jueves, diciembre 31, 2015
josé villa. escombro
Mosca en la ventana
Escribe sobre sus bordes
este trazo morado en el vidrio:
cables de alta tensión
en el suelo de grumo; se extiende
un celaje con arrugas metálicas
en dirección que un poco va aguándose;
trapos, la ceniza armada que cayó
sobre un campo de nieve;
la mosca intenta salir
por un lugar que no existe
***
El talismán
Después de la tormenta
te vi tomar una de
las piedras de hielo
y caminar rumbo al contorno
sombrío de la casa
Ponés la piedra
dentro del congelador
donde yo me asomo
a ver cada tanto aquel
resplandor crepuscular
***
Rastro de Grace
Después de años vuelvo a ver
algo que te pertenece:
el trazo de tu letra sobre
la madera de la mesa
que encierra dos nombres
dentro de un corazón tallado
como las líneas de la vida
en la mano
José Villa, Martín Coronado, 1966
de Escombro, Club Hem editores, La Plata, 2016
imagen s/d
miércoles, diciembre 30, 2015
carina sedevich. klimt
***
Mi tía, siempre pobre,
la que hacía grabados
en los muebles,
la que pintaba,
la que cosía libros,
quería ver llegar
el fin del mundo.
Mi tía, siempre sola,
la que ya no comía,
la que dormía
debajo de la cama
como un indio,
sólo quiso
ver el apocalipsis.
Mi noble tía,
ajada y seca
como el corazón
de una nuez vieja,
hubiera muerto
mejor
sin su deseo.
Carina Sedevich, Santa Fe, 1972
de Klimt, Club Hem Editores, La Plata, 2016
imagen de Pablo Picasso, Mujer melancólica
martes, diciembre 29, 2015
maría laura decésare. somos lo que damos
Vuelo de Cabotaje
Un mensaje nuevo nos acerca,
vos en las alturas
y yo aquí.
Decís que estás en el avión,
miro el cielo y sigo una luz
que se pierde en lo alto.
El diálogo continúa,
me recordás una imagen
que no olvidaste nunca:
una joven sentada en su silla
con un plato sobre la cabeza
y su madre haciendo cruces
en el aceite contra el mal de ojo.
Reímos
y como si fuera una película
pasa la vida.
Norte y sur, cielo y tierra
el tiempo que dura
tu vuelo.
María Laura Decésare, Rufino, 1969
de Somos lo que damos, Ediciones del Dock, Buenos Aires, 2015
imagen de Kate Oberreich, en Kate Oberreich Art & Illustration
lunes, diciembre 28, 2015
john ashbery. nos interesa el lenguaje
[…]
Nos
interesa el lenguaje, eso que ustedes llaman aliento,
si
aliento es en lo que nos convertiremos, y creemos que así es, dijo el zurdo. Tirarle
a ella
un
hueso a veces, a veces expresándonos, a
veces expresando algo parecido a un leve
interés, modo
tan
usado por los viajeros que se ha vuelto sórdido. Lleva a la muerte.
Lo
sabemos, y aun así por un tiempo limitado solo deseamos arrancar el girasol,
transportarlo
de donde estaba, orgulloso y erecto, a un bungaló de cielo celeste, que
busque el sol,
y
llevarlo adentro, mientras el resto se hunde en el molde común. El día
había
comenzado poco propicio, pero mejoró a medida que avanzaba, hasta que a la hora
de
la
cama parecía que habíamos prosperado, yo y usted.
Nuestros
frustrantes primeros intentos de comunicación en tal caso habían muerto hacía
rato.
Aun
así yo había rogado por algo de urbanidad en el aire antes de comenzar, tal
como lo hicieron
mis ancestros
y
ninguno fue herido. Y me abstuve adrede
de consultarme,
siendo
el culte du moi una cosa muerta, un
desastre. Fue eso lo que me guió.
Temprano
en la mañana, corriendo a ver qué había cambiado durante la noche, uno se
detiene para recuperar el aliento.
