Atiza y arde
Un recuerdo como un objeto.
Recuerdo cerrado, palpitante
(en su cáscara).
Voy a abrirlo en el vacío.
Sometido así, al vacío, el recuerdo es puro, está listo para ser evocado.
Es menester despejar de atmósfera el entorno
(que no haya agua)
Elimino vidrios, lentes, córneas.
Recuerdo puro sin curvaturas. Mire, si no, una cuchara dentro de un vaso con agua/
Las condiciones para evocar el recuerdo puro son tales que se ha observado que
si se obtiene pureza no podrá apreciarse la vivencia del recuerdo.
Yo descreo de esa vivencia...
Un recuerdo-objeto expuesto por primera vez no repite la vivencia,
es un recuerdo sin la estructura del relato.
No hay modo de recordar en el vacío.
No hay modo de escapar a la distorsión. /Habitamos en la distorsión.
Mi palabra está construida de recuerdos de palabras.
Todo lo construyo sobre lo que hay: recuerdos aberrantes.
Eso hay.
Virginia Caramés, La Plata
de Bloque de hueso, Ediciones del Dock, Buenos Aires, 2025
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