domingo, abril 12, 2009
las cosas eternas
Babilonia
El crepúsculo azul andaba entre las calles: en mi mente mi amor era alado,
dejó atrás el hoy y el ayer y tres veces mil años.
El hoy era pasado y estaba muerto, pues del hoy mis pies habían huido
a través de tres mil años para andar los caminos de la antigua Babilonia.
En la cúspide del templo y el techo del palacio el fulgente oro disgregaba los rayos
de un rojo atardecer que estaba muerto y perdido más allá de un millón de días.
La torre del cielo se torna un azul profundo, y ahora comienza un destello de estrellas;
el misterio y grandeza, la múltiple belleza y los pecados
regresan a mí. Camino bajo la sombría multitud de torres;
en la penumbra los chorros de la fuente entre la pálida bruma sobre los lirios.
Me arrullan las aguas y el perfume de los jardines, y escucho
voces familiares, y la voz que amo me susurra al oído.
Tan real como en un sueño es todo esto; y luego una mano se apoya en la mía:
y retrocede el oleaje del tiempo fantasma; y la joven doncella babilónica,
una gota de belleza separada de todos los movimientos de la marea,
está mirando con los mismo ojos, y aquí, en Irlanda, a mi lado.
Oh ilumina nuestra vida en Babilonia, pero Babilonia tiene alas,
mientras permanecemos en la tranquila y majestuosa procesión de las cosas eternas.
George William Æ Russell, Lurgan1867 - 1935.
de Collected Poems by A.E. , London, Macmillan, 1913.
Versión de © Silvia Camerotto
imagen: karl bergstrom
Babylon
The blue dusk ran between the streets: my love was winged within my mind,
It left to-day and yesterday and thrice a thousand years behind.
To-day was past and dead for me, for from to-day my feet had run
Through thrice a thousand years to walk the ways of ancient Babylon.
On temple top and palace roof the burnished gold flung back the rays
Of a red sunset that was dead and lost beyond a million days.
The tower of heaven turns darker blue, a starry sparkle now begins;
The mystery and magnificence, the myriad beauty and the sins
Come back to me. I walk beneath the shadowy multitude of towers;
Within the gloom the fountain jets its pallid mist in lily flowers.
The waters lull me and the scent of many gardens, and I hear
Familiar voices, and the voice I love is whispering in my ear.
Oh real as in dream all this; and then a hand on mine is laid:
The wave of phantom time withdraws; and that young Babylonian maid,
One drop of beauty left behind from all the flowing of that tide,
Is looking with the self-same eyes, and here in Ireland by my side.
Oh light our life in Babylon, but Babylon has taken wings,
While we are in the calm and proud procession of eternal things.
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