martes, diciembre 29, 2009

abandonada a la indiferencia de las estrellas


Un sueño de muerte

Soñé que ella había muerto en un lugar extraño
lejos de manos conocidas;
y los campesinos de esa tierra,
clavaron las tablas encima de su cara,
y me preguntaba cómo la dejaron en semejante soledad,
y clavaron sobre su tumba,
una cruz hecha con dos pedazos de madera
y plantaron cipreses a su alrededor;
y la abandonaron a la indiferencia de las estrellas
hasta que tallé estas palabras:
Ella fue más bella que tu primer amor,
pero ahora yace debajo de las tablas.


William Butler Yeats, Dublin, 1865-Menton, 1939.
Versión © silvia camerotto
imagen: Jean Jacques Henner, Solitude

A dream of death

I dreamed that one had died in a strange place
Near no accustomed hand;
And they had nailed the boards above her face,
The peasants of that land,
And wondering to lay her in that solitude,
And raised above her mound
A cross they had made out of two bits of wood,
And planted cypress round;
And left her to the indifferent stars above
Until I carved these words:
She was more beautiful than thy first love,
But now lies under boards.

lunes, diciembre 28, 2009

con el consentimiento de gabino


Tantas y tantas

Cientos
y cientos
de personas...
tantas
y tantas...
En la esquina
un hombre
y un libro
hablan de un
único camino.
Yo
siento deseos
de dudar...
todo el tiempo,
y busco
entre
iguales
diferencias
vanas.

Correo argentino

Tramité una queja
en el correo argentino.
Dos días después
recibí
una respuesta
en mi domicilio
donde se decía:

Sr. Gabino Quiroga
Bahía Blanca
Buenos Aires

De nuestra mayor
consideración
nos dirigimos
a usted
en relación
a su presentación
de fecha 7/3/2009
registrada
en este centro
de atención
por los inconvenientes
que nos expresa
su exposición.
Queremos
comunicarle
que en el correo
consideramos
positivo crear
un fluido contacto
con nuestros clientes,
realimentando
permanentemente
esta relación.
Sin más,
lamentando
los inconvenientes
a los que se haya visto sujeto,
hacemos propicia
la oportunidad
para saludar
a usted
muy cordialmente.

Carla Valda
Centro de atención al cliente
Correo oficial de la república argentina.


Germán Arens, Bahía Blanca, 1967
de Versos de Gabino, El Suri porfiado Ediciones,Buenos Aires, 2009
imagen: s/d

jueves, diciembre 24, 2009

basil bunting. en la guarda de los cantos de Pound


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En la guarda de los cantos de Pound

Ahí están los Alpes. ¿Qué hay para decir de ellos?
No tienen sentido. Glaciares mortales, chiflados trepando los peñascos,
revoltijo de rocas y maleza, pastura y roca, pedregal,
et l’on entend, quizá, le refrain joyeux et leger.
¿Quién sabe qué habrá grabado el hielo sobre la roca que alisa?

Ahí están ellos, deberás dar un largo rodeo
si deseas evitarlos.
Hacen falta unos cuantos para acostumbrarse. Allí están los Alpes,
¡tontos! ¡Siéntense a esperar que se derrumben!

Basil Bunting, Northumberland, 1900- Cumbria, 1985
Versión © Silvia Camerotto
De Poem hunter
Imagen: Ezra Pound por Wyndham Lewis

On the Fly-Leaf of Pound's Cantos
There are the Alps. What is there to say about them?
They don't make sense. Fatal glaciers, crags cranks climb,
jumbled boulder and weed, pasture and boulder, scree,
et l'on entend, maybe, le refrain joyeux et leger.
Who knows what the ice will have scraped on the rock it is smoothing?

There they are, you will have to go a long way round
if you want to avoid them.
It takes some getting used to. There are the Alps,
fools! Sit down and wait for them to crumble!

lunes, diciembre 21, 2009

basil bunting. lo que el presidente le dijo a tom



Lo que el presidente le dijo a Tom

¿Poesía? Eso es un pasatiempo.
Yo juego con trenes de modelismo.
El señor Shaw cría palomas.

No es trabajo. No sudas.
Nadie paga por ello.
Podrías publicitar jabón.

La ópera es arte; o la compañía de repertorio—
'La canción del desierto'.
Nancy estaba en el coro.

Pero exigir doce libras semanales—
eres casado, ¿no es cierto?—
tienes agallas.

¿Cómo podría mirar a la cara
a un chofer de ómnibus
si te pagara doce libras?

