La marca
de todas las cosas.
La cabeza y los hombros, y mi libro
a la sombra fresca, y mi cuerpo
bajo la luz del sol, recostado
leo al lado de la cascada—
La cabeza y los hombros, y mi libro
a la sombra fresca, y mi cuerpo
bajo la luz del sol, recostado
leo al lado de la cascada—
Signatura
Rerum de Boehme.
Durante el intenso día de julio las hojas
del laurel, los colores todos
dorados, descienden en círculos por la profunda
y cambiante sombra del laurel. Flotan
en el cielo y el bosque reflejados
Durante el intenso día de julio las hojas
del laurel, los colores todos
dorados, descienden en círculos por la profunda
y cambiante sombra del laurel. Flotan
en el cielo y el bosque reflejados
por un
rato, y
luego, aun girando
lentamente,
se hunden en la profundidad cristalina
del estanque hasta su fondo de hojas doradas.
El santo vio el mundo fluyendo
en la electrólisis de amor.
Yo lo hice a un lado y miré a través de la sombra
replegado a la sombra de finos
troncos de laurel y de hojas inundadas de sol.
El reyezuelo empolla en su abovedado nido de musgo.
Un tritón lucha con una polilla
ahogándose en el estanque. Los halcones graznan,
jugando bajo la cúpula
del cielo. Pasan las horas lentas.
Pienso en todos los que me amaron,
en todas las montañas escalé,
del estanque hasta su fondo de hojas doradas.
El santo vio el mundo fluyendo
en la electrólisis de amor.
Yo lo hice a un lado y miré a través de la sombra
replegado a la sombra de finos
troncos de laurel y de hojas inundadas de sol.
El reyezuelo empolla en su abovedado nido de musgo.
Un tritón lucha con una polilla
ahogándose en el estanque. Los halcones graznan,
jugando bajo la cúpula
del cielo. Pasan las horas lentas.
Pienso en todos los que me amaron,
en todas las montañas escalé,
en todos los mares que nadé.
El mal
del mundo se hunde.
Mi pecado y mi dificultades desaparecen
como carga cristiana, y veo
mis cuarenta veranos caer como caen
las hojas y cae el agua detenida
eternamente en el aire de verano.
Mi pecado y mi dificultades desaparecen
como carga cristiana, y veo
mis cuarenta veranos caer como caen
las hojas y cae el agua detenida
eternamente en el aire de verano.
1949
Kenneth Rexroth, Indiana 1905 - California 1982
versión © Silvia
Camerotto
imagen de ©2010-2015 alastreana
The Signature of all Things
My head and shoulders, and my book
In the cool shade, and my body
Stretched bathing in the sun, I lie
Reading beside the waterfall —
Boehme’s “Signature of all Things.”
Through the deep July day the leaves
Of the laurel, all the colors
Of gold, spin down through the moving
Deep laurel shade all day. They float
On the mirrored sky and forest
For a while, and then, still slowly
Spinning, sink through the crystal deep
Of the pool to its leaf gold floor.
The saint saw the world as streaming
In the electrolysis of love.
I put him by and gaze through shade
Folded into shade of slender
Laurel trunks and leaves filled with sun.
The wren broods in her moss domed nest.
A newt struggles with a white moth
Drowning in the pool. The hawks scream,
Playing together on the ceiling
Of heaven. The long hours go by.
I think of those who have loved me,
Of all the mountains I have climbed,
Of all the seas I have swum in.
The evil of the world sinks.
My own sin and trouble fall away
Like Christian’s bundle, and I watch
My forty summers fall like falling
Leaves and falling water held
Eternally in summer air.
My head and shoulders, and my book
In the cool shade, and my body
Stretched bathing in the sun, I lie
Reading beside the waterfall —
Boehme’s “Signature of all Things.”
Through the deep July day the leaves
Of the laurel, all the colors
Of gold, spin down through the moving
Deep laurel shade all day. They float
On the mirrored sky and forest
For a while, and then, still slowly
Spinning, sink through the crystal deep
Of the pool to its leaf gold floor.
The saint saw the world as streaming
In the electrolysis of love.
I put him by and gaze through shade
Folded into shade of slender
Laurel trunks and leaves filled with sun.
The wren broods in her moss domed nest.
A newt struggles with a white moth
Drowning in the pool. The hawks scream,
Playing together on the ceiling
Of heaven. The long hours go by.
I think of those who have loved me,
Of all the mountains I have climbed,
Of all the seas I have swum in.
The evil of the world sinks.
My own sin and trouble fall away
Like Christian’s bundle, and I watch
My forty summers fall like falling
Leaves and falling water held
Eternally in summer air.
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