarios.:
Publicar un comentario