Cuanto
más antigua la presencia, notamos ahora,
más se ha convertido en usted
con
una vela al lado. Si fuera a proceder como lo hicieron mis ancestros
podríamos
estar buscando todos un nuevo lugar a donde huir de la muerte,
porque
él se ha hecho más viejo y más sabio. Pero si le complace a Dios que viva hasta
mi
onomástico
pondré
guirnaldas en la cabeza de ella que se
convierte en mi poesía, mostrando sus
dientes
cuando sonríe, como puñaladas de sol a través de gotas de lluvia. Dibujando con
un
dedo en mi cama,
ella
explica cómo todo era necesario, cómo era bueno que yo no me quebrara en el
camino
a
las lloviznas, y después de que muchos habían muerto
creyéndoselos
vivos, el sol
salió
solo por un rato, y acarició al girasol
en
su cabeza veteada. Le gusta como soy, pensó el girasol.
Por
lo tanto todos deberíamos concentrarnos en ser más ‘yoes’,
porque
así como nadie puede estar sin el sol, el sol
podría
caerse del cielo si miráramos hacia arriba, todavía absortos, y sin ver a la
muerte.
No
importa qué día de la semana decidas emprender el viaje. El día
estará
allí. Y cuando hayas salido y estés en camino, aun estará allí. El aliento
que
decidas tomar llega al final, al caer del día, cuando su
imagen
deja de ser clara. Le dices adiós de todos modos, porque el camino
brilla
adelante. No necesitas el día para verlo. Y aunque millones ya han
muerto
lo
que importa es que no abandonaron la lucha antes de que yo pudiera llegar a
usted,
para
advertirle sobre que le pasaría
a
usted si más de uno fuera descubierto ocupando la misma cama.
John Ashbery, Rochester, 1927
de Flow Chart, [Sección V de VI], 1991, (selección de la editora)
en Notes from the Air, Selected Later Poems, Harper Collins Publishers, New York, 2007
versión © Silvia Camerotto
imagen Collage de John Ashbery, Summer Dream
de Flow Chart, [Sección V de VI], 1991, (selección de la editora)
en Notes from the Air, Selected Later Poems, Harper Collins Publishers, New York, 2007
versión © Silvia Camerotto
imagen Collage de John Ashbery, Summer Dream
[…]
We’re interested
in the language, that you call breath,
if breath is
what we are to become, and we think it is, the southpaw said. Throwing her
a bone
sometimes, sometimes expresssing, sometimes expressing something like mild
concern, the way
has been so
hollowed out by travelers it has become cavernous. It leads to death.
We know that,
yet for a limited time only we wish to pluck the sunflower,
transport it
from where it stood, proud, erect, under a bungalow-blue sky, grasping at the
sun,
and bring it
inside, as all others sink into the common mold. The day
had begun
inauspiciously, yet improved as it went along, until at bed-
time it was seen
that we had prospered, I and thee.
Our early
frustrated attempts at communicating were in any event long since dead.
Yet I had prayed
for some civility from the air before setting out, as indeed my ancestors
had done
and it hadn’t
hurt them any. And I purposely refrained from consulting me,
the culte du moi being a dead thing, a shambles. That’s what
led to me.
Early
in the morning, rushing to see what has changed during the night, one stops to
catch one’s breath.
The
older the presence, we now see, the more it has turned into thee
with
a candle at thy side. Were I to proceed as my ancestors had done
we
all might be looking around now for a place to escape from death,
for
he has grown older and wiser. But if it please God to let me live until my
name-day
I
shall place bangles at the forehead of her who becomes my poetry, showing her
teeth
as she smiles, like sun-stabs through raindrops. Drawing with a finger in my
bed,
she
explains how it was all necessary, how it was good I didn’t break down on my
way
who
were thought to be living, the sun
cameo
ut for just a Little while, and patted the sunflower
on
its grizzled head. It likes me the way I am, thought the sunflower.
Therefore
we all ought to concéntrate on being more ‘me’,
for
just as nobody could get along without the sun, the sun
would
tumble from the heavens if we were to look up, still self-absorbed, and not see
death.
