viernes, mayo 22, 2015
edgar bayley. la puerta
La Puerta
Qué claro día
el de tu mano
y cómo llega
y se vuelve
entre tus venas
el río de ayer
la voz de tu mañana.
Quiero tu voz
más densa y solitaria
y hablar
sabiendo
y sin sentido.
He perdido la sombra
que tú amabas
el llanto
y el polvo deshojado.
He perdido mi amor
y el tuyo
mi sueño
y el borde del instante.
Con los vientos
y el golpe de las olas
todo mudará.
No queda ningún nombre
sino el deseo
y la revuelta luz
de otro lenguaje.
La puerta.
El mar.
Edgar Bayley, Buenos Aires, 1919-1990
de La vigilia y el viaje, 1949-1955
en Edgar Bayley, Antología poética, Selección y prólogo de Jorge Aulicino, FCE, Buenos Aires, 2015
imagen de Corey Kope en Corey Kope
jueves, mayo 21, 2015
ida vitale. llamada viva y otros poemas
***
Llamada
viva
Ponerse al margen
asistir a un pan
cantar un himno
menoscabarse en vano
abrogar voluntades
refrendar cataclismos
acompañar la soledad
no negarse a las quimeras
remansarse en el tomado
ir de lo ceñido a lo vasto
desde lo opaco a la centella
de comisión al sueño libre
ofrecerse a lo parco del día
si morir una hora tras otra
volver a comenzar cada noche
volar de lo distinto a lo idéntico
admirar miradores y sótanos
infligirse penarse concernirse
Ponerse al margen
asistir a un pan
cantar un himno
menoscabarse en vano
abrogar voluntades
refrendar cataclismos
acompañar la soledad
no negarse a las quimeras
remansarse en el tomado
ir de lo ceñido a lo vasto
desde lo opaco a la centella
de comisión al sueño libre
ofrecerse a lo parco del día
si morir una hora tras otra
volver a comenzar cada noche
volar de lo distinto a lo idéntico
admirar miradores y sótanos
infligirse penarse concernirse
estar en busca de alma diferida
preparar un milagro entre la sombra
y llamar vida a lo que sabe a muerte.
preparar un milagro entre la sombra
y llamar vida a lo que sabe a muerte.
***
Cultura
del palimpsesto
Todo aquí es palimpsesto,
pasión del palimpsesto:
a la deriva,
borrar lo poco hecho,
empezar de la nada,
afirmar la deriva,
mirarse entre la nada acrecentada,
velar lo venenoso,
matar lo saludable,
escribir delirantes historias para náufragos.
Cuidado:
no se pierde sin castigo el pasado,
no se pisa en el aire.
Todo aquí es palimpsesto,
pasión del palimpsesto:
a la deriva,
borrar lo poco hecho,
empezar de la nada,
afirmar la deriva,
mirarse entre la nada acrecentada,
velar lo venenoso,
matar lo saludable,
escribir delirantes historias para náufragos.
Cuidado:
no se pierde sin castigo el pasado,
no se pisa en el aire.
Ida Vitale, Montevideo,
1923
de Reducción del infinito, Tusquets, Barcelona, 2002
imagen de Ida Vitale
miércoles, mayo 20, 2015
tom maver. hablarte mientras dormís
***
Hablarte mientras dormís
es lo más parecido que conozco
a escribir un poema.
Sujetada a tu respiración, amagás
con irte, con quedarte.
Es como si no estuvieras del todo
y esa suerte de intermitencia
me va guiando en lo que digo.
Paso la mano por tu cuerpo
y se hunde en el puente
que atraviesa de ayer a hoy
y te pierdo y te sigo en el pasaje.
¿Qué se oye, qué dirección
toma ese largo devaneo?
Las frases te acarician el cuerpo,
te tapan y sin querer te olvidan
en su afán de acomodar
el rasgueo de tu respiración
al tono oscuro de mi voz.
¿Qué le hace a uno alargar más
y más la declaración, hasta casi sabotearle
lo poco que tiene que decir
para quedarse revoloteando
alrededor del silencio como
de un fuego que mantiene despierto
al enamorado de las palabras?
¿Qué duración, qué soledad
atraviesa el insomne
con la sospecha de que, quizá, no esté solo
en la inmensa noche?