¿Sea como fuere, quién dice que es poesía?
Mi hijo de diez años
puede hacerla y rimar.

Me pagan tres mil y gastos,
un coche, bonos,
pero soy contador.

En mi compañía
hacen lo que les digo,
¿Qué haces tú?

Palabras cortas y sucias, palabras largas y sucias,
es insalubre.
Deseo lavarme cuando me encuentro con un poeta.

Son Rojos, adictos,
todos delincuentes.
Lo que escribes está podrido.

El señor Hines lo asegura, y es un maestro de escuela,
él debe saber.
Ve y busca trabajo.

Basil Bunting, Northumberland, 1900- Cumbria, 1985
Versión © Silvia Camerotto
De Basil Bunting Poetry Centre
Imagen: Gregory Corso reading at Morden Tower. Basil Bunting, Lawrence Ferlinghetti, and Tom PicKard in the audience.

What The Chairman Told Tom
Poetry? It's a hobby.
I run model trains.
Mr Shaw there breeds pigeons.

It's not work. You dont sweat.
Nobody pays for it.
You could advertise soap.

Art, that's opera; or repertory -
The Desert Song.
Nancy was in the chorus.

But to ask for twelve pounds a week -
married, aren't you? -
you've got a nerve.

How could I look a bus conductor
in the face
if I paid you twelve pounds?

Who says it's poetry, anyhow?
My ten year old
can do it and rhyme.

I get three thousand and expenses,
a car, vouchers,
but I'm an accountant.

They do what I tell them,
my company.
What do you do?

Nasty little words, nasty long words,
it's unhealthy.
I want to wash when I meet a poet.

They're Reds, addicts,
all delinquents.
What you write is rot.

Mr Hines says so, and he's a schoolteacher,
he ought to know.
Go and find work.

jueves, diciembre 17, 2009

quiero mi cara


De Mujer que llora
(Dora Maar)
Pablo Picasso (1937)

2

Hasta mi sombrero se burla de mí
riéndose
en el interior de mi dolor—

Mi boca retorcida
y mis dientes rechinantes
mis dedos gordos y toscos
como si aún llevaran
esos guantes—
los que guardas, manchados de sangre.

¿Qué le ha ocurrido
a las pupilas
de mis ojos, Picasso?

¿Por qué merezco
semejante deformidad?

¿Qué soy ahora
si no una cruza entre
un payaso y un pedazo
de vajilla rota?

3
Pero soy famosa.
La gente me reconoce
a pesar de mis grietas/ facturas.

No soy la Mona Lisa
(cómo me gustaría borrar
la soberbia de su cara
que aún seduce.)

¿Acaso no sabe ella que el arte, el gran arte,
no necesita ser un óleo?

Yo soy un imán
que no carece de belleza.

Soy un ícono
del dolor del siglo veinte.

Un símbolo
de las posibilidades compositivas

Mis lágrimas son lágrimas de felicidad—
enormes diamantes ruedan.


14
Picasso, quiero mi cara de vuelta
su fotografía intacta

Una vez viví para ser acariciada
por los dedos de tus pinceles

Ahora veo que fui más una cómplice
de mi propio desarraigo

Viendo a los expertos contemplar
boquiabiertos tus obras maestras

Mientras yo reprimía, como una musa maltratada,
mi dolor íntimo hecho público.

15
Dora, Teodora, sé razonable, si no fuera por Picasso
nadie te recordaría.
Él te ha dado una vigencia increíble.
Sí, ¿pero quién recordará los frutos de mi propia vida?

No soy una polilla revoloteando alrededor de su pelo.
Él puede ser un genio pero también es un bastardo—
Medusa, Cleopatra, ayúndenme a encontrar mi puta interior,
¿no fui bautizada Henrieta Teodora Marcovich?

Picasso, quiero mi cara de vuelta
su geografía intacta.

Grace Nichols, Georgetown, Guyana, 1950. Actualmente vive en Inglaterra
Versión © Silvia Camerotto
de guardian.co.uk., poem of the week
Imagen: Weeping woman, Pablo Picasso

From Weeping Woman
(Dora Maar)
Pablo Picasso (1937)


2

Even my hat mocks me
laughing
on the inside of my grief –

My twisted mouth
and gnashing teeth,
my fingers fat and clumsy
as if they were still wearing
those gloves –
the bloodstained ones you keep.

What has happened
to the pupils
of my eyes, Picasso?

Why do I deserve
such deformity?

