avanzo en la oscuridad
Avanzo en la oscuridad, cerrando la mano.
Es la imaginación
la que sabe atravesar esa estrategia del horror.
Noche,
fugaz palabra que volvemos a hallar
donde un instante clarificado
hace visible la sutileza del espíritu
que no sabe sino entramar
lo más claro de las sombras.
Y es precisamente en ese instante
cuando intentamos comprender y no comprendemos,
si alguien de aquí se interesa por nosotros
o si es tan sólo un roce levísimo e incierto
con lo desconocido,
y que aún percibimos bajo los escombros,
cuando ya es de día
saliendo del horizonte brumoso.
Es la imaginación
la que sabe atravesar esa estrategia del horror.
Noche,
fugaz palabra que volvemos a hallar
donde un instante clarificado
hace visible la sutileza del espíritu
que no sabe sino entramar
lo más claro de las sombras.
Y es precisamente en ese instante
cuando intentamos comprender y no comprendemos,
si alguien de aquí se interesa por nosotros
o si es tan sólo un roce levísimo e incierto
con lo desconocido,
y que aún percibimos bajo los escombros,
cuando ya es de día
saliendo del horizonte brumoso.
Horacio Aige, Rosario, 1959
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