2
Hablaré con una voz de greda de un sueño antiguo
casi olvidado.
Pero no hablaré para renegar del plural de una
prehistoria de espesas frondas, cuando no existía nada tuyo o mío sino nuestro.
No callará por mi boca la tierra negra su memoria.
La piedra evocará siempre la angustiante pesadilla humana, que no ha conseguido
aún extirpar la dulce evocación del origen.
Mas no sobredimensiones mis palabras, ellas solo te
pondrán en guardia frente a lo que has visto ya y vivido, pues las palabras
solas no pueden cambiar a un hombreo a un país que rige elespanto, y solo los
hombres
y los países aterrados pueden transformarse a sí mismos.
y los países aterrados pueden transformarse a sí mismos.
Entre todas las palabras que pronuncié durante los
años de la
incertidumbre, éstas serán las otras voces, los vocablos siempre explícitos y casi nunca comprendidos, que tal vez tampoco escucharás, aunque no es la primera vez que dialogamos.
incertidumbre, éstas serán las otras voces, los vocablos siempre explícitos y casi nunca comprendidos, que tal vez tampoco escucharás, aunque no es la primera vez que dialogamos.
Palabras contra este entramado de plomo que al final
será vencido por un sueño, que asciende irreductible entre puñales.
De este sueño antiguo y nuestro escribiré, de los
límites entre
los territorios visibles e invisibles, de las delirantes márgenes y abismos
de la realidad donde desaparecemos incautos, antes de morir. Del mundo que todavía tememos habitar pues nos ha sido arrebatado,sin haberlo percibido todavía, en el esplendor de su dimensión asombrosa.
los territorios visibles e invisibles, de las delirantes márgenes y abismos
de la realidad donde desaparecemos incautos, antes de morir. Del mundo que todavía tememos habitar pues nos ha sido arrebatado,sin haberlo percibido todavía, en el esplendor de su dimensión asombrosa.
De una misma respiración participan las piedras, las
plantas,
los animales, los individuos y los pueblos.Una misma energía nos circula
atravesando la tierra.
los animales, los individuos y los pueblos.Una misma energía nos circula
atravesando la tierra.
¿Por qué se ha socavadola unidaddel mundo y el
sufrimiento lo ha desbordado todo?
La casa es la tierra de la que fuimos expulsadoscon
argumentos de hierro, bajo un cielo plomizo.
El espíritu de una edad de plomo nos avasalla hace
incalculables siglos, entre las cuatro paredes de ciudades fantasmales, en las
que fuimos confinados por soldados sin rostro, bajo una tormenta de polvo
primitivo, para ser separados definitivamente de la tierra.
6
Un poema no es un juego de azar donde un corazón
tahúr se juega
una apuesta sin sentido. Tampoco se juega su existencia el poema
en una carrera de lebreles. La poesía es la cifra del espíritu, el vestigio
de una metamorfosis sobrehumana.
una apuesta sin sentido. Tampoco se juega su existencia el poema
en una carrera de lebreles. La poesía es la cifra del espíritu, el vestigio
de una metamorfosis sobrehumana.
En un poema siniestro fue encadenado el amor hace
siglos. En un poema realista la clase obrera lucha todavía, mientras los
pueblos indios
se movilizan desde el sur.
se movilizan desde el sur.
Hombres y bosques son abatidos por una misma sierra
eléctrica, en tanto la juventud del mundo espera en vano la primavera, que
germinará
como el oro rojo desde adentro.
como el oro rojo desde adentro.
El fuego destinado a desencadenarnos se oculta en la
imaginación
de la libertad que pugna, en el corazón resplandecido de la piedra,
en las sibilinas plantas y en los libros que la inquisición prohibió
bajo pena de confinamiento, en los cantos y mitos que nutrieron
la infancia de los pueblos que escalan la substancia de la tierra, afincados en una incandescente cognición.
de la libertad que pugna, en el corazón resplandecido de la piedra,
en las sibilinas plantas y en los libros que la inquisición prohibió
bajo pena de confinamiento, en los cantos y mitos que nutrieron
la infancia de los pueblos que escalan la substancia de la tierra, afincados en una incandescente cognición.
El poema resuelve el acertijo. ¿Cuál es el río presuroso,
la risueña verdad siempre cambiante que nos niega, expresada a lo largo de una
mutación inenarrable, cuyo cauce sólo puede ser alterado por el sueño?
En la poesía, en la crucial escritura del poema,
todos nos jugamos
sin ambages esta historia mortal.
sin ambages esta historia mortal.
Fernando Rendón, Colombia, 1951
de Cantos de la rama roja, Colección Sur
imagen de Anka Zhuravleva© – Autamn (detalle), en Uno de los nuestros
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