It
doesn’t matter which day of the week you decide to set out on your journey. The
day
will
be there. And once you are off and running, it will be there still. The breath
you
decide to catch comes at the far end of that day’s slope, when her
vision
is not so clear anymore. You say goodbye to her anyway, for the way
gleams
up ahead. You don’t need the day to see it by. And though millions are alreadey
dead
what
matters is that they didn’t break yp the fight before I was able to get to
thee,
to
warn thee what would be done
to
thee if more tan one were found occupying the same bed.
domingo, diciembre 27, 2015
eduardo aibinder. ¡Párense derecho!
Si no le gusta
que golpeen a su puerta
se transforma en un pariente pobre
en un recién llegado, inoportuno siempre.
Si no le gusta lo sucio
se viste como un deshollinador.
Si no le gusta salir de su casa, oficia de cicerone;
de noche, parado en ciertas esquinas,
señala a las niñas que hermosean el paisaje
tomadas del brazo con quienes lo decepcionan.
Si no le gustan las plantas
se las encuentra a cada momento.
Con una cara le ocurre, que si la desagrada
se transforma en esa cara.
Cuando se lo mira de lejos
se ve venir el fantasma de un pelele,
cuando se lo observa de cerca
se ven irse uno a uno los sueños en retirada
de quien se convierte en todo lo que abomina.
Eduardo Aibinder, Buenos Aires, 1968
de ¡Párense derecho!, Gog y Magog, Buenos Aires, 2015
imagen de
viernes, diciembre 25, 2015
william blake. todas las religiones son una
TODAS LAS RELIGIONES SON UNA
La voz de uno que clama en el desierto
La voz de uno que clama en el desierto
Argumentación: Así como el método verdadero de conocimiento es la
experiencia, la verdadera
facultad de conocimiento debe ser la facultad que
experimenta. Sobre esta facultad hablo.
Principio II. Que así como todos los hombres se parecen en su forma externa, También (y con la misma infinita variedad) se parecen en el Genio Poético.
Principio III. Ningún hombre puede pensar, escribir o hablar desde su corazón, sino que debe buscar la verdad. Por lo tanto, todas las sectas de la Filosofía derivan del Genio Poético, siendo adaptadas a las debilidades de cada individuo.
Principio IV. Ya que nadie puede descubrir lo desconocido viajando por tierras conocidas, del conocimiento previamente adquirido no se puede obtener más; por lo tanto existe un Genio Poético.
Principio V. Las Religiones de todas las Naciones derivan de la recepción del Genio Poético que hacen, que es llamado en todas partes Espíritu Profético.
Principio VI. Las escrituras judías y cristianas son una derivación original del Genio Poético. Esto es necesario dada la naturaleza limitada de la sensación corporal.
Principio VII. Siendo que todos los hombres se parecen (aunque infinitamente variados), También las Religiones & como todas las similares, tiene una fuente: El Hombre verdadero es la fuente, siendo él el Genio Poético.
1788
William Blake, Soho, Londres, 1757 –Westminster, 1827Versión © Silvia Camerotto
imagen de William Blake
The Voice of One Crying in the Wilderness
The Argument
As the true method of knowledge is experiment the true faculty of knowing must be the faculty which experiences, This faculty I treat of.
Principle I. That the Poetic Genius is the true Man, and that the body or outward form of Man is derived from the Poetic Genius. Likewise that the forms of all things are derived from their Genius, which by the Ancients was call’d an Angel & Spirit & Demon.
Principle II. As all men are alike in outward form, So (and with the same infinite variety) all are alike in the Poetic Genius.
Principle III. No man can think, write or speak from his heart, but he must intend truth. thus all sects of Philosophy are from the Poetic Genius adapted to the weaknesses of every individual.
Principle IV. As none by travelling over known lands can find out the unknown, So from already acquired knowledge Man could not acquire more; therefore an universal Poetic genius exists.