Es posible que más tarde
llegue de algún lugar
inexistente para mí
y sin terminar de abrir los ojos
estire la mano, diga alguna cosa
y yo, del lado del día,
en medio de la nada, la oiga mansamente.
Tom Maver, Buenos Aires, 1985
de Yo, la incesante nieve, Huesos de Jibia, Buenos Aires, 2009
imagen de Gus Hughes en Emergent Art
martes, mayo 19, 2015
pablo anadón. el ruido de la segadora
El ruido de la segadora
De pronto el ruido de
la segadora
Se ha acallado, y
entonces percibimos
Que nos ensordecía… Y
entreoímos
En la mente el latido
de esta hora
Silenciosa del campo.
Hay una hora
Así en la vida, cuando
lo que fuimos
Por años, se detiene, y
descubrimos
Que esa voz que se
apaga y se demora
Es la nuestra. Sentado
en el sillón
De mimbre viejo en el
umbral de casa
He traído de nuevo al
corazón
Tanta cosa querida, y
en la escasa
Luz del día he rezado
una oración
Por vos, por mí, por lo
que fue y ya pasa.
Pablo Anadón, Villa
Dolores, 1963
de Estudios de la luz
(2005-2007), Editorial Pre-Textos, Colección La Cruz del Sur
imagen de Teodoro Reque Liza en Abstract Paintings
lunes, mayo 18, 2015
irene gruss. he viajado
He viajado
Su voz suena con el mismo tono de quien dice yo amé,
o no amaré más, toqué esas piedras del siglo IV a.C, soplé su nuca,
caminé la ciudad entera amurallada en defensa de un aljibe
semejante al tener, amurallado, aquí estuve, no estaré más,
he vivido, una certeza tan ambigua o improbable, ¿de verdad
has estado allí o acá, de verdad has amado?
Y ahora suspira y deja ir
el aire, el humo del cigarro, cree o finge estar seguro,
y con el mismo tono dice que ha vuelto, que ha llegado, que trajo regalos para todos.
Irene Gruss,
Inédito
en Casta diva
imagen de Henri Matisse en Fauvism
domingo, mayo 17, 2015
juan josé saer. traduttore tra
***
Traduttore Tra
A Alberto Girri
Pulió su Masters y, con él,
sus años. Y de esa doble traición
gentil, a su manera, y denodada,
las tumbas, imaginariamente,
se hundían, enmudecidas,
borrados, por la mención, los epitafios.
Así su objeto come la palabra.
El gusano
prolifera en la voz
y la vuelve
gargarismos, ruidos extraños.
Da de sí todo, cantando,
por la voz del otro, o la suya incluso,
todo, sus años,
la mano seca, como un terrón,
noticias y temblores,
las yemas de los dedos.
1974
***
In My Craft or Sullen Art
Ponerse a esperar, sentado, que algo,
un poco menos negro, desprendiéndose,
dé, como quien dice, el primer paso,
y venga, si todos, confusamente, lo entrevieron,
a estamparse, ilegible o inmortal,
en la hoja blanca.
1975
Juan José Saer, Serodino, 1937- París, 2005
de 'Poemas' (1968-1975)
en Juan José Saer, Poemas, Borradores inéditos 3, Seix Barral, Buenos Aires, 2014
imagen s.c
sábado, mayo 16, 2015
edgar bayley. la evidencia triunfa
La evidencia triunfa
a las cuatro de la mañana has extraviado tu corbata
a esta hora debieras estar en la calle
rumbo a tu sangre y al trabajo y a los amores
que has congelado dentro de vos
cómo ahuyentar los días y poner un rostro alegre
te preguntas en medio de las sombras
de las semanas de las inútiles palabras tiernas
cómo hablar del progreso y de los lobos
de cabellos huérfanos y sillas plegadizas
cuando una mujer agita el aire con su pluma real
y los diarios traen noticias de la violencia reina
a las cuatro de la mañana se ha perdido tu rama de salzburgo
pero vives como un trapecio como una enorme espada doméstica
a la derecha a la izquierda caen el café los libros
el espejo los barrios unos guantes y las felices representaciones
se me ha entendido mal me digo mientras me visto
con una maleta bastaba
tienes que recomponer los mecanismos de la alegría
una mano lamentablemente muy pequeña
pero ahora el espanto vuelve a ocupar su lugar de privilegio
la amistad y una bicicleta me harían falta para desafiarlo
nunca será tarde para que el sueño repare los destrozos de la lucha
sueño panoplia estrella en erupción
que nos devuelve el mundo y los hermanos
y nos enseñara a sonreír más allá del fuego
sueño brecha en la violencia y el desprecio
a las cuatro de la mañana mientras busco el rumbo
las pruebas de tanto yo hundido
transparencia árboles canto al fin tímida mano
Edgar Bayley, Buenos Aires , 1919-1990
de Celebraciones (1968-1976)
en Edgar Bayley Antología poética, Selección y prólogo de Jorge Aulicino, FCE, Buenos Aires, 2015
imagen s/d
viernes, mayo 15, 2015
aldo oliva. les sanglots de la lyre
Les Sanglots de la Lyre
a Aldo José Beccari
El sumo dolor
puede ser el momento
excelso
de la celebración de la verdad:
la elevación feérica
de la consumación de un canto.
