lunes, agosto 13, 2012

abandonar la carne, deberías




El empeño de los hombres
se siente dos pisos más arriba. Pronto
olvidarás tu comarca y la del otro.
En realidad, nunca estuviste allí.
Abandonar la carne, deberías.
Abandonar el polen, los resumideros, las fuentes de las plazas.
El  margen evidente.
Ahora se revuelca como si nadie
en medio de un vínculo atado con alfileres.
Los  ancestros  te dijeron mal. Los libros te dijeron mal
y  pensaste en la rabia de los perros de la calle
en el hambre de los perros de la calle
en las cortinas del cuarto de la nena que pasaba por tu puerta
siempre a la hora de sacar la basura.
Leíste en tu habitación los mismos párrafos todo el tiempo.
Una medida de agua lavaría las intenciones,
pero tu casa es enorme e insulsa.

Silvia Camerotto, Lomas de Zamora, 1959
Inédito
Imagen de Anka Zhuravleva© – Pierrot . parte 1, en Uno de los nuestros

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