Principle V. The Religions of all Nations are derived from each Nation’s different reception of the Poetic Genius, which is every where call’d the Spirit of Prophecy.
Principle VI. The Jewish & Christian Testaments are An original derivation from the Poetic Genius. This is necessary from the confined nature of bodily sensation.
Principle VII. As all men are alike (tho’ infinitely various), So all Religions , &, as all similars, have one source. The true Man is the source, he being the Poetic Genius.
1788
sábado, diciembre 19, 2015
eileen miles. qué arbol espero
Qué árbol espero?
Toda esa parte del mundo
a la que no iré nunca-
más
toda esa separación
que no volveré a sentir
alto en esta casa
en este hemisferio
en esta luz artificial
que es artificial
a la mañana bien temprano; oscuro
en páginas y lapiceras
en una cama extraña
en la curvatura del pie
los muebles
cada pelea
cuando empieza la mañana
y aun es de mañana
y aun es de noche
Me casé con una chica muerta
nacimos con su Florecer
recuerda ese abejorro gordo
que aterrizó en una lámpara
Yo abrí las puertas
y lo olvidé y la casa
se enfriaba y se enfriaba
donde la casa
es la unión entre bordes
y apenas llama mi atención
es oscura y delgada
Monitoreo cada situación
con mi vejiga llenándose
subo bajo
qué árbol estoy esperando
mi vida entera en aguaceros
esperando mi balsa
Volaré a otra isla
tomaré un tren
que ya conozco
dolerá
este es el país herido
vine aquí
para contar la herida como un pájaro
como un árbol
el tráfico tiene vueltas
lo vemos voltearse
arruinando nuestra noche
contiene grandes continentes
los sentimientos y los años
lo que es mío
quedándose ciego
grandes masas de ellos
sin regresar a casa
el país trazó una línea
por la memoria
dijo uno
siento mi corazón acelerando hacia adelante
en la eternidad se encuentra este dolor
hay insomnio
Eileen Myles, Cambridge, Massachusetts, 1949
en Eileen Myles, I Must Be Living
Twice, New & Selected Poems, 1975-2014, Kindle Edition
versión ©Silvia Camerotto
imagen de Odilon Redon, Tree Against a Yellow Background
What Tree Am I Waiting
That
whole part of the world
where I won't go any-
more
that whole separation
that I won't feel
high in this house
in this hemisphere
in this artificial light
that is artificial
in the earliest morning; dark
in pages and pens
in an unfamiliar bed
in the foot curl
furniture
each rumble
when morning comes
and it's still morning
and it's still night
I married a dead girl
we were born in her Bloom
where I won't go any-
more
that whole separation
that I won't feel
high in this house
in this hemisphere
in this artificial light
that is artificial
in the earliest morning; dark
in pages and pens
in an unfamiliar bed
in the foot curl
furniture
each rumble
when morning comes
and it's still morning
and it's still night
I married a dead girl
we were born in her Bloom
remember
that fat bumblebee
landed on a lamp
I opened the doors
and I forgot and the house
got colder and colder
where is this house
the seam between boards
merely gains my attention
it's dark and thin
I monitor each situation
my bladder growing full
climb down climb up
what tree am I waiting
my whole life in weather
waiting for my raft
I'll fly to another island
I'll take a train
already I know
it will hurt
this is the hurt country
I came here
to hold the hurt like a bird
like a tree
traffic has rings
we watch it whirl around
damaging our night
great continents hold
the feelings and the ages
what is mine
going blind
great masses of them
not going home
the country drew a line
because of memory
one said
I feel my heart race ahead
in eternity there is this ache
there is this wakefulness
landed on a lamp
I opened the doors
and I forgot and the house
got colder and colder
where is this house
the seam between boards
merely gains my attention
it's dark and thin
I monitor each situation
my bladder growing full
climb down climb up
what tree am I waiting
my whole life in weather
waiting for my raft
I'll fly to another island
I'll take a train
already I know
it will hurt
this is the hurt country
I came here
to hold the hurt like a bird
like a tree
traffic has rings
