miércoles, diciembre 12, 2012

diego formía. andan cayéndose



***
andan cayéndose
los días
por todos los costados

y la gravedad tira al centro
y el centro es vacío
para llenarse entonces uno
otro
nunca saben bien adónde está
qué es
lo que está haciendo:

crol
en medio del Atlántico.

El invierno se deshace justo
en el momento en que lo nada
todavía recuerda (uno) su mirada en las aguas
de la época

(otro) nada la inmensa llaga
con el grito más agudo
de los brazos más cansados
con la visión de plenitud apesadumbrada
que da la muerte.


***
con todos los jugadores

la inteligencia ha perdido la mística
es de tontos contraponer la duda al misterio
lo tangible a lo ilusorio:
vivir por descarte es el mayor contrasentido

si al final
el único ilustrado es el jardinero
que asiste erecto como pene o pezón
para que nazcan cielos de las flores siempre

y no perpetuar velorios
de jardines fenecidos.

***
todo nunca alcanza
en partes nada para seguir
jugando

vendo autopartes
pavadas burocráticas
comestibles
mastico unas rabias
practico otras paciencias

y mi estanque solo se destierra
y es el silencio y no la harina la que aumenta
y cierro los ojos y me despeja la noche
para hacer una puerta de mi cama.


Diego Formía, La Palestina, 1970
en Crol en el invierno líquido, Cartografías, Río Cuarto, 2006
imagen de Tommy Ingberg, Storm, en  Uno de los nuestros




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