What am I now
if not a cross between
a clown and a broken
piece of crockery?


3

But I am famous.
People recognise me
despite my fractures.

I'm no Mona Lisa
(how I'd like to wipe
the smugness from her face
that still captivates.)

Doesn't she know that art, great art,
needn't be an oil-painting?

I am a magnet
not devoid of beauty.

I am an icon
of twentieth-century grief.

A symbol
of compositional possibilities

My tears are tears of happiness –
big rolling diamonds.


14

Picasso, I want my face back
the unbroken photography of it

Once I lived to be stroked
by the fingers of your brushes

Now I see I was more an accomplice
to my own unrooting

Watching the pundits gaze
open-mouthed at your masterpieces

While I hovered like a battered muse
my private grief made public.


15

Dora, Theodora, be reasonable, if it weren't for Picasso
you'd hardly be remembered at all.
He's given you an unbelievable shelf-life.
Yes, but who will remember the fruits of my own life?

I am no moth flitting around his wick.
He might be a genius but he's also a prick –
Medusa, Cleopatra, help me find my inner bitch,
wasn't I christened Henriette Theodora Markovitch?

Picasso, I want my face back
the unbroken geography of it.

sábado, diciembre 12, 2009

amy lowell. in excelsis




In Excelsis

Tú, tú
tu sombra es luz en una bandeja de plata;
tus pasos, el semillero de los lirios;
tus manos moviéndose, un tañido de campanas cruzando el aire calmo.

El movimiento de tus manos es el largo, dorado recorrido de la luz del sol naciente;
el aleteo de los pájaros en el sendero de un jardín.

Como perfume de narcisos, tú apareciste en la mañana.
Los potrillos no son más rápidos que tus pensamientos,
tus palabras son abejas alrededor de un peral,
tus fantasías son avispas doradas y negras zumbando entre manzanas rojas.
Bebo tus labios,
devoro la blancura de tus manos y pies.
Mi boca está abierta,
como una jarra nueva estoy vacía y abierta.
Como el agua blanca eres tú que llenas la copa de mi boca,
como un arroyo de agua lleno de lilas.

Estás inmóvil como las nubes,
lejano y dulce como las altas nubes.
Me atrevo a alcanzarte,
me atrevo a tocar el borde de tu brillo.
Me abalanzo más allá de los vientos,
yo exclamo y grito,
pues mi garganta corta como una espada
afilada con una piedra de marfil.
Mi garganta canta el regocijo de mis ojos,
la alegría impetuosa de mi amor.

¿Cómo cayó el arcoiris en mi corazón?
¿Cómo atrapé los mares para tenerlos entre mis dedos
y me atrapó el cielo para que sea un manto sobre mi cabeza? ¿Cómo es que llegaste a morar conmigo,
guiándome con los cuatro círculos de tu mística claridad,
para que yo diga ‘¡Gloria! ¡Gloria!’ y me incline ante ti
como frente a un altar?

¿Me engaño a mí misma con que la mañana es la mañana y un día después?
¿Creo que el aire es una condescendencia,
la tierra una gentileza,
el cielo una bendición a la que dar gracias?
Pues bien, tú —aire— tierra— cielo—
no te agradezco,
te tomo,
y vivo.
Y aquellas cosas que digo en consecuencia
son rubíes encastrados en una puerta de piedra.

Amy Lowell, Boston 1874-1925
De Poem Hunter (http://www.poemhunter.com/poem/in-excelsis/)
Versión © Silvia Camerotto
Imagen: John Jude Palencar

In Excelsis

You – you –
Your shadow is sunlight on a plate of silver;
Your footsteps, the seeding-place of lilies;
Your hands moving, a chime of bells across a windless air.

The movement of your hands is the long, golden running of light from a rising sun;
It is the hopping of birds upon a garden-path.

As the perfume of jonquils, you come forth in the morning.
Young horses are not more sudden than your thoughts,
Your words are bees about a pear-tree,
Your fancies are the gold-and-black striped wasps buzzing among red apples.
I drink your lips,
I eat the whiteness of your hands and feet.
My mouth is open,
As a new jar I am empty and open.
Like white water are you who fill the cup of my mouth,
Like a brook of water thronged with lilies.

You are frozen as the clouds,
You are far and sweet as the high clouds.
I dare to reach to you,
I dare to touch the rim of your brightness.
I leap beyond the winds,
I cry and shout,
For my throat is keen as is a sword
Sharpened on a hone of ivory.
My throat sings the joy of my eyes,
The rushing gladness of my love.

