lunes, marzo 07, 2011

georg trakl. tres visiones de un ópalo



Tres visiones en un ópalo
Drei Blicke in einen Opal

a Erhard Buschbeck

1

Visión en ópalo: una aldea coronada de secas viñas,
la calma de nubes grises, amarilla colina rocosa
y frescura de fuentes crepusculares: espejos gemelos
enmarcados por sombras y peñascos babeantes.

El camino y las cruces del otoño se disuelven al anochecer,
peregrinos que cantan y lienzos ensangrentados.
Entonces la figura del solitario se vuelve hacia dentro
y marcha, ángel pálido, por el desierto vergel.

Desde lo negro sopla el viento sur. En compañía de sátiros
hay mujercitas esbeltas, monjes, pálidos sacerdotes de la voluptuosidad,
bello y tétrico se adorna su desvarío con lirios
y alza las manos hacia el dorado ataúd de Dios.

2

Lo humedece una gota de rocío que pende del romero:
fluye hacia allí un soplo de olores sepulcrales.
Hospitales que colma un tumulto de gritos febriles y maldiciones.
Huesos pútridos y grises se incorporan en el sepulcro.

Envuelta en velos y babas azuladas danza la mujer del anciano,
el mugriento pelo empapado de negras lágrimas,
los muchachos tienen sueños confusos en la seca maleza,
y sus frentes están excoriadas y ásperas por la lepra.

Por la ventan ojival desciende un atardecer plácido y tibio.
Un santo emerge de sus negras llagas.
Los purpúreos caracoles se arrastran fuera de sus rotas conchas
y escupen sangre sobre la corona de espinas rígida y gris.

3

Los ciegos derraman incienso en purulentas heridas.
Vestimentas de oro rojizo; antorchas; salmodias;
y muchachas que envuelven como a ponzoña el cuerpo del Señor.
Marchan figuras de rigidez de cera a través de brasas y humo.

Un enjuto petrimete dirige el baile de medianoche
de los leprosos. Jardín de aventuras maravilosas;
lo desfigurado, mamarrachos floridos, risas, lo monstruoso
y astros que ruedan por el negro matorral.

Oh pobreza, sopa de pordiosero, pan y dulce puerro;
la ilusión de vivir en cabañas a la entrada del bosque.
Gris se endurece el cielo sobre los amarillos campos
y una campana vesperal canta al antiguo estilo.

Georg Trakl, Salzburgo, Austria– 1914, Cracovia
de De Profundis, en Georg Trakl, Poemas, Traducción, prólogo y notas de Aldo Pellegrini, Ediciones Corregidor, Buenos Aires, 1972

1 comentario:

El poeta ocasional dijo...

Ud.se atrevió con el expresionismo. Qué pintura conmovedora