domingo, diciembre 28, 2008

vos sos mi piedra

waltercio-caldas
Dolmen

Oh, la vista desde la ventana, al amanecer,
desde el décimo piso, el mar,
el faro y los vapores de Saint-Nazaire.
La misma vista: desde el Keller, bar, al final de la Christopher
Street, los trasatlánticos que se deslizan por el
Hudson como aquí por el Loire.
Acá olímpico y lento, allá
Jugoso y fresco y negro,
el negro que lloró en mi regazo
me trajo hasta allá.
La boca de los negros es más sedosa rojiza que la boca
de los blanco, más blanda, más terrible, más
tierna y profunda. Más parecida al hocico
de los terneros del Carso, que mueren
inocentes aún antes de que los maten.
Vos sos mi piedra, Kosovel.
Resinas, sogas, tablones,
alquitrán y el silencioso deslizarse de las gomas.
Se oye más que el chapoteo del mar.
Moneda que girás en silencio, caes y te elevas en
el alcohol, no sos vos quien sisea, sisea la nafta.
Por qué en bandadas y por qué gritan.
Se desgarran. La soda rasga la vista.
Hasta que no vuelva a reposar verde,
oh, peluche de bolitas.
Con la tiza apenas tocás el palo.
El mar tras el vidrio es el otro polo del choque y se lo
bebe. La gente en verdad se desgarra.
Se desgarra como si se desgarrasen pañuelos. Este continente es
Grande. Si te agarra los pulmones, te los puede
Aplastar. Aquí el Atlántico
es macizo y gris, y se abreva en
el Loire. Las piedras, estriadas como la eternidad y
viejas. Junto al Hudson, fieras frescas,
una junto a la otra, desgarran montañas, ávidas,
el mar es muy joven aún para brindar calma.

De Τomaž Šalamun, 1941, Zagreb, ha publicado alrededor de treinta colecciones de poemas en Eslovenia y ya con su primer libro (Poker, 1966) provocó una gran convulsión en la literatura eslovena. Desechó la imaginería poética tradicional e intimista, reemplazándola por un libre juego de todo. Introdujo la presencia inconfundible del cuerpo en el texto.

tomaž šalamun
Fuente: Poesía Eslovena Contemporánea, Antología, Editorial Gog y Magog, 2006

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