Un quieto, una ciudad
Un quieto, una ciudad,
anulado carisma,
callados corcoveos,
música que contemplas
brotando de otros poros,
y la foto que sabe
que las cosas no pasan,
y botellas vacías,
voluntario abandono.
Una ciudad que muere,
y que se recupera,
y motos en la noche,
comprar, comer, pasar,
y todo se desgasta,
colectivos que caen
y pedradas que pegan,
un pasaje a la gente,
hilo de otro horizonte.
Un quieto es una sombra
que formula, linchado,
sentidos, y los quiebra,
y la vida es un ángel.
Una ciudad es alguien
que miente de continuo
para sobrevivir,
y te hunde en el silencio.
Pablo Seguí, Córdoba, 1973
de Naturaleza muerta, Ediciones del Copista, Colección Fénix, Córdoba, 2011
imagen de ©Joaquín Torres García, en Guggenheim Collection
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