we watch it whirl around
damaging our night
great continents hold
the feelings and the ages
what is mine
going blind
great masses of them
not going home
the country drew a line
because of memory
one said
I feel my heart race ahead
in eternity there is this ache
there is this wakefulness
jueves, diciembre 17, 2015
laura garcía del castaño. los demonios del mar
los demonios del mar
cada día que asistí
a la defunción de un hombre o de un atleta
cada noche que arrojó
mi vida al fuego o al ensayo
la desilusión que me arrastró en su oleaje
los fuegos que estallaron en China
para ahuyentar a los demonios del mar
tan semejantes a la detonación de una mujer cercana
el picaporte gastado
por un antiguo instinto de huir
el chófer que anunció los cinco minutos finales
Chopin, que me acompañó en cada viaje
las hileras de árboles
que advertí sólo de regreso
las tardes que pasé a los seis años
cuidando esos cachorros
o las horas que paso aquí
centinela de lo perdido
han sido por desandar
por no ser domesticada
delirar un salmo
leer en voz alta algún pronóstico
el mate que mi padre dejó cargado esa mañana
su amigo ferroviario
en el trencito del parque Las Heras
la desolación que pude ver en sus ojos
ha sido desandar
ayudar a no rendirse
subir al podio que no premia
nadar tras los demonios del mar
encandilar a los cachorros de la desolación
los minutos finales
de un viaje y los nocturnos
la hilera de árboles
que advertí sólo de regreso
el tren más inofensivo de una vida
en el verano del 86
el ferroviario que miraba
sin llegar más lejos
su esperanza huyendo
por esas vías cruciales
el picaporte que alguien gastó
por desandar y no ser domesticado
todo ha sido desandar
y no ser domesticado
asisto a la defunción
de un hombre o de un atleta
ensayo la detonación
de una mujer cercana
predico un nuevo gran pronóstico
hago estallar los fuegos del mar
para ahuyentar a los demonios del amor
Laura García del Castaño, Córdoba, 1979
de Laura García del Castaño, Los demonios del mar, Ediciones del Dock, Colección La verdad se mueve, Buenos
Aires, 2015
miércoles, diciembre 16, 2015
hugo zonágles. pernocte
Pernocte
Le hablo
a un intercomunicador
pido una habitación
me pregunto
si los anónimos somos nosotros
o los que están del otro lado
por un buzón
aparece una llave con un número
caminamos por pasillos alfombrados
desodorante de ambiente
puertas blancas numeradas
todo parece estéril
quizás
la entrada a cualquier mundo
sea de esta manera
abro la puerta
con un pequeño empujón
las luces rojas
bañan cada mueble
la cama parece
una bolsa de cuero
rellena de agua
con cada movimiento
hace un sonido
como si también
tratara de devorarnos
los espejos partidos
divididos en lugares
que nunca hubiese imaginado
me siento como si fuera
Conan el Bárbaro
solo
encerrado en una cueva
con un monstruo intocable
que se desvanece
al querer atravesarlo con la espada
a lo mejor
debería romper los espejos
para que esta noche
no haya monstruos.
Hugo Zonáglez Buenos Aires, 1985
De Días perfectos, Ediciones del Dock, Buenos Aires, 2015
Hugo Zonáglez Buenos Aires, 1985
De Días perfectos, Ediciones del Dock, Buenos Aires, 2015
lunes, diciembre 14, 2015
césar moro. la tortuga ecuestre
6.
El agua lenta las variaciones mínimas lentas
El rostro leve lento
El suspiro cortado leve
Los guijarros minúsculos
Los montes imperceptibles
El agua cayendo lenta
Sobre el mundo
Junto a tu reino calcinante
Tras los muros el espacio
Y nada más el gran espacio navegable
El cuarto sube y baja
Las olas no hacen nada
El perro ve la casa
Los lobos se retiran
El alba acecha para asestarnos su gran golpe
Ciegos dormidos
Un árbol ha crecido
En vano cierro las ventanas
Miro la luna
El viento no ha cesado de llamar a mi puerta
La vida oscura empieza
César Moro (Alfredo Quíspez Asín), Lima, Perú, 1903-1956
de La tortuga ecuestre (1938-1939)
en César Moro, Obra poética completa, Edición crítica, Alción editora, Córdoba, 2015
domingo, diciembre 13, 2015
silvia arazi, claudine y la casa de piedra
De harinas y de aromas
(Para esa mujer, mi madre)
-Cuando mi madre habla de zapallos,
de mazapán, de ollas, de manzanas,
todo se enciende en sus ojitos grises.