How has the rainbow fallen upon my heart?
How have I snared the seas to lie in my fingers
And caught the sky to be a cover for my head? How have you come to dwell with me,
Compassing me with the four circles of your mystic lightness,
So that I say "Glory! Glory!" and bow before you
As to a shrine?

Do I tease myself that morning is morning and a day after?
Do I think the air is a condescension,
The earth a politeness,
Heaven a boon deserving thanks?
So you – air – earth – heaven –
I do not thank you,
I take you,
I live.
And those things which I say in consequence
Are rubies mortised in a gate of stone.

lunes, diciembre 07, 2009

gustavo adolfo bécquer. rima VII y otras



7.
Voy contra mi interés al confesarlo;
no obstante, amada mía,
piensa, cual tú, que una oda sólo es buena
de un billete del banco al dorso escrita.
No faltará algún necio que al oírlo
se haga cruces y diga:
"Mujer, al fin, del siglo diecinueve,
material y prosaica". ¡Boberías!
¡Voces que hacen correr cuatro poetas
que en invierno se embozan con la lira!
¡Ladridos de los perros a la luna!
Tú sabes y yo sé que en esta vida,
con genio, es muy contado el quien la escribe:
y con oro, cualquiera hace poesía.

13.
Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.

¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!

-¡Ay! -pensé- ¡cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: "Levántate y anda!"

23.
¿Será verdad que, cuando toca el sueño
con sus dedos de rosa nuestros ojos,
de la cárcel que habita huye el espíritu
en vuelo presuroso?

¿Será verdad que, huésped de las nieblas,
de la brisa nocturna al tenue soplo
alado sube a la región vacía
a encontrarse con otros?

¿Allí, desnudo de la humana forma,
allí, los lazos terrenales rotos,
breves horas habita de la idea
el mundo silencioso?

¿Y ríe y llora, y aborrece y ama,
y guarda un rastro de dolor y el gozo,
semejante al que deja cuando cruza
el cielo un meteoro?

¡Yo no sé si ese mundo de visiones
vive fuera o va dentro de nosotros,
lo que sé es que conozco a muchas gentes
a quienes no conozco!

32.
Este armazón de huesos y pellejo,
de pasear una cabeza loca
cansado se halla al fin, y no lo extraño;
pues, aunque es la verdad que no soy viejo,
de la parte de vida que me toca
en la vida del mundo por mi daño
he hecho un uso tal, que juraría
que he condensado un siglo en cada día.

Así, aunque ahora muriera,
no podría decir que no he vivido;
que el sayo, al parecer nuevo por fuera,
conozco que por dentro ha envejecido.

Ha envejecido, sí: ¡pese a mi estrella!,
harto lo dice ya mi afán doliente:
que hay dolor que, al pasar, su horrible huella
graba en el corazón, si no en la frente.

Gustavo Adolfo Bécquer, Sevilla, 1836- Madrid, 1870.
de Rimas, Editorial Kapeluz, Buenos Aires, 1971
imagen: Leonardo Alenza, Sátira del suicidio de un pintor romántico, en Wikipedia

sábado, diciembre 05, 2009

words are images of thoughts refined


¡Oh soledad! Si contigo debo morar

¡Oh soledad! Si contigo debo morar,
que no sea entre el montón confuso
de edificios sucios: sube conmigo la cuesta,—
el observatorio de la naturaleza — desde donde el valle,
de laderas floridas, y la corriente cristalina de su río,
parecen unidos; permíteme cuidar tu vigilia
entre las ramas abovedadas, donde el salto ágil del venado
ahuyenta a la abeja en la campana de la dedalera.
pero aunque contemple gustoso estas escenas contigo,
aún así la dulce charla de una mente inocente,
cuyas palabras son imágenes de pensamientos delicados,
es el placer de mi alma; y seguramente,
cuando dos espíritus gemelos huyen a tu refugio,
debe ser la mayor dicha de la humanidad.


