sábado, abril 28, 2007

dices que te vas, dices que te quedas...

cuántas puertas giratorias
tiene una mujer?
jaime roos

13 comentarios:

O_o dijo...

yo conozco la respuesta. mas no diré nada.


=)

Javier Galarza dijo...

mire sibila, cuando el pequeño j.g. intentaba entrar a una institución con puertas giratorias quedaba aterrado y mareado y atrapado y confundido, dando vueltas y perdido. sabe? nada ha cambiado excepto que ya no visito instituciones...

Anónimo dijo...

Solo una. Y siempre nos lleva al mismo lugar.

Vontrier dijo...

Estimo que son tantas las puertas que por momentos, es complicado encontrar a alguien que entre por la correcta.
Un saludo, s.

Carito dijo...

Sibila! Maravilloso! de lo mejor que eh viso en esta página. Tanto ha dicho con tan poco. Y esa imágen. Tantas puertas, tan cerradas, tan abierta. Sin salida?
Felicitaciones amiga

Anónimo dijo...

creeria que incalculables
una o miles, o una que se deserma en miles...
o ninguna

Juan Manuel Bruñol Silvani dijo...

Ya todos respondieron, asique no diré miles.
Yo creo que son giratorias en sí mismas, lo cual las torna impredecibles. Eso a veces no resulta divertido, para nada.
Pero está eso del mal necesario. ¿No?
Igual no creo. Ni malas ni necesarias.
Malditamente deseables.

Abrazo de Blog.

meridiana dijo...

que sutil niñoespina, me gusta esa idea, no de puertas, sino de giros
sobre un propio eje. Muchas caras, muchos instantes, pocas certezas...

Lilián

meridiana dijo...

Desde ya le digo que celebro bajo la luna y alrededor del fuego que no haya certezas.
Agradecida por mi escoba voladora
Sibila

Lilián

¿...? dijo...

Todas y ninguna...

Carito dijo...

Espinaan de verdad nos cree impredecibles? tantas veces me siento tan malditamente probable..
Si es cierto también me siento malditamente deseable..

laura dijo...

esa foto de Helmut Newton me gusta mucho...
y ni hablar de mi pasión por las puertas giratorias.

bogonauta dijo...

Creo que de cada herida, nace una puerta giratoria nueva, que puede no invitar a entrar, solo al paso...
Solo de las relaciones en las que no sufrimos, aprendemos a mantener nuestras puertas con los cerrojos aceitados.
Por esto, no todas tenemos las mismas puertas ni las mismas entradas.Todo depende de lo vivido.
Bogonauta.