c
Se dobla a diario
el codo
y no nos
inmutamos ante su condición
de gozne que
vincula brazo
con antebrazo. Lo
mismo la rodilla: articula
y facilita el
vínculo pero sólo
hacia un lado;
suele pasarle al vínculo,
alguien se queda
siempre
fuera
de él, como si se
tratase de un sorteo, como si
hablásemos en
presencia de un plato
de menos
aceitunas que personas.
No se establece
el vínculo a través
de alaridos, ése
sería el vínculo de los
sordomudos; en
cambio el de la sangre
es más bien
silencioso: ofrece alojamiento, mi colchón
y los vuestros
sin ánimo de lucro. Si tenéis frío
esta noche, no
dejéis de arroparos
con vuestra
propia desoxirribosa.
Así es como se
cumple lo genético: cuando estalle
la guerra haré un
hueco en mi armario
para vosotros y
para vuestra ropa
incomprensible.
No tendréis que ir a un pozo
a buscar agua,
habrá electricidad: mi luz
era ya
vuestra
antes de que
surgieran el reuma
y su
especialidad, la reumatología. No se han gastado
aún
las
articulaciones: crujen, duelen, se traban.
Así es como
padecen su carácter
de vínculo.
Mercedes Cebrián, Madrid, 1971
De Mercado Común, 2006
imagen de Zorik Istomin©, en Uno de los nuestros
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