Miércoles de ceniza (segunda entrega)
IV
Quien caminó entre el violeta y el violeta
Quien caminó entre
Las muchas gamas de variedades del verde
Yendo del blanco al azul, el color de María,
Hablando de cosas triviales
Ignorante y a sabiendas del dolor eterno
Quien se movía entre los otros mientras ellos caminaban,
Quien luego fortaleció las fuentes y reanimó los manantiales
Enfrió la roca seca y afirmó la arena
El azul del albarraz, el azul de María,
Sovegna vos
Aquí en medio están los años que pasan, quitando
Los violines y las flautas, restituyendo
A aquel que se mueve en el tiempo entre el dormir y el despertar, llevando
Sobre ella una blanca luz apretada, envolvente, apretada.
Los nuevos años pasan, restituyendo
A través de una blanca nube de lágrimas, restituyendo
En un verso nuevo la antigua rima. Redime
El tiempo. Redime
La visión no leída en el sueño supremo
Mientras unicornios enjoyados arrastran el dorado carro fúnebre.
La hermana silenciosa con su velo azul y blanco
Entre los tejos, detrás del dios del jardín,
Con su flauta sin aliento, inclinó la cabeza y dio una señal pero no habló una palabra
Pero la fuente brotó y el pájaro cantó
Redime el tiempo, redime el sueño
La señal de la palabra no oída, no dicha
Hasta que el viento despierte mil susurros del tejo
Y después nuestro exilio
V
Si se pierde la palabra perdida, si se gasta la palabra gastada
Si la palabra no escuchada, la palabra
No dicha se dijera, no escuchada;
Aún así sería la palabra no dicha, la Palabra no escuchada,
La Palabra sin palabra, la Palabra en
El mundo para el mundo;
Y la luz brilló en la tinieblas y
Contra la Palabra el mundo inconstante aún giraba
En el centro de la Palabra callada.
Oh pueblo mío, ¿qué te he hecho?
¿Dónde encontraremos la palabra, dónde
Resonará? No aquí, no hay suficiente silencio
No en el mar o en las islas, no
En tierra firme, en el desierto o en las praderas,
Porque aquellos que caminan en las tinieblas
Así en el día como en la noche
El tiempo justo y el lugar correcto no son estos
Ni el lugar de gracia para aquellos que huyen del rostro
Ni el tiempo para el regocijo de aquellos que caminan entre el ruido y niegan la voz
¿Rogará, la hermana del velo, por
Aquellos que caminan en las tinieblas, que te han elegido y te han negado,
Aquellos cuyas cabezas están escindidas entre estación y estación,
Tiempo y tiempo, entre
Hora y hora, palabra y palabra, poder y poder, aquellos que esperan
En las tinieblas? ¿Rogará la hermana del velo
Por los niños en el limbo
Que no se irán y que no pueden rezar:
Ruega por aquellos que aceptaron y niegan
Oh pueblo mío ¿qué te he hecho?
¿Rogará la hermana con el velo entre los árboles de tejo
Esbeltos por aquellos que la ofenden
Y ahora temen y no pueden rendirse
Y aceptar ante el mundo y negar entre las rocas
En el último desierto entre las últimas rocas azules
El desierto en el jardín el jardín en el desierto
De sequía, escupiendo la semilla de la manzana seca?
VI
Porque no espero volver otra vez
Porque no espero
Porque no espero volver
Dudando entre la ganancia y la pérdida
En este breve tránsito donde los sueños se cruzan
Crepúsculo cruzado por el sueño entre el nacimiento y la muerte
(Bendíceme padre) aunque no espero esperar estas cosas
Desde el ventanal que mira hacia la costa de granito
El velamen blanco aún vuela hacia el mar, hacia el mar
Alas incólumes
Y el corazón perdido se endurece y se regocija
En las lilas perdidas y en la voces perdidas del mar
Y el espíritu débil se apura a rebelarse
Por la vara dorada, doblada y el olor perdido del mar
Se apura a recuperar
El grito de la codorniz y del chorlito que vuela en círculos
Y el ojo ciego crea
Formas vacías entre las puertas de marfil
Y el olor renueva el sabor salado de la tierra arenosa
Este es el tiempo límite entre morir y nacer
El lugar de soledad donde tres sueños cruzan
Entre las rocas azules
Pero cuando las voces que despiertan del tejo huyen
Deja que otros tejos sean sacudidos y respondan.