El zumo de la vida
en un sorbo de altura,
que la historia
(y jamás lo sabrás)
le llamará final
de una vana
congregación de instantes.
Esto: simplemente un muerto,
materia indolora,
una subsumida anécdota de sí,
son ablaciones de férvidos
cuerpos de palabras
que, locamente se amaron
y se extinguieron.
Aldo Oliva, Rosario, 1927-2000
de Ese General Belgrano y otros poemas, 1999
en Aldo Oliva, Poesía completa, Editorial Municipal de Rosario, Rosario, 2003
imagen de The Catman en Contemporary Style
jueves, mayo 14, 2015
jorge garcía sabal. maniobras
Ahora esa mujer habla del mar.
Sorpresiva, casi sin voz, dice y mezcla
unas palabras incomprensibles, ajenas.
Dice y tartamudea que el mar, que la noche
que un día, que pájaros, que el amor
y el silencio del silencio, que la muerte.
Dice y se va, como si nada.
Que sea así. Prefiero que no esté
con sus anuncios inconsolables y emigrada,
sin respuesta -mientras la vida avanza
a grandes pasos, lejos de uno- vuelva
y mire, lúcida, un objeto material
hecho de un grupo de palabras abstractas,
de nombres propios y voces:
sólo una escritura en voz baja, hecha
de arrepentimientos, agregados, decepciones.
Jorge García Sabal, Balcarce, 1948 - Buenos Aires, 1996
imagen de Pinheiro de Santamaria en Absolute Arts
martes, mayo 12, 2015
edgar bayley. los desiertos reales
Los desiertos reales
los desiertos reales
los mares imaginarios:
no hay palabras para elogiar a esta magnolia
tampoco hay forma de destruir las palabras
ni el oficio de florista
los mares imaginarios:
no hay palabras para elogiar a esta magnolia
tampoco hay forma de destruir las palabras
ni el oficio de florista
(guarden compostura:
en la soga de colgar se agita la flor blanca)
una tez de flores de cerezo
la última gota de sangre
los desiertos reales
los mares imaginarios
no pueden compararse a esta magnolia
en la soga de colgar se agita la flor blanca)
una tez de flores de cerezo
la última gota de sangre
los desiertos reales
los mares imaginarios
no pueden compararse a esta magnolia
Edgar
Bayley, Buenos Aires, 1919-1990
de 'Nuevos poemas' 1977-1981
en Antología personal, Buenos Aires, CEAL, 1983
en Antología personal, Buenos Aires, CEAL, 1983
imagen de Sefice, en Devianart
sábado, mayo 09, 2015
elena medel. tritanopía
Tritanopía
Vuestro odio a los colores ha
acabado con ella: vuestro odio
a lo pagano y las cuchillas. Flamsteed alejándola de su
dolor de estómago: es mi estructura, junto a ella moriré.
Tenéis cuanto queríais. Era Alicia: no el diamante. Ningún
destrozo: sí dabais la espalda, mordíais muy profundo.
Un mecanismo fácil. Una labor sencilla. Tragad.
