La idea
para Nolan Miller
También para nosotros había un deseo por poseer
algo más allá del mundo conocido, más allá de nosotros,
más allá de nuestra capacidad de imaginar, es decir algo
en lo que pudiéramos vernos; y este deseo
siempre aparecía como al pasar, en una luz difusa, y con un frío tal
que el hielo de los lagos del valle se rompía y rodaba,
y las escenas del pasado, cuando surgían nuevamente,
algo más allá del mundo conocido, más allá de nosotros,
más allá de nuestra capacidad de imaginar, es decir algo
en lo que pudiéramos vernos; y este deseo
siempre aparecía como al pasar, en una luz difusa, y con un frío tal
que el hielo de los lagos del valle se rompía y rodaba,
y las escenas del pasado, cuando surgían nuevamente,
ya no eran como antes, sino fantasmales y blancas
entre curvas falsas y borrones escondidos;
y ni por una vez sentimos que estábamos cerca
hasta que el viento de la noche dijo:
“¿Por qué hacen esto, y justo ahora? Vuelvan a donde pertenecen;”
y apareció entonces, con sus ventanas iluminadas, pequeña,
entre curvas falsas y borrones escondidos;
y ni por una vez sentimos que estábamos cerca
hasta que el viento de la noche dijo:
“¿Por qué hacen esto, y justo ahora? Vuelvan a donde pertenecen;”
y apareció entonces, con sus ventanas iluminadas, pequeña,
en la distancia, en los confines congelados, una cabaña;
y nos quedamos contemplándola, asombrados de que estuviera allí,
y habríamos avanzado hacia allí y abierto la puerta,
y penetrado la luz y cobijado allí,
pero era nuestra porque no era nuestra,
y debía permanecer vacía. Esa era la idea.
Mark Strand, Summerside, 1934 – Brooklyn, 2014
En The Continuous Life, Poems by Mark Strand, Alfred A. Knopf, Random House, Inc., 1990
Versión © Silvia Camerotto
The Idea
for Nolan Miller
For us, too, there was a wish to possess
Something beyond the world we knew, beyond ourselves,
Beyond our power to imagine, something nevertheless
In which we might see ourselves; and this desire
Came always in passing, in waning light, and in such cold
That ice on the valley’s lakes cracked and rolled,
And blowing snow covered what earth we saw,
And scenes from the past, when they surfaced again,
Looked not as they had, but ghostly and white
Among false curves and hidden erasures;
And never once did we feel we were close
Until the night wind said, “Why do this,
Especially now? Go back to the place you belong;”
And there appeared, with its windows glowing, small,
In the distance, in the frozen reaches, a cabin;
And we stood before it, amazed at its being there,
And would have gone forward and opened the door,
And stepped into the glow and warmed ourselves there,
But that it was ours by not being ours,
And should remain empty. That was the idea.