John Keats, Londres, 1795- Roma, 1821
Versión © Silvia Camerotto- Gerardo Gambolini
De John Keats, Poems, 1917, Dodo Press, Gloucestershire, 2007
imagen Patty Levey,  en Uno de los nuestros

O Solitude! If I Must With Thee Dwell

O Solitude! if I must with thee dwell,
Let it not be among the jumbled heap
Of murky buildings: climb with me the steep,—
Nature's observatory—whence the dell,
In flowery slopes, its river's crystal swell,
May seem a span; let me thy vigils keep
'Mongst boughs pavilioned, where the deer's swift leap
Startles the wild bee from the foxglove bell.
But though I'll gladly trace these scenes with thee,
Yet the sweet converse of an innocent mind,
Whose words are images of thoughts refined,
Is my soul's pleasure; and it sure must be
Almost the highest bliss of human-kind,
When to thy haunts two kindred spirits flee

lunes, noviembre 23, 2009

demasiado joven, demasiado tonto



Ultima ratio regum*

Los cañones dicen la razón última del dinero
con letras de plomo en la colina primaveral.
Pero el muchacho que yace bajo los olivos
era demasiado joven y demasiado tonto
para que sus miradas importantes lo notasen.
Era un blanco más adecuado para un beso.

Mientras vivió, los altoparlantes de las fábricas jamás lo llamaron.
Ni tampoco las puertas giratorias de los restaurantes lo arrastraron al interior.
Su nombre nunca apareció en los diarios.
El mundo mantuvo su tradicional muro
alrededor de los muertos con su oro enterrado profundo como un pozo,
mientras que su vida, intangible como los rumores de la bolsa , transcurría.

¡Oh arrojó su gorra suavemente
un día cuando la brisa dejaba caer los pétalos de los árboles!
De la pared marchita brotaron cañones,
la ira de las ametralladoras sesgó los pastos de inmediato;
banderas y hojas cayeron de manos y ramas;
la gorra de tweed se pudrió entre las ortigas.

Consideren que su vida carecía de valor
en términos de empleo, libros contables de hotel, archivos periodísticos.
Consideren. Una de diez mil balas mata a un hombre.
Pregúntense. ¿Se justifica tanto gasto
en la muerte de alguien tan joven y tan tonto
debajo del olivo, oh mundo, oh muerte?


Stephen Spender, Londres 1909-1995
versión © silvia camerotto
De Inmortal Poems of the English Language, Washington Square Press, New York, 1952
imagen: Katy Horna
*'el argumento final de los reyes'

Ultima ratio regum*

The guns spell money's ultimate reason
In letters of lead on the spring hillside.
But the boy lying dead under the olive trees
Was too young and too silly
To have been notable to their important eye.
He was a better target for a kiss.

When he lived, tall factory hooters never summoned him.
Nor did restaurant plate-glass doors revolve to wave him in.
His name never appeared in the papers.
The world maintained its traditional wall
Round the dead with their gold sunk deep as a well,
Whilst his life, intangible as a Stock Exchange rumour, drifted outside.

O too lightly he threw down his cap
One day when the breeze threw petals from the trees.
The unflowering wall sprouted with guns,
Machine-gun anger quickly scythed the grasses;
Flags and leaves fell from hands and branches;
The tweed cap rotted in the nettles.

Consider his life which was valueless
In terms of employment, hotel ledgers, news files.
Consider. One bullet in ten thousand kills a man.
Ask. Was so much expenditure justified
On the death of one so young and so silly
Lying under the olive tree, O world, O death?

lunes, noviembre 16, 2009

sé que no tiene intenciones


Alabanza a mi hermana

Mi hermana no escribe poemas
y es improbable que de pronto comience a escribir poemas.
Le viene de su madre, que no escribía poemas,
y de su padre, que tampoco escribía poemas.
Bajo el techo de mi hermana me siento a salvo:
nada impulsaría al marido de mi hermana a escribir poemas.
Y aunque suene como un poema de Adam Macedonski,
ninguno de mis parientes se ocupa de escribir poemas.
En el escritorio de mi hermana no hay poemas viejos
ni nuevos en su bolso.
Y cuando mi hermana me invita a cenar,
sé que no tiene intenciones de leerme poemas.
Hace magníficas sopas sin esfuerzo,
y el café no se derrama sobre sus manuscritos.
En muchas familias nadie escribe poemas,
pero cuando lo hacen, rara vez es sólo una persona.
Algunas veces la poesía fluye en cascadas de generaciones
que ocasionan temibles corrientes en las relaciones familiares.
Mi hermana cultiva una prosa hablada decente,
pero toda su producción literaria está en tarjetas postales veraniegas
que prometen la misma cosa cada año:
que cuando vuelva me contará todo,
todo,
todo.

Wislawa Szymborska, Bnin, 1923
Wislawa Szymborska, Poesía no completa, Edición y Traducción: Gerardo Beltrán y Abel A Murcia, México, Fondo de Cultura Económica, 2008
imagen: Balthus