Lo
que sobra zozobra
Los que odian dar migas a las palomas, esos
que cierran la mano para no desprenderse
de lo que sobra.
Los habrás visto.
Y si les pide algo un hambriento
levantan los hombros como a mí qué me importa.
Mientras más tienen más ni pizca aflojan y es de ver
cómo se les pone la cara ambiciosa.
Escondidos nocturnamente
cuentan su ganancia moneda a moneda y lloran
cuando se les merma un pedacito.
No se dan cuenta de en la vecindad
viven mancos rengos y tuertos
ya zafados de lengua los cuales van a hacer
que zozobren los que a las palomas
no dan lo que les sobra.
Los que odian dar migas a las palomas, esos
que cierran la mano para no desprenderse
de lo que sobra.
Los habrás visto.
Y si les pide algo un hambriento
levantan los hombros como a mí qué me importa.
Mientras más tienen más ni pizca aflojan y es de ver
cómo se les pone la cara ambiciosa.
Escondidos nocturnamente
cuentan su ganancia moneda a moneda y lloran
cuando se les merma un pedacito.
No se dan cuenta de en la vecindad
viven mancos rengos y tuertos
ya zafados de lengua los cuales van a hacer
que zozobren los que a las palomas
no dan lo que les sobra.
Jorge
Leónidas Escudero, San Juan, 1920
De
Endeveras, Ediciones en Danza, Buenos
Aires, 2004
Imagen
de Antonio Azorín©, en Uno de los nuestros
No hay comentarios.:
Publicar un comentario