Despidiéndoos como si fuera la última cerveza junto
a vuestros chicos preferidos. Las bombillas son frágiles:
igual que sus hilos, terminó rota.
Ojos de sapo, mi noche esférica, caries en el saludo, inevitable
vomitar: cuanto queríais, en vuestras manos. Sois
felices, lo conseguisteis.
Reencarnados en mujeres y en hombres, bailáis con vosotros
mismos mientras se oxida vuestra lengua de oro falso:
por error, pisasteis charquitos de saliva venenosa, manchasteis
la entrada al dormitorio.
Os empeñáis en un nombre del que ella carece, llamándola
te quise siempre, estrecho tu mano, no conozco otro dolor
que no haya sido nuestro.
Lo habéis conseguido. Acabasteis con ella. En vuestra mesilla
de noche respira minúscula por no despertaros: menos
aire, menos aire, pequeña, tonta.
¿Besaréis su cadáver?
a lo pagano y las cuchillas. Flamsteed alejándola de su
dolor de estómago: es mi estructura, junto a ella moriré.
Tenéis cuanto queríais. Era Alicia: no el diamante. Ningún
destrozo: sí dabais la espalda, mordíais muy profundo.
Un mecanismo fácil. Una labor sencilla. Tragad.
Despidiéndoos como si fuera la última cerveza junto
a vuestros chicos preferidos. Las bombillas son frágiles:
igual que sus hilos, terminó rota.
Ojos de sapo, mi noche esférica, caries en el saludo, inevitable
vomitar: cuanto queríais, en vuestras manos. Sois
felices, lo conseguisteis.
Reencarnados en mujeres y en hombres, bailáis con vosotros
mismos mientras se oxida vuestra lengua de oro falso:
por error, pisasteis charquitos de saliva venenosa, manchasteis
la entrada al dormitorio.
Os empeñáis en un nombre del que ella carece, llamándola
te quise siempre, estrecho tu mano, no conozco otro dolor
que no haya sido nuestro.
Lo habéis conseguido. Acabasteis con ella. En vuestra mesilla
de noche respira minúscula por no despertaros: menos
aire, menos aire, pequeña, tonta.
¿Besaréis su cadáver?
Elena Medel, Córdoba, España, 1985
de Tara, Barcelona, DVD Ediciones
imagen de Elena Medel
viernes, mayo 08, 2015
curtis bauer. dibujo del silencio de una mujer
Dibujo
del silencio de una mujer
Dos noches después de
que dejara de hablar
mi mujer tararea tres
compases mientras duerme
como si tuviera treinta
años más,
sola y lavando la ropa
afuera,
no como una especie de
castigo
o como marca de su dinastía
de pobreza
incluso antes de las
guerras en su país,
y aunque el hambre era
como un trapo
que todos vestían en
esa ciudad, la música
no era un ítem que
pudiera ser confiscado,
quitado por los
fascistas o las monjas
o las familias ricas
que siempre
parecían estar del lado
correcto. Esta noche
siete días antes de que
volviera a hablar
la calle en la que
estará caminando en
su sueño es tranquila y
se inclina con facilidad
hacia las montañas con
vista al mar.
Nada de ella dentro de
esta oscura habitación
indica que yo estoy
allí con ella parado
al borde confundido por
el viento y la presencia
de ella o de que alguna
vez yo haya nacido
o de que ella haya
aprendido a hablar
mi lengua y yo la suya.
Esta noche
ninguno puede descifrar
la lengua del otro.
Nuestros antepasados hablan
por nosotros-
alguna oficina de
aduana en la frontera
cuyo su suelo se ha
ensuciado de papeles
con nuestros
impronunciables nombres.
Curtis Bauer, Lubbock,
Texas, 1970
en The Real Cause for Your Absence, CR Press Org., Chatanooga, 2013
versión © Silvia
Camerotto
imagen en webmd.com
Drawing of a Woman's
Silence
Two
nights after she stops speaking
my
wife hums three bars in her sleep
as
if she were thirty years older,
alone
and washing clothes outside,
not
as some kind of punishment
or
indication of her line's poverty
even
before the wars in her country,
and
though hunger was like a cloth
everyone
wore in that town, music was
not
an item that could be confiscated,
removed
by the fascists or th nuns
or
the wealthy families that always
seem
to be on the right side. This night
seven
days before she will speak again
the
road she must be walking inside
her
sleep is smooth and inclines easily
into
the mountains with a view over the sea.
