martes, noviembre 13, 2012

carina sedevich. un pedacito de tierra y otros poemas




1

Un pedacito de tierra
sobre el que todo está solo.
Mi hijo esta solo
mientras siega
lo que va quedando de los tientos
de los sueños de aquel que se marcho.
Pobre hijo mío
que solo tiene una madre sola
mil veces sola sobre un montón de tierra.
Pobre hijo mío
a quien no pude darle
algo invencible
algo inalterable
algo mas que pasos que se pierdan.
Las mariposas, las abejas,
que en otras primaveras le mostraba:
(espero, sueño, habérselas mostrado)
.habrán guardado su sonrisa?
Pobre niño sin padre
antes y ahora
segando solo la tierra que no es suya
como segando un cariño oscuro
que se fue cerrando como un puño.


4

Esa mañana escuchaba el quejido
de la puerta del mueble en la cocina.
La puerta donde está el tacho de basura.
Esa mañana hacia frío todavía.
En mi útero había sangre todavía
mientras oía, inmóvil en la cama,
el ruido de la puerta en la cocina.
Pude cerrar los ojos y no ver cómo te ibas
pero no pude dejar de oír aquella puerta.
Algo viniste a decirme, que te perdonara.
Dentro mío la sangre coagulaba
los óvulos, todos, se morían.
Ahora en la cocina, cada mañana,
cuando desgrano una fruta
para mi cuerpo sin nido
me doblo como un gato al que alcanzo
una flecha
para dejar caer mi resto en la basura.
Una cáscara, un corazón, una semilla.
Con ellos va el perdón que puedo darte.


15

Que me sientas como a un miembro amputado
enfermo, si, y parte tuya.
Que cada beso sea una hoja que se cae.
Que cada festín tenga esa música
loca que adivina la amargura.
Que estando lejos
que siendo extraño
te mires las manos
te veas al espejo.
Que camines por la arena vieja
llameante de estar callado.
Que tus fantasmas de niño no me encuentren
y pasen a buscarte.
Que cada día sea una estafa.
Exactamente como cuando estaba
yo
pero sin mí.

Carina Sedevich, Santa Fe, 1972 (resida en Villa María, Córdoba)
de Como segando un cariño oscuro, Ediciones llantodemudo, Córdoba, 2012
imagen de entelepentele© – “microcosmos”, en Uno de los nuestros

1 comentario:

Anónimo dijo...

gracias mil, silvia! abrazo enorme!

carina sedevich