lunes, septiembre 28, 2015

john ashbery. inmóvil en aguas extrañas



Inmóvil en aguas extrañas

En presencia de ambos, cada uno confundió
la sinceridad del otro por un complot elaborado.
Y tal vez así fue ¿quién sabe?
Hubo cierta hostilidad, hostilidad
en la manera en que hablaban entre sí
mientras las gotas de licor tibio caían.

En el llanto sensual del cielo, la loca bondad
de las estatuas, los fragmentos de hojas todavía volando alrededor
vanidosas después de que el invierno se ha puesto en marcha;
el saludo cerrado, el firme apretón de manos,
era tema suficiente para uno o más sueños,
incluso malos, que sin duda algunos se oscurecían
en sus contornos. Nos reíamos de estos,

creyendo que eran tema de la grandilocuente fábula
para un niño sobre lo que ocurre en la mañana,
después de que todos menos el gato se han ido. ¿Puedes
verlo de otro modo? Oh  eufórico
receptor de lo que hay para ser recibido,
cómo te hicimos parir, cuánto mejor
es esperar y preparar nuestra espera
para la gran arremetida, la masa de detalles
aun comprimida en el entusiasmo que queda por delante,
como una flor japonesa de papel.

John Ashbery, Rochester, 1927
de April Galleons, 1987
en Notes from the Air, Selected Later Poems, Harper Collins Publishers, New York, 2007
versión © Silvia Camerotto
 imagen: Collage de John Ashbery publicado en Paris Review en 2009, publicado por Scott Edelman

Becalmed on Strange Waters

In the presence of both, each mistook
the other’s  sincerity for an elaborate plot.
And perhaps something like that did occur-who knows?
There was some hostility, hostility
in the way they talked together
as the drops of warm liquor went down.

In the sky’s sensual pout, the crazy kindness
of statues, the scraps of leaves still blowing around
self-importantly after Winter was well under way;
in the closed greeting, the firm handclasp,
was matter enough for one or more dreams,
even bad ones, but certainly some getting grim
around the edges. We smile at these,

thinking them matter for a  child0s euphuistic
tale of what goes on in the morning,
after everyone but the cat has left. But can you
see otherwise? O ecstatic
receiver of what’s there to be received,
how we belabor thee, how much better
to wait and to prepare our waiting
for the grand rush, the mass of detail
still compacted in the excitement that lies ahead,

like a Japanese paper flower. 

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