Bendita hermana, madre santa, espíritu de la fuente, espíritu del jardín,
No dejes que nos burlemos uno al otro con falsedad
Enséñanos a estar concernidos y a no estarlo
Enséñanos a permanecer tranquilos
Aún entre estas rocas,
Que la paz sea Su voluntad
Y aún entre estas rocas
Hermana, madre
Y espíritu del río, espíritu del mar,
No permitas que me aparte
Deja que mi clamor llegue a Tí.
T.S. Eliot, St. Louis, Missouri, 1888 - Londres, 1965)
Versión © Silvia Camerotto
imagen: Witold Wojtkiewicz,
Meditations. Ash Wednesday
Ash Wednesday 2
IV
Who walked between the violet and the violet
Whe walked between
The various ranks of varied green
Going in white and blue, in Mary's colour,
Talking of trivial things
In ignorance and knowledge of eternal dolour
Who moved among the others as they walked,
Who then made strong the fountains and made fresh the springs
Made cool the dry rock and made firm the sand
In blue of larkspur, blue of Mary's colour,
Sovegna vos
Here are the years that walk between, bearing
Away the fiddles and the flutes, restoring
One who moves in the time between sleep and waking, wearing
White light folded, sheathing about her, folded.
The new years walk, restoring
Through a bright cloud of tears, the years, restoring
With a new verse the ancient rhyme. Redeem
The time. Redeem
The unread vision in the higher dream
While jewelled unicorns draw by the gilded hearse.
The silent sister veiled in white and blue
Between the yews, behind the garden god,
Whose flute is breathless, bent her head and signed but spoke
no word
But the fountain sprang up and the bird sang down
Redeem the time, redeem the dream
The token of the word unheard, unspoken
Till the wind shake a thousand whispers from the yew
And after this our exile
V
If the lost word is lost, if the spent word is spent
If the unheard, unspoken
Word is unspoken, unheard;
Still is the unspoken word, the Word unheard,
The Word without a word, the Word within
The world and for the world;
And the light shone in darkness and
Against the Word the unstilled world still whirled
About the centre of the silent Word.
O my people, what have I done unto thee.
Where shall the word be found, where will the word
Resound? Not here, there is not enough silence
Not on the sea or on the islands, not
On the mainland, in the desert or the rain land,
For those who walk in darkness
Both in the day time and in the night time
The right time and the right place are not here
No place of grace for those who avoid the face
No time to rejoice for those who walk among noise and deny
the voice
Will the veiled sister pray for
Those who walk in darkness, who chose thee and oppose thee,
Those who are torn on the horn between season and season,
time and time, between
Hour and hour, word and word, power and power, those who wait
In darkness? Will the veiled sister pray
For children at the gate
Who will not go away and cannot pray:
Pray for those who chose and oppose
O my people, what have I done unto thee.
Will the veiled sister between the slender
Yew trees pray for those who offend her
And are terrified and cannot surrender
And affirm before the world and deny between the rocks
In the last desert before the last blue rocks
The desert in the garden the garden in the desert
Of drouth, spitting from the mouth the withered apple-seed.
O my people.
VI
Although I do not hope to turn again
Although I do not hope
Although I do not hope to turn
Wavering between the profit and the loss
In this brief transit where the dreams cross
The dreamcrossed twilight between birth and dying
(Bless me father) though I do not wish to wish these things
From the wide window towards the granite shore
The white sails still fly seaward, seaward flying
Unbroken wings
And the lost heart stiffens and rejoices
In the lost lilac and the lost sea voices
And the weak spirit quickens to rebel
For the bent golden-rod and the lost sea smell
Quickens to recover
The cry of quail and the whirling plover
And the blind eye creates
The empty forms between the ivory gates
And smell renews the salt savour of the sandy earth
This is the time of tension between dying and birth
The place of solitude where three dreams cross
Between blue rocks
But when the voices shaken from the yew-tree drift away
Let the other yew be shaken and reply.
Blessèd sister, holy mother, spirit of the fountain, spirit
of the garden,
Suffer us not to mock ourselves with falsehood
Teach us to care and not to care
Teach us to sit still
Even among these rocks,
Our peace in His will
And even among these rocks
Sister, mother
And spirit of the river, spirit of the sea,
Suffer me not to be separated
And let my cry come unto Thee.