sábado, julio 25, 2009
el ojo de la aguja
III
Una nube celeste
cubre el ojo de la anciana.
Lava mi herida
con azúcar blanco
que detiene el rojo.
Actúa por presencia
actúa por contacto
Toca y te regala dones.
Asiente, y cada inclinación
de su cuello
es una estrella que se enciende.
La sabia de la flor de mil pétalos
sabe sin necesidad de preguntar.
Nodriza de luz:
¿pasaré por el ojo de la aguja?
Algo se abre paso
y busca salirme.
Griselda García, Buenos Aires, 1979
de El ojo del que mira, Ediciones La carta de Oliver. Poesía, Buenos Aires, 2009
imagen: Lee Bowerman, When I am an old woman
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