lunes, octubre 28, 2013
diego roel. las leyes del alba y otros poemas
Las leyes del alba
en extrema crucifixión
tengo mis brazos mis ojos mis manos los pies
en extrema crucifixión
porque yo estoy puesto en el mundo
por las oscuras leyes del alba
por una gran boca de mil lenguas de oro
puesto y arrojado
para sufrir morir y elevarme
tantas veces
estoy puesto y arrojado
multiplicado y expandido
en levísimos fragmentos de ilusión
sí, estoy crucificado
puesto a parir y a engendrar extrañas criaturas
a sangrar y fornicar de mil maneras con las sombras
y a morir y a morir
tantas veces
como sea necesario
escucho lejanas letanías
y recuerdo
recuerdo cuando escuchaba lejanos cantos o misas en el bosque
y tenía una canción un nombre propio una guarida
también un Padre una Madre un leve canto
un susurro leve apenas quizás
yo tenía un mundo un país una familia
entonces emigré
y busqué lo Oscuro por pasión o por locura
y por pasión o por locura huí al desierto: mi corazón sin luz
yo tenía un mundo un país una familia
y tenía mil noches compartidas mil lechos
y amigos llenos de manos vacías
y un dios carnal sufriente:
mi propio dios mi Padre Tótem ausente todavía
cuando huyendo del salvaje ritmo marcado por los cuerpos
era yo el mismo pero otro distinto reflejado en los espejos
era yo el otro el traicionero el perspicaz
huyendo siempre en agonía
huyendo siempre
huyendo siempre en agonía sin Padre
de "Padre Tótem"
**
Noche solar
ahora que nadie vive
me renazco y vivo en mí
es posible
ahora que amanece y anochece adentro de los círculos
entonces giro y me llamo por mi nombre
giro y me ato al potro de tortura de mi Padre
de mi Tótem de sangre de los altares del cielo
estoy en Él
en sus ojos livianos como guerras
azules como estallidos de palomas
estoy en Él y Él en mí
estoy en su abrazo en su frenesí
en su vuelo de noche alta y solar
por eso digo:
tengo los pies crucificados
y soy las partes que mi nombre deja
soy mi grito en expansión
la ansiada espera de mi Padre
de mi Madre envuelta en llamas de varón
digo no digo me fragmento espero:
todavía no hay tiempo en el Tiempo
todavía no me nazco
no me puedo matar tan vivo
no puedo alzar los ojos en fusión de vírgenes voraces
no puedo pronunciar una palabra el nacimiento
mi caída de espiral en espiral
entonces digo:
tengo los pies las manos los ojos
crucificados por la extrema luz del mediodía
no me puedo matar tan vivo
porque no tengo un techo una guarida
un Padre Tótem que adorar o destruir
y mientras me circundan
las sombras de los oscuros ángeles del desasosiego
no tengo un nombre propio todavía
de "Padre Tótem"
Diego Roel, Temperley, 1980
en Padre Tótem, oscuros umbrales de revelación, ediciones El Mono Armado, Buenos Aires, 2013
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