Nothing
about her within this dark room
indicates
I'm there with her standing
on
an edge confused by wind and her
presence
or that I have ever been
born
or that she's learned to speak
my
language and I hers. Tonight
neither
can decipher the other's tongue.
Our
ancestry accounts for us-
some
border crossing custom's
office
floor is littered with pages
of
our unpronounceable names.
miércoles, mayo 06, 2015
antonio machado. yo voy soñando caminos
-
- ***
- Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero...
-la tarde cayendo está-.
"En el corazón tenía
la espina de una pasión;
logré arrancármela un día:
ya no siento el corazón".
Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.
La tarde más se oscurece;
y el camino que serpea
y débilmente blanquea
se enturbia y desaparece.
Mi cantar vuelve a plañir:
"Aguda espina dorada,
quién te pudiera sentir
en el corazón clavada". - Antonio Machado, Sevilla, 1875 - Collioure, 1939
- en Antonio Machado, Obras completas, Editorial Losada, Buenos Aires, 1997
- imagen de Pablo Romero en Fineartamerica
martes, mayo 05, 2015
emily dickinson. haz amplia esta cama
Poema
829
Haz amplia esta cama.
Haz esta cama con respeto;
en ella espera hasta que
el juicio se revele
superior y justo.
Sea su colchón recto,
sea su almohada redonda;
nadie permita que el ruido amarillo del alba
perturbe este suelo.
Emily Dickinson,
Amherst, 1830- 1886
versión © Silvia
Camerotto
imagen en izquotes.com
Poem 829
Ample
make this bed.
Make this bed with awe;
In it wait till judgment break
Excellent and fair.
Be its mattress straight,
Be its pillow round;
Let no sunrise' yellow noise
Interrupt this ground.
Make this bed with awe;
In it wait till judgment break
Excellent and fair.
Be its mattress straight,
Be its pillow round;
Let no sunrise' yellow noise
Interrupt this ground.
lunes, mayo 04, 2015
paula jiménez españa. si yo fuera el gorrión
***
Si yo fuera el gorrión
que una noche calurosa de diciembre
se sentó en una rama junto a otro
y se puso a cantar.
Y yo quisiera serlo,
silbar el tiempo que dure la canción,
cosquilla en la garganta o nerviosismo
por el ritmo inevitable.
No cantar más que eso, ni volar
si el aire está tan quieto que no
ayuda.
Quedarme junto a otro repitiendo
la intimidad, la forma del amor,
vivir con calma las pausas solitarias.
Quiero decir, si yo
tuviera esa sapiencia que indicara
una razón real para quedarme
o salir a buscar.
O si supiera dónde y cuándo
los momentos elevan su señal,
si mirara el azar con ojos plenos
sin estos torpes
fragmentos de memoria,
no quedaría nada en el camino
ni sentiría vergüenza del error
o del deseo
que a veces son lo mismo.
de Espacios naturales, Bajo la luna, 2009
***
Poema
16
En la selva, esa noche
había tomado el jugo de una planta
más amargo que el vino y concentrado
como una medicina o un veneno
y al rato de beber, supe
que era yo la que trepaba ante mis ojos
mientras otros cantaban
que era yo
la que subía como una enredadera
por el tronco de un árbol
y era yo la que después bajaba
y más tarde subía
todas las veces necesarias, o sea
durante el tiempo total de mi vida.
Es difícil contarles
el empeño con que abrazaba esa corteza
clavándole las uñas que la
descascaraban.
Mis garras eran fuertes como las de los gatos
pero al caer me hice liviana, y repté
sedosa, por la tierra.
Era la madrugada
cuando cedió su efecto esa bebida
y me dormí.
Por muchos días
las imágenes de aquella noche
quedaron en mi corazón
lo hicieron dulce como los duraznos
que brotan en la rama y se deshacen
en la boca sagrada de la vida
después de cada invierno.
de La vuelta, Editorial Simulcop, 2013
Paula Jiménez España, Buenos Aires 1969
imagen de Gustav Klimt, The Tree of Life, 1905, en Gustav Klimt
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