Por eso a veces,
le pido que me diga
cómo debo elegir las berenjenas.
de mazapán, de ollas, de manzanas,
todo se enciende en sus ojitos grises.
Por eso a veces,
le pido que me diga
cómo debo elegir las berenjenas.
“¿Las más sabrosas?”, pregunta, agradecida,
“¡Las de cáscara negra, las pequeñas!”
“¡Las de cáscara negra, las pequeñas!”
Ella habla largo
de harinas y de aromas.
(inagotable mujer entre fulgores)
Y luego vuelvo a preguntarle todo,
acerca del perejil, del pan
o de la albahaca.
de harinas y de aromas.
(inagotable mujer entre fulgores)
Y luego vuelvo a preguntarle todo,
acerca del perejil, del pan
o de la albahaca.
Lo hago, en verdad, de puro gusto,
para encenderla toda, para que arda.
para encenderla toda, para que arda.
Porque me gusta ver
cómo se enciende,
por el gusto, nomás, de que me cuente.
cómo se enciende,
por el gusto, nomás, de que me cuente.
Silvia Arazi, Buenos Aires, 1957
en Claudine y la casa de piedra, Ediciones del Dock, Buenos Aires, 2015
imagen s/d
sábado, diciembre 12, 2015
ana maría intili. en parís con aguacero
En París con aguacero
“Andes,
frío, inhumanable, puro”
Trilce, poema LIX. César
Vallejo.
Hay un lenguaje extraño
que viene de tus labios
un camino incierto
una voz ahogada
a la deriva
en qué meses sucesivos tus Marías te dejaron
qué pan salvó de morir en la puerta del horno
fue media vida + dos veces tu vida
cuántas veces tu nombre
cuántos poemas en el aire
cuánta frente de tu frente
cuánta Rusia en tus pupilas
cuánta España en la nostalgia
cuánto Picasso retratando
Franco y su guadaña
tus zapatos gastados
tus maletas vacías
tus monedas regadas
el destierro doble doble
Georgette cosida a tu costado
He pasado por allí
tumba fría / París con aguacero
es tumba silenciosa lejana
Y toda la tierra andina
negándote
Ana María Intilli, Tucumán, Argentina.
Actualmente reside en Perú
En Antología
Internacional de Mujeres, Compilación en homenaje al Festival Internacional
de Poesía, Grito de Mujer, Fundación Poetas Mujeres Internacional y Biblioteca
de las Grandes Naciones
Imagen de Hartwick HKD
viernes, diciembre 11, 2015
carina sedevich. nivel del mar
Nivel del mar
Dice mi padre
a propósito del agua
que hierve mejor
en la montaña.
Es por eso
que guardo mi respeto
para los hombres
capaces de templanza.
***
Es invierno todavía.
El ruido de la estufa
funcionando
es el amor.
El ruido del agua
que se templa
es el amor.
El ruido del agua
sacudiendo
la ropa que se lava
es el amor.
Nos desvelamos
para escucharlo todo
la gata y yo.
***
Acuarela
Hay un ardor brevísimo, fatuo,
ante la pena.
La gota de vino se desliza,
enturbia el cristal.
Luego se seca.
De agua son los frutos
del invierno.
De agua
son los años por venir.
Hay un ardor brevísimo, fatuo,
ante la pena.
La gota de vino se desliza,
enturbia el cristal.
Luego se seca.
De agua son los frutos
del invierno.
De agua
son los años por venir.
Carina Sedevich, Santa Fe, 1972
de Klimt, Club Hem editores, 2015
imagen s/d
jueves, diciembre 10, 2015
javier galarza. la hendidura
La Hendidura
Algo en la alternancia
entre los colores de la tinta
y la hendidura certera
de la pluma sobre el papel,
lo blanco. Sea la pluma,
el canto o la voz, como el eco
que vuelve con el viento,
y sea esta luz también
que alumbra las aperturas
del mundo, aún en la noche,
el estilo o estilete que rasga
el blanco de la hoja.
Javier Galarza, Buenos Aires, 1968
de Lo atenuado, audisea, buenos aires, 2014
imagen s/d
miércoles, diciembre 09, 2015
judith filc. vida en la tierra
Vida en la tierra
Tendida en
la
arena
la boca
abierta al
sonido del
infinito
me adentro
en el
laberinto
mi cuerpo se
acomoda a las
volutas
palpa la fría
lisura del
nácar
Ovillada en
lo más
hondo
siento el
golpe de la
arena
arrastrada en el
viento
Ovillada en lo más
hondo
capa
tras
capa
Desplazada por el
hielo en
movimiento
en lo
hondo de
paredes
nacaradas donde
se cierra
el último
recodo
aún vivo
dormida
en mi
forma
Judith Filc, Buenos Aires, 1962
de Vida en la tierra, 2015, Barnacle & Cía
imagen s/d
martes, diciembre 08, 2015
laura garcía del castaño. la sangre del espejo
La sangre del espejo
Nos despertó un zumbido
Habías soñado con pelusas enganchadas a las patas de un sofá,
yo, en cambio, con abejas pegadas a
los vidrios
deseando abrirse paso hasta mi cuello
La furia nos acompañó toda la siesta
Tarde cenamos
apartando del pescado las espinas
de nuestro diálogo
Qué poco se requiere para extinguir
las brasas de una cena
un cuchillo presiona la planta de los pies
un trapo seca la sangre de un espejo
Dormimos abrazados a un panal
evitando movernos
despertar al enjambre.
Habías soñado con pelusas enganchadas a las patas de un sofá,
yo, en cambio, con abejas pegadas a
los vidrios
deseando abrirse paso hasta mi cuello
La furia nos acompañó toda la siesta
Tarde cenamos
apartando del pescado las espinas
de nuestro diálogo
Qué poco se requiere para extinguir
las brasas de una cena
un cuchillo presiona la planta de los pies
un trapo seca la sangre de un espejo
Dormimos abrazados a un panal
evitando movernos
despertar al enjambre.
Laura García del Castaño, Córdoba, 1979
imagen de Sara Pedigo en Sara Pedigo
lunes, diciembre 07, 2015
georg trakl. canción de kaspar hauser
Canción de Kaspar Hauser
Amaba el sol que purpúreo bajaba la colina,
los caminos del bosque, el oscuro pájaro cantor
y la alegría de lo verde.
Digno era su vivir a la sombra del árbol
y puro su rostro.
Dios habló como una suave llama a su corazón:
¡Hombre!
La ciudad halló su paso silencioso en el atardecer;
pronunció la oscura queja de su boca:
soñaba ser un jinete.
Pero le seguían animal y arbusto,
la casa y el jardín de níveos hombres
y su asesino lo asediaba.
Primavera y verano y el hermoso otoño del justo,
su paso silencioso
ante la alcoba apagada de los soñadores.
De noche permanecía solo con su estrella.
Miró caer la nieve sobre el desnudo ramaje
y la sombra del asesino en la penumbra del zaguán.
Entonces rodó la cabeza plateada del no nacido aún.
Georg Trakl, Salzburgo, Austria– 1914, Cracovia
en Georg Trakl, Poemas, Traducción, prólogo y notas de Aldo Pellegrini, Ediciones Corregidor, Buenos Aires, 1972
en Georg Trakl, Poemas, Traducción, prólogo y notas de Aldo Pellegrini, Ediciones Corregidor, Buenos Aires, 1